No sé por qué estás,
por qué nos encontramos,
por qué me diste en el blanco.
Me resulta tan raro,
otra vez respirar, caminar, frenar y volver a arrancar.
No sé qué pudo ser, pero también estoy.
No sé qué pasó, pero estás enfrente,
rompiendo el mismo aire.
Soy tan intenso, lo puedo notar,
es que siempre la sangre hierve
cuando mi corazón se vuelve volcán.
Vos, tan tranquila, casi como una brisa,
la quiero respirar,
aunque otras veces me choqué.
Lo quiero intentar…

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