Huellas Imborrarables

Un amor inalcanzable, por las diferencias de edades tu un hombre de 32 y yo una mujer de 18,  que apenas esta experimentado los deseos que con lleva la vida. 

– Tu hombre de 32 –  de cabellera larga, color de oro, ojos de color cielo y labios de color rosa.  Era la primer vez  que te vi, aquella vez mis manos empezaron a temblar  en el que mi cuerpo se quedó paralizado, por tanta belleza. 

Aquella belleza comenzó a transmitir tanto deseo hasta llegar al punto de convertirse en huellas imborrables, aquellas huellas que tocaron mi cuerpo, pero que también tocaron mi alma. 

No, dejo de pensar en aquel día que nuestros caminos se cruzaron aquellos pasillo de ese hospital. 

No, puedo olvidar aquel día que escuché tu voz, aquella voz tan firme y varonil que me hicieron estremecer. 

No, dejo ni puedo olvidar aquel día cuando nuestras manos se entrelazaron y con aquella sonrisa, me perdí en ti. Es allí  cuando supe que nuestras vidas estarían unidas.