aLUZinante

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rmzlili

25/07/2024

“Alucinante” sería mi palabra para describir como puedes dudar de todo sin un motivo, algo que sucede fácilmente cuando te acostumbraron a lo egoísta, a lo posesivo, a lo que se le denomina “tóxico”. El daño es tanto que al tener algo genuino sientes la necesidad de sabotearlo, es un impulso tan grande que a veces le haces caso con el único objetivo de ver el caos. En otras ocasiones prefieres no hacer nada, ya no tiene caso. Todo, sin importar su naturaleza, termina generándose por heridas que te crearon personas que prometieron que su amor por ti era eterno, que te cuidarían, que estarían para ti.

También lo es que las personas que más quieres, a las que les depositas tu confianza plena, a las que dejas sobrepasar tus barreras, sean las que más te lastiman.

O vivir silenciando tu mente intentando convencerte de que no todo tiene importancia, porque a veces realmente no la tiene, pero también es una lucha de no minimizar lo que sientes. Agitar aguas buscando respuestas que no sabes para qué las quieres tampoco te va a dar la tranquilidad que quieres, ¿para qué las necesitas?

Es como caminar en una cuerda floja, a la mitad del camino entre dos edificios tambaleas porque estás dudando, no puedes ir para atrás, ni para adelante. Sientes un escalofrío recorrer tu cuerpo cuando ves para abajo, la caída es alta que sabes que no soportarás el impacto; a los lados tienes a las personas que podrían apoyarte pero que decidiste alejar y entonces miras hacia arriba implorando ayuda. Quieres dar el siguiente paso, verdaderamente quieres darlo pero no lo haces, ¿por qué tienes miedo? ¿Acaso no te has esforzado en salir adelante? No puedes congelarte en algo que tu cabeza creó y que muy probablemente ni siquiera es real.

Llegar al destino es meramente tarea tuya, es cuestión de que te lo propongas y te atrevas. Cura tus heridas, ¿cómo se hace eso? Ya no crees en las palabras, pero sí en los hechos ¿cuáles son? Ya no dudes ¿tienes motivos para hacerlo?

Sólo queda inhalar y exhalar, pedirle a tu pequeño hámster que se tome un descanso para que cuando se vuelva a subir a la rueda te haga pensar en algo que podría cambiar al mundo. Tus dudas se contestarán con el tiempo, ¿por que te atormentas en el camino? Que te duela cuando te tenga que doler, si es que tiene que hacerlo.

Y así es como una cabeza que sobre piensa todo llega al final de la cuerda y encuentra la luz: aterriza pensamientos cuestionándoselo todo. Eso, eso es aún más «aluzinante».

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