CAPÍTULO 1
Una casa incendiándose, sensación de frío en un ambiente tan soleado, gritos sordos, flores perfumadas, caramelos de fresas, perfume de hombre, un beso en los labios y muchos momentos y sensaciones que pasaban tan rápidamente.
El ruido del despertador me despertó, sacándome del extraño sueño que llevaba teniendo todas las noches de las últimas dos semanas y media, luego de haberme transferido a la universidad de Bangkok para el nuevo periodo académico en el que estaba por iniciar, el sol iluminaba cálidamente mi habitación, lo que me encantaba. No había nada mejor que despertar con una mañana despejada y soleada.
Me levanté de la cama y me dirigí a la regadera para darme una ducha energizante de 20 minutos para luego salir y vestirme poniéndome el sencillo uniforme, el cual solo constaba de una camisa blanca y pantalones de tela negra.
Fui a prepararme un sencillo y rápido desayuno, debía apresurarme porque tenía que tomar el transporte público para llegar a la universidad, los registros comenzaran en quince minutos.
Tras una hora y media, llegué a la universidad y me dirigí a la facultad con algo de prisa, llegué a la mesa de registro en la cual había una fila de estudiantes que parecían ser de primer año, tuve dudas si debía registrarme allí.
Para aclarar mis dudas me dirigí hacia uno de los muchachos que estaban registrando a los de primer año.
— ¡Oye!… Tienes que esperar tu turno—reclamo uno de los estudiantes de la fila al que no presté atención alguna.
—Disculpa, me podrías decir en dónde tengo que registrarme, soy de intercambio, me transfirieron aquí hace dos semanas y media—el chico que estaba atendiéndome puso una cara de asombro al igual que sus compañeros, ya que mi tailandés fue muy perfecto.
—Eres de intercambio… cielos, por favor. ¿Puedes esperar aquí un momento, por favor? Vuelvo en seguida—tras decir esto, él se levantó de la mesa y corrió rápidamente hasta uno de sus seniors al que intercambió palabras con él brevemente.
Un grupo considerablemente grande de chicas que pasaban por la mesa empezaron a dar pequeños gritos de emoción entre ellas al mismo tiempo, como si algún famoso había llegado al edificio, y creo que por algo similar a eso era el motivo del pequeño momento de euforia de las chicas de la facultad.
—Disculpa la demora… ¿Tú eres el nuevo estudiante de intercambio verdad?— me pregunto un chico de casi mi misma estatura cuyo color de cabello era castaño- ah… Si-exclamé un poco abrumado.
-Genial… déjame registrarte rápidamente- dijo mientras apartaba algunas hojas de registro de su tabla porta hojas
—¿Desde dónde te transfirieron?—Soltó calmadamente.
—Desde Seúl corea del sur—exclamé rápidamente sin titubear.
—Desde Seúl, de acuerdo- él escribía en la hoja sin parar
—¿Qué especialidad estás estudiando? ¿Y a qué año vas?—Pregunto mientras regresaba a verme.
—Estudió artes escénicas con especialidad en actuación y voy a tercer año- terminé de decir esto cuando él asistía a cada palabra a la vez que escribía lo que había dicho.
—De acuerdo … Una última cosa que debo preguntarte ¿Cuál es tu nombre?—exclamó mientras dejo de ver la hoja y dirigió su mirada hacia mí.
—Mi nombre es Thomas Sasaki— dije mientras solté una ligera sonrisa.
—Listo… Thomas, las clases están por empezar, tu salón es el 34 A… Ah, casi lo olvido, este es tu número de identificación, con esto podrás ver tus calificaciones en la plataforma de la universidad, además de pedir prestado un libro de cualquier biblioteca de la universidad—Dijo mientras me daba un ticket con el número.
— Muchas gracias—logré decir antes de que él se alejara.
Guarde el pequeño número dentro de mi cartera mientras caminaba algo apresurado hacia el salón que el senior me había indicado con anterioridad, por suerte sabia en donde se ubicaba exactamente el salón, ya que días antes había visitado la facultad para familiarizarme con el edificio y de esa forma no perderme en el primer día de clase. Entre en el salón de clases y fui a sentarme en uno de los cubículos que estaban desocupados y espere a que el maestro llegara para que empezara las clases.
Después de tantas horas de clase, al fin era hora del descanso al cual aproveche para elegir a qué club me uniría y la verdad aún no la había decidido porque había tantas opciones por elegir, me era muy difícil decidir a cuál de ellos elegir y tenía que decidir ya porque las inscripciones era tan solo un día.
—¡Thomas!—Rayos, ese grito me había sorprendido porque me había hundido en mis pensamientos, me giré para ver quien había soltado ese grito con mi nombre, era Preeda una chica de apariencia totalmente agraciada y de personalidad alegre y siempre positiva.
—Thomas, ¿ya has decidido a qué club te unirás?— su característica sonrisa empezaba a brotar de su boca al pronunciar aquellas palabras.
—Ehhh… Aún no he decidido a qué club, me apuntaré…es difícil decidir a cuál de ellos hay muchas opciones—me estaba empezando a sentirme frustrado porque me interesaba mucho el club de fotografía, teatro y canto.
—Oh… Entiendo tu dilema, conozco a alguien quien tuvo exactamente el mismo problema cuando estaba en primer año, pero déjame decirte algo, escoge el club con el que más te sientas a gusto estar, además de ser muy bueno en eso, claro—
Tras las palabras de Preeda me hizo recordar que había dos cosas en las que destacaba en la anterior universidad, y esas eran la fotografía y la actuación, sin más rodeos decidí en apuntarme en el club de actuación.
—Nos vemos luego, iré a inscribirme al club de actuación—Exclame con un tono alegre.
—Está bien, yo igual me tengo que ir al club de fotografía—Miraba su pequeño reloj de muñeca mientras expresaba esto.
Me dirigí hacia la mesa de inscripciones del club, justo a tiempo porque estaban a punto de cerrar las inscripciones, me apunte en el club y también me indicaron el lugar en donde se ejecutaban las actividades, faltaba poco para que el descanso terminará, así que emprendí en regresar a la facultad para recibir las últimas clases del día.
Después de cuatro horas, las clases habían terminado. Preeda y un chico alto, de cuerpo muy bien proporcionado y de músculos algo desarrollados, el cual se había convertido en mi mejor amigo cuyo nombre era Narong, junto con Asnee un chico enérgico y atlético lo cual se llevan conociendo desde hace tiempo.
—Thomas, ¿a qué club te apuntaste?-—Narong estaba recargándose en el filo de mi mesa colocando sus dos manos encima de ella mientras me miraba de forma curiosa.
—Me apunté al club de Actuación… ¿Por qué preguntas?—Narong se reincorporó mientras daba un suspiro de alivio, mientras que terminaba de guardar las cosas que había sacado de mochila.
—No es nada, pensaba que te unirías al club de modelaje hasta aposte con Asnee de que te unirías al de modelaje porque… bueno tienes una muy buena apariencia para ser modelo—Narong se rascaba levemente la cabeza en señal de nerviosismo porque el comentario de la apuesta con Asnee me había sorprendido.
– Qué?!… Tú y Asnee apostaron…es en serio??—Una de mis cejas se arqueó en señal de desaprobación, mientras que Narong ponía sus manos en señal de disculpa
— ¿Qué fue lo que apostó Asnee?—comenté un poco calmado, puesto que no quería destrozar la mesa, ya que tendría serios problemas.
—Pues él apostó a que te apuntarías al club de las porristas y como ya te lo mencione aposté por el de modelaje, ninguno de los dos ganamos—Narong tomaba sus cosas al momento de mencionar eso.
—Como sea, tengo que irme al club de gimnasia a recibir a los miembros de primer año—había olvidado que Narong era el vicepresidente del club de Gimnasia.
Preeda y Asnee ya se habían ido con algo de prisa, así que fui al salón de teatro para empezar con las actividades extracurriculares.
Cuando entré al teatro había muchos chicos y chicas repartidas por todo el salón, nunca pensé que habría tanta gente en el club de actuación.
Apenas entre y la mayoría de las miradas se dirigieron hacia mí, eso me puso u poco nervioso, muchas de las chicas que estaban presentes me miraban y cuchicheaban entre ellas, mientras que yo me dirigía a sentarme en una de las butacas desocupadas de la segunda fila cercana al escenario.
Pasaron varios minutos en la que esperé para que reunión del club empezara.
—Bien, parece que estamos todos… Hola y bienvenidos al club de Actuación ,mi nombre es Jim y soy el vicepresidente de este club- había exclamado de una forma algo nerviosa mientras se levantaba de la pequeña mesa improvisada en la que estaba sentado en una de las sillas metálicas que él y tres personas más ocupaban.
—Esta es Lamai , es la secretaria del club… ella les dará una hoja con un diálogo fácil de aprender y se preguntarán para qué y es sencillo, es para saber si alguno de ustedes es hábil al momento de actuar frente a tod…—Lamai se había acercado hacia la oreja de Jim para decirle algo.
—Ahh… Casi lo olvido, un miembro del club les ayudará a interpretar su guion, cuál cada uno es muy diferente… uno a uno irán tomando un papel de esta pequeña caja cuyo papel contiene el nombre del miembro, quien será su pareja en la interpretación, como había mencionado antes—dijo Jim mientras señalaba la pequeña caja la cual tenía Lamai.
Lamai tomo la pequeña caja y la empezó a pasar por cada uno de los nuevos miembros, los cuales tomaron un papel cada uno, Lamai paso por mi butaca tras 5 minutos al que yo tome un papel al que abrirlo decía el nombre de Deán. Lamai me pidió que le mostrara el contenido.
Ella, al leer el contenido, por poco casi suelta un grito de sorpresa, no tenía ni idea alguna del el motivo del porqué había reaccionado de esa manera.
Tras pasar otros cinco minutos, Lamai repartió las hojas con los diálogos y acciones que teníamos que interpretar, empecé a memorizarlo ágilmente cada línea mientras intentaba en no estar nervioso, me tocaría segundo porque el orden se había escogido aleatoriamente.
Jim me estaba observando mientras ensayaba por mi cuenta, él se acercó a mí después de intercambiar palabras con una chica de primer año, cuyo nombre desconocía.
— ¿Por ensayas solo? Deán debería ensayar contigo, la escena es de dos personas, la escena es compleja de lograr de manera correcta—Jim había posado una mano en mi hombro.
—Lo sé, no conozco al tal Deán… y aún no estaba ensayando verdaderamente, solo me estaba repasando la escena a detalle para evitar errores—Jim me veía mientras le escuchaba atentamente.
Jim soltó un ruido de aprobación y se alejó con dirección a tras vestidores, esa acción me dejo pensando en que es lo que tramaba, pero continúe con lo que estaba haciendo puesto no quería seguir viendo el guion para recordar algo.
Tras algunos minutos Jim ya había salido de tras vestidores, algunas chicas soltaron un grito sordo al el cual no había escuchado, ya me encontraba tan concentrado en mis diálogos, que no había escuchado a Jim, llamarme por casi alrededor de un minuto.
Jim se había acercado hacia mí y tocándome del hombro, me saco del pequeño trance en el que me había metido.
—¿Thomas…?? ¿Te encuentras bien?—Jim había puesto una cara de preocupación.
—Estoy bien Jim… estaba demasiado concentrado en mis pensamientos… lo siento mucho por haberte preocupado—Dije mientras inconscientemente hice una reverencia hacia él.
—No te preocupes Thomas…no sabía que te habías sumergido tanto— Jim soltó una pequeña risa
—Como sea… déjame presentarte a mi mejor amigo y Presidente encargado del club de actuación, además de tu coprotagonista Deán Derricks—él se había apartado dejándome ver a un chico de cabello marrón claro, quién era sumamente más alto que yo, de cuerpo atlético cuyos músculos eran tan grandes y definidos.
Mi corazón empezaba a latir tan fuerte que pensé que se saldría de mi pecho al verlo directamente a los grandes ojos marrones, cuya mirada era tan penetrante y seductora a la vez.
Deán dio unos pasos hacia mí sin que él despegara sus ojos de mí, de lo cual me ponía tan nervioso a cada paso que daba hacia mi dirección.
—Bueno, chicos ya tuvieron el tiempo suficiente para aprenderse sus líneas… Todos por favor tomen asiento que empezaremos con sus escenas… empezaremos con Thomas y Deán— al escuchar mi nombre ser pronunciado por Jim, deduje que yo y Deán seriamos los primeros en dramatizar la escena.
Yo aún seguía embalado por su mirada que no podía moverme ni un centímetro que prácticamente Deán tomándome de la mano me llevó al escenario.
La escena que teníamos que interpretar era muy compleja, pero no tanto lo único que me preocupaba era la decimotercera línea, él lo cual me ponía de los nervios. En dicha escena uno de los personajes es malherido gravemente por un delincuente silenciosamente en el área del abdomen, de ella brotaba sangre con rapidez, el cual causo que el personaje se desplomara en un lugar poco concurrido.
Ese personaje era el que Deán le tocó interpretar, el cual estaba desangrándose en el frío, duro y cruel pavimento. Mi personaje es una mujer de nombre Frey, en el guion se encuentra al personaje masculino totalmente débil en medio de un pequeño charco de sangre que equivaldría al menos el 25%, ella al verlo en ese estado corrió hacia él mientras sacaba su móvil del bolsillo de su pantalón para llamar a urgencias.
—Diablos… está perdiendo demasiada sangre…—decía mientras su teléfono aún marcaba.
—911, ¿en qué podemos ayudarle?—al escuchar a la operadora, los ojos de Frey se llenaron de lágrimas mientras intentaba mantener la calma lo más que podía.
—Necesito una Ambulancia urgentemente, alguien está malherido….es una puñalada profunda en el costado derecho del abdomen—exclamo mientras intentaba parar lo más que podía con su mano disponible.
—Enviaremos a una Ambulancia ubicación enseguida—algunas lágrimas comenzaron a deslizarse por las mejillas de Frey.
—Por favor dense prisa— tras exclamar esto corto la llamada y puso su mano suavemente sobre la otra mano mientras seguía presionando sobre la herida sangrante del personaje de Deán, al cual respondía al nombre de Kao.
—Fre…Frey……lo—pronuncio Kao aún consiente, al ver a Frey llorar silenciosamente.
—shhhh!! No hables… guarda fuerzas… estás perdiendo mucha sangre—dijo Frey con un tono algo serio y ahogado.
—Lo siento mucho— tras exclamar esto, Kao pierde el conocimiento de lo cual causo que Frey empezara a llorar con mucha fuerza mientras suplicaba a Kao que despertara, ya que había perdido el 50% de su sangre.
Finalmente, la Ambulancia había llegado al lugar para salvar a Kao quien había ya caído en coma, cuyo tiempo duro varios meses, pero él despertó cuando Frey estaba a punto de besar a Kao lo cual ella sorprende por el hecho de que noto sus ojos abrirse y con la mirada fija en ella.
Kao sin despegar la mirada de los ojos de ella, sonriendo levemente exclamo las palabras ¨ Hola amor mío en un perfecto latín.
Cuando Deán y yo interpretábamos la escena del pequeño beso, yo perdí el equilibrio y caí encima de él, su mirada tan profunda fija en mí hizo que mi corazón palpitara como una locomotora descarrilada y mi rostro se tornaba de un ligero tono rojo, el momento en que exclamo Hola amor mío con su voz gruesa y tan malditamente seductora algo en mí se liberó.
Ya no podía más, las emociones fuertes, mis pálpitos veloces, el pequeño mareo que había tenido antes de la escena y la fuerte presión en mi pecho que sentía causo en que me desmayase justo encima del firme, grande y cálido pecho de Deán.
Cuando recobre el conocimiento me hallaba en una de las butacas con Jim aventándome un isotopo grande con un perfume fuerte cuyo aroma me hizo estornudar, era alérgico a ese tipo de aromas, el cual detestaba mucho, así que lo aparte de mi nariz.
—¿Qué paso?— dije mientras miraba al rededor y noté que en el salón casi todos se habían ya ido, excepto Jim y Lamai.
—Estuviste mucho tiempo inconsciente, pensé en llevarte al hospital— la verdad no me había dado cuenta de que el sol ya se había ocultado por completo.
—Por cierto, lo hiciste fenomenal… la verdad transmitiste tan bien la emoción de Frey… tanto que Deán se quedó en shock por unos 10 minutos—dijo Jim mientras guardaba lo que había sacado del botiquín de primeros auxilios.
—Creo que tengo que irme ya es muy tarde—exclame mientras me levantaba despacio de la butaca y tome mis cosas para dirigirme hacia la salida.
—¿Te sientes mejor?… si quieres te puedo llevar a tu casa a esta hora ya no hay transporte—exclamo mientras veía su reloj de muñeca.
—Si estoy bien Jim y no hace falta, tomaré un taxi, no te preocupes—exclamé mientras caminaba distraído hacia la salida, no había notado que Deán se encontraba en el umbral de la puerta, el cual choque con él , esto causo que casi caiga de bruces hacia atrás, pero él puso su brazo contra mi espalda y con leve y firme movimiento evito de que caiga.
—¿Te encuentras bien?— los perfectos ojos serios de Deán eran de lo más radiante que había visto, se me quedo mirando esperando una respuesta.
—Estoy bien… gracias—exclame algo nervioso.
—Lamai, Jim, ¿ya se van a casa? —exclamo Deán mientras me ayudaba a reincorporarme.
—Si ya nos vamos… ya es supertarde— Jim había estado un poco preocupado por Lamai, ya que vivía relativamente casi a las afueras de la ciudad.
—Llevarás a Lamai a su casa verdad??—Deán con una expresión seria metió ambas manos en sus bolsillos.
—Sí, obviamente porque me queda relativamente cerca de mi apartamento… y tú, ¿dejarás a Thomas verdad?—tras escuchar eso mire a Deán y luego a Jim mientras intentaba decir una excusa porque no quería ser una molestia para Deán.
—Claro… yo encargaré de eso—Él tomó mi cintura con su mano y con un simple movimiento me pego contra su cuerpo, trate de soltarme, pero su formidable agarre no me lo permitía, no sabía el porqué, pero solo con su presencia me comenzaba a sentirme extraño
—Si él me lo permite, por supuesto—En señal de nerviosismo, bajé un poco la mirada a la vez de esconder el ligero sonrojo de mi cara.
—Thomas, ¿estás de acuerdo con eso?—Jim había exclamado eso mientras inclinaba su cabeza levemente a la derecha.
Yo simplemente sin decir una palabra más asentí con la cabeza.
—Bueno… eso parece ser un sí—dijo Jim antes de volver a la butaca en la que se hallaba su maleta verde.
—Déjame dejarte a casa, Thomas—dijo en voz baja y con un tono más cálido, levante mi mirada y la dirigí a sus ojos en los que sin darme cuenta me había embobado de nuevo.
—Nos vemos mañana muchachos… vayan con cuidado—exclamo Lamai con una amplia sonrisa en los labios mientras salía en compañía de Jim.
Deje de mirarlo a los ojos y me dirigí de nuevo hacia la puerta para salir del salón de teatro.
Tras dar unos pasos hacia las escalinatas del pequeño teatro de la universidad, el recuerdo de Deán viéndome a los ojos mientras, vino a mi mente a la cual trate de olvidarla, pero por más que lo intentaba no lo conseguía, puse mis manos en mi cabeza y en señal de frustración alborote mi cabello para luego acomodarlo.
Continúe caminando hasta el apartado del estacionamiento en el momento en el que el auto de Jim se marchaba, recordé de que mi padre adoptivo me había dado el dinero suficiente para poder adquirir un buen auto hace años.
Estaba a punto de buscar una concesionaria para ver los modelos disponibles cuando una llamada de un número desconocido.
—Hola??— dije al contestar la llamada con un tono un tanto temeroso.
— ¡Hermano!!! Hola… tanto tiempo—exclamo la persona cuya voz me parecía tan familiar.
—Soy Touya… al fin pude comprar un móvil decente con mi dinero bueno, papa me ayudo un poco—dijo mi hermano de 17 años totalmente alegre como siempre, de lo cual siempre me pone de buen humor, no importa la situación, siempre me saca una sonrisa.
—Cielos me alegro mucho hermano… ¿Cómo está, papa?…no he podido hablar con él las últimas 2 semanas—no podía dejar de estar preocupado por mi padre adoptivo, últimamente ha estado muy enfermo y los doctores aún no saben con certeza que es lo que está causando la extraña enfermedad que él está padeciendo.
—… Pues la salud de papa siempre es la misma, no ha mejorado ni un poco… pero no te preocupes, he estado cuidando de él muy bien, el jueves de la próxima semana por la mañana tiene otro análisis cuando salgan los resultados te lo haré saber cuándo pueda porque estaré muy ocupado entrenando, muy pronto serán las competencias nacionales anuales de atletismo y obviamente estoy dentro del equipo—tras escuchar esto me lleno de alegría, pero a la vez preocupación porque quien cuidaría de papa cuando Touya esté en la competiendo.
—Muchas felicidades por entrar al equipo Touya… pero ¿quién cuidará de papa cuando estés en la competición?—pregunte algo serio.
—Ya lo solucione… le pedí a la señora Yatamure que lo cuide por mí ese día… todo estará bien hermano—Touya siempre ha sido tan precavido, altamente confiable y listo, lo cual se ha hecho una muy buena costumbre de lo cual me tranquilizó mucho.
—Hermano, tengo que irme… infórmame de cualquier novedad de acuerdo— exclame antes de colgar porque Deán se acercaba al estacionamiento.
—De acuerdo, lo haré hermano… cuídate mucho adiós—tras decir esto Touya corto la llamada antes de que pueda despedirme.
Deán se detuvo y abrió la puerta del conductor de un Chevrolet blazer negro.
—Thomas… sube—Deán me lanzaba miradas algo coquetas
—Date prisa… hace demasiado viento—no me había dado cuenta, el viento helado soplaba más y más a cada minuto.
Suspire y camine hacia el auto con algo de mala gana, Deán había abierto la puerta del copiloto y era la puerta que justo quería que no me abriera, entre en el auto y puse mi pequeña maleta de color vino sobre mis piernas, mientras que en todo el trayecto trataba de no mirarlo porque mi mirada siempre se centraba en él y me empezaba a sentir tan extraño como si estuviera drogado.
Al llegar a la puerta principal del edificio departamental en el que vivía, Deán se detuvo justo frente a la puerta, yo me quede viendo hacia mis piernas unos segundos al notar que Deán había clavado de nuevo su mirada en mí.
—Llegamos… ¿Todo bien?— regrese a mirarlo para de nuevo para toparme de nuevo con su mirada seductora.
Estaba a punto de responder cuando un fuerte sonido de un trueno me tomo por sorpresa, evidentemente una tormenta eléctrica se avecinaba.
—Ehhh… si todo bien… gracias por traerme a casa Deán—dije con una pequeña sonrisa algo nerviosa.
—De acuerdo… nos vemos mañana—tras decir esto se inclinó para abrir la puerta a la cual de esta entro una pequeña ventisca que alboroto un poco mi cabello al el cual Deán noto y con su mano acomodo el mechón que había ido hacia mi cara justo al mismo tiempo que mi mano estaba por hacer lo mismo lo que ocasiono que nuestras manos se tocaran levemente.
Tras sentir el tacto, una corriente recorrió por todo mi cuerpo la misma sensación extraña había vuelto a sentir, la misma que había experimentado antes de que me desmayara encima de Deán.
—… Gracias… nos vemos mañana…—dije aun con la sensación extraña y salí del auto sin demora.
Deán cerró la puerta el mismo, pero antes exclamo.
—Por favor descansa lo suficiente—para luego marcharse lentamente.
Las primeras gotas empezaban a caer sin demora, fui a mi departamento que estaba exactamente en el quinto piso, ya en mi departamento deje mis cosas en el escritorio y luego me cambie rápidamente para poder ir a mi cocina y prepárame un platillo rápido como cena, el cual me lo devore con muchas ganas en unos pocos minutos.
Tras haber ya cenado y limpiado todo fui a desempacar las 4 cajas de mis cosas que me faltaban por sacar y poner todo en orden, por suerte al ser el primer día no había tarea por hacer de lo cual no tenía por qué preocuparme por hacerla. Después de varios minutos, los cuales pasaron rápido, ya había puesto en su lugar las últimas cosas y estaba a punto de tumbarme sobre la cama para descansar cuando una notificación había llegado a mi teléfono y era un mensaje de Preeda.
Preeda:
¿Ya viste esto?
Thomas:
¿Ver que cosa?
Preeda:
*fotografía en la que yo y Deán estábamos
en el umbral de la puerta del salón de teatro
y se puede ver claramente el brazo de Deán
alrededor de mi cintura*
Thomas:
*Emoji de sorpresa y asustado*
¿Quién la tomo? Más bien,
¿En dónde la encontraste?
Preeda:
El hermano mayor de Narong lo tomo.
Él es el vicepresidente del club de actuación
y además él es el mejor amigo de Deán, uno
de los chicos más apuestos y populares de
toda la universidad.
Según me he enterado, Deán estudia
Fotografía… aparte de eso es modelo
y uno muy bueno.
Thomas:
¿Quién ya la ha visto?
Preeda:
pues creo que toda la universidad ya la
ha de ver visto Thomas porque Jim la acabo
de publicar en su página personal de Instagram
y como también es algo popular, pues casi
todas las chicas de la universidad lo siguen.
Thomas:
¡Qué?! ¡AY NO!
Preeda tengo que irme, nos vemos mañana
Preeda:
ok, descansa
adiós
Después de leer el último mensaje, deje mi teléfono en la mesita de noche y tome mi almohada y la use para ahogar mi grito de nerviosismo, al mismo tiempo que empezaba en pensar en Deán, cuyos pensamientos mezclados con los pocos recuerdos que tenía de él venían a mi mente por tercera vez.
Mientras seguía reflexionando en Deán, me acosté en mi cama para dormir porque estaba muy cansado, apenas apoye mi cabeza en la almohada y mis ojos se cerraron de inmediato.
El suelo se sentía algo frío, una gigante y sumamente hermosa luna azul se aparecía atreves de los grandes ventanales del gigantesco y amplio salón de eventos de estilo vintage, cuyas paredes estaban llenos de hermosos detalles de madera que parecía ser de algún tipo de madera. Observe alrededor para saber si el lugar me resultaba familiar, pero no era así, a la distancia se podía observar un gran piano de cola negro, el cual estaba tenuemente iluminada por los rayos de luz de la luna que entraba por la puerta de cristal que daba a un balcón.
El piano empezó a emitir una melodía de la cual era muy bella para mis oídos, la tonada era simplemente dulce y cálida a pesar del frío invernal que se sentía.
Sin ninguna razón empecé a dar grandes pasos hacia aquel gran piano, pero a cada paso que daba la distancia se hacía más grande, de lo cual empecé a correr hasta que al fin llegue hasta aquel piano justo a tiempo de que la melodía había terminado. Dando unos pasos para ver más de cerca al pianista, pero este no estaba sentado en el banco negro, pero en el asiento se encontraba un objeto que brillaba algo intenso, me acerque para tomarlo y el objeto era un anillo de plata perfectamente pulido.
Sentí que algo o alguien me tocaba el hombro derecho, al girarme estaba un hombre alto quien vestía unos pantalones de tela algo ajustados a sus piernas con una camisa de seda algo holgada de colores claros de los cuales con la tenue iluminación de lo cual me dio la sensación de estar en algún lugar mágico de algún cuento de hadas.
Este hombre se inclinó hacia mí lentamente, al que igual que su brazo y mano izquierda rodeaba gentilmente mi cadera y de repente sentí sus cálidos labios posarse gentilmente sobre los míos, dándome un hermoso beso del cual no quería que parara mientras él seguía con el beso un fuerte, pero tenue aroma a rosas y vainilla inundaba el sitio.
Desperté del maravilloso y extraño sueño que aún rodaba por mi cabeza, me había quedado largo rato tratando de analizar cada detalle que no note que alquilen llamaba a mi puerta de forma incesante, lo cual me había molestado un poco.
Abrí la puerta y vi a Preeda con Narong, y no sabía por qué estaban aquí hasta que recordé que los dos viven en el mismo edificio y el día anterior iríamos juntos a la universidad porque Narong tenía auto.
—Hey!!… ¿Thomas aún no estás listo?… vamos apresúrate, se nos hace tarde— dijo Narong al verme aun en pijamas. No lo había notado, era supertarde, me había quedado pensando sentado en la cama alrededor de veinte minutos.
—Oh… mierda es verdad… pasen, me alistaré enseguida—dejé que los dos entraran mientras que yo fui a cambiarme lo más rápido que me era posible, no podía perder más tiempo del que me quedaba , tome un desayuno rápido y salimos a clases llegando al salón faltando 5 minutos para que el profesor llegara.
Más tarde, en el descanso, los tres salimos del edificio mientras le contaba a Preeda y Narong sobre lo que había a pasado en el club de Actuación y de lo que sentía cuando Deán estaba cerca de mí.
Preeda dijo que me estaba enamorando poco a poco de Deán, apenas lo conozco y ya me estoy enamorando de él, Jim le había contado a Narong que Deán estaba coqueteándome, y no me daba cuenta de eso.
—Thomas, ¿por qué te levantaste tan tarde hoy?… ¿Sucedió algo que quisieras contarme?—exclamo Preeda mientras caminábamos hacia una mesa disponible en la hora del almuerzo.
—Emmm… no es nada importante, es solo que me quede reflexionando un largo rato sobre el sueño que tuve anoche… solo eso—exclame mientras ponía mi mochila encima de la mesa.
—Oh, ya, veo… ok… Y sobre que era el sueño… cuéntamelo todo— exclamo algo extasiada mientras sacaba su bento de su amplio bolso.
—Thomas, antes de que empieces, ¿quieres que traiga tu almuerzo?—interrumpió Narong con esa pregunta, la cual asentí rápidamente para luego empezar a relatar a detalle todo mi sueño.
Tras contarle todo, Preeda se quedó pensativa un largo rato mientras que yo ingería mi almuerzo lentamente.
Preeda alzó su mirada sorprendida y emocionada a la vez, la cual me pareció algo rara, ya veía a otra dirección de la cual obviamente me dio tanta curiosidad, así que gire para ver el motivo de la expresión de Preeda y para mi mala suerte Deán estaba sentado con Jim en la mesa de alado.
Gire rápidamente y mis mejillas empezaron a ponerse algo rojizas, las cuales Preeda y Narong notaron.
Jim se había levantado con su cámara profesional en su mano y dirigido hacia Narong para intercambiar palabras silenciosamente, mientras que yo me quede pensando en ¿Qué están tramando estos dos? Pero ya era demasiado tarde para darme cuenta de lo que tramaban.
—Thomas Deán, ¿quiere hablar de algo contigo?—maldición lo sabía, pero porque no acercó a que el mismo me lo digiera, opiné en mis adentros.
—Thomas…-mierda, esa voz era de Deán, me giré para mirarlo, de inmediato él estaba parado a un metro de mí con sus manos en los bolsillos
—¿Puedo hablar contigo a solas?— Genial a solas… dios, eso no me gustaba.
Pase saliva nerviosamente antes de contestar a la pregunta de Deán.
-Sí… claro—exclamé totalmente nervioso mientras intentaba levantarme del banco de piedra que estaba fijada en el suelo.
Deán tomó mi mano y de ella me llevo hasta un callejón entre facultades en la cual casi nadie transitaba por allí, una vez solos allí espere con ansias lo que Deán tenía que decirme.
—Mira, no sé cómo hacértelo saber y no sé si es muy pronto para hacerlo porque no estoy muy seguro de lo que siento, pero… desde que entraste a la facultad por primera vez y al verte……. ¡Rayos! —Deán había cambiado su expresión seria a una de confusión, al igual que yo, ya que no entendía en lo que trataba de decirme.
Note que su respiración estaba acelerada, de lo cual causo que inconscientemente pusiera mi mano en su pecho para sentir los latidos de su corazón, qué manera tan extraña empezara a latir a la misma frecuencia y velocidad que mi corazón latía en ese mismo momento. Deán no se había dado cuenta por qué se encontraba pensativo, la cual aproveche para poder decir algo.
—Deán… sé que intestas decirme algo importante, pero…—hice una pequeña pausa para pesar con cuidado en lo que estaba a punto de decir
—Déjame conocerte a profundidad…no te diré el motivo por el cual aún no estoy totalmente seguro… Pero creo que deberíamos empezar de nuevo…—Deán me escuchaba atentamente mientras cambiaba de expresión a una calmada y atenta.
—Hola… soy Thomas Sasaki… un gusto conocerte—, exclame sonriendo a la vez que alzaba mi mano en espera en la que él la estrechara.
Deán sonrió mientras se lamía los labios.
—Encantado de conocerte, Thomas… Mi nombre es Deán Derricks—el tomo mi mano y dio un pequeño beso en el dorso de mi mano para luego soltarla. Sorpresivamente, Deán se acercó demasiado a mí, el cual yo di algunos hacia atrás, estar totalmente arrinconado a la pared de la cual Deán puso una mano en ella mientras su mirada se volvía totalmente coqueta.
—Lo siento tanto Thomas, pero de ahora en adelante coquetearé contigo—esas palabras me sorprendieron tanto que me quede totalmente inmóvil ante tal exclamación a la cual no sabía cómo reaccionar.
CAPÍTULO 2
Mucho tiempo después, ya era fin de semana y estaba con Narong, Preeda e Asnee en mi departamento porque teníamos que preparar una Película para el Primer Festival Anual de las Bellas Artes de la universidad, junto con las carreras de fotografía, cine y actuación, y de la cual se llevaría a cabo dentro de un mes y medio. Todos en la facultad de Artes estaban muy ocupados y muy animados porque era la primera vez que la universidad lo organizaba, todas las especialidades se habían unido en cuatro grupos en colaborar para que el festival fuera exitoso y memorable. Nuestra tarea no era simple, porque teníamos que preparar todos los guiones de cada personaje de lo cual fue una ardua y larga tarea.
Nos tomó casi dos semanas en prepararla, pero gracias a Asnee, el día anterior no asistió al club de música, pues, una parte de su lira se había estropeado, precisamente él decidió ayudarnos. Narong había insistido en que debería practicar en su solo de Arpa para el recital del club de música, pero aun si nos ayudó. El cual había hecho una gran parte de los guiones, logramos terminar el trabajo a medio día.
Me relajé en el sillón mostaza porque al fin habíamos terminado con el largo trabajo, los tres soltamos al unísono un suspiro de alivio mezclado con relajación.
—Dios santo… Nunca pensé que el trabajo de un Guionista fuera tan agotador-—exclamo Narong mientras cerraba su laptop y la ponía en la mesa.
—Lo es, en cambio, estoy tan excitada… La próxima semana se hará el casting para los personajes principales—expreso Preeda y después soltó unos pequeños gritos de emoción, ella formaba parte del equipo de casting.
Mi Móvil comenzó a sonar al cual lo había puesto en la pequeña mesa en la que había puesto algunos vasos y una botella de jugo de uvas, lo tome y note que era una llamada de Touya, de lo cual respondí rápidamente.
—Touya… ¿Cómo estás, hermano? ¿Cómo está Papa?—exclame en japonés mientras Narong y Asnee empezaron a jugar en línea juntos en sus Móviles.
—Estoy muy bien hermano…. Pues aparentemente estable—me levante del sillón y me dirigí a mi habitación, pues el comentario de Touya sobre Papa me había preocupado.
—¿Ya obtuviste los resultados?—Narong empezó a lanzar unos molestos gritos agudos.
—Sí, acabo de recogerlos…… En ellos dice que aparentemente todo está normal, que no tiene nada…… Últimamente, he escuchado que los análisis clínicos en el país no han estado funcionando verídicamente, pues hay una gran demanda de reactivos…… Sinceramente, hermano, esto me está empezando a preocupar— Santo cielo, las palabras serias y secas de Touya hicieron ponerme tan nervioso y algo angustiado.
—De hecho ayer Papa no quiso comer casi nada y el día de la competición él se desmayó justo cuando salía del baño, eso me tomo por sorpresa, Respiraba agitadamente de lo cual me asusto muchísimo, por eso me quede en casa y no fui a competir…. Justo ahora Papa está estable—añadió Touya pausadamente y casi susurrando.
—Ya veo, pero ¿no te metiste en problemas con tu entrenador?—Asnee había entrado en mi habitación mientras que Preeda empezó a lavar los pocos trastes que los cuatro habíamos usado.
—Sí, estuvo molesto…. Pero después se calmó cuando le relaté lo que había pasado……… Como sea tengo que irme ya, tengo clase de cocina en cinco minutos, hablaremos otro día…… Bye—se podía oír el repiquetear de la campana del instituto anunciado que el descanso había terminado.
—De acuerdo, ve rápido a tu salón… Adiós—tras esto corte la llamada y lance un pequeño suspiro al que Asnee había oído.
—¿Sucedió algo….Kenzo?— Asnee se acercó hacia mí mientras ponía una pose de defensa, pues no había escuchado en mucho tiempo mi nombre en japonés que significaba Fuerte y Saludable, nombre que mi madre biológica me había puesto hace mucho tiempo y me sentía extraño porque ella solía hacerlo en los pequeños y escasos recuerdos que poseo de ella.
Pero ahora Asnee empezó a hacerlo, aunque le había pedido que no lo hiciera, pues aparecen en mi mente los recuerdos de los cuales me ponían muy sentimental porque echo de menos a mi madre, quien había fallecido cuando era pequeño de cáncer.
—Asnee….no me llames de esa forma…. Por favor de verdad, te lo pido….no me hagas golpearte- Asnee retrocedió unos pasos al verme apretar mis dos manos fuertemente.
—Ok… Pero no te enojes…— Asnee alzó sus manos en señal de rendición y salió de mi habitación dirigiéndose a la sala de estar al cual lo seguí.
—Chicos estoy hambrienta… ¿Qué tal si vamos a comer en el nuevo restaurante de comida coreana que abrieron ayer?—Preeda se había sentado en el sillón mientras nos quedó mirando mientras esperaba alguna respuesta.
—Es verdad Hangul´s inauguró ayer…. Jim y Lamai fueron a comer ayer—exclamo Narong mientras sacaba algo de su mochila.
—Me parece bien ir a ese nuevo restaurante… será mejor que vayamos ya— exclamo Asnee mientras veía algo en su móvil.
—Pues vamos—Nunca en mi vida he probado esa comida de lo cual me parece que es sumamente picante, aunque no tanto como la tailandesa.
Los cuatro salimos de mi apartamento y nos dirigimos a dicho restaurante, el cual en verdad la comida era muy picante, pero deliciosa, aún extrañaba la comida japonesa que solía comer cuando vivía en Japón.
Siempre extrañaba la comida Japonesa cuando me había mudado a vivir en el extranjero, recuerdo que en mi primer viaje lejos de Japón, había vivido por cuatro años en Seúl a causa de tener unas excelentes calificaciones, me fui de intercambio a Corea del sur y en ese tiempo nunca había probado la comida tradicional de corea porque siempre optaba por comer la japonesa además del pollo frito de lo cual me encanta.
—La comida estuvo deliciosa, disfrute mucho de la comida— exclamo Preeda mientras sonreía satisfecha, mientras que Narong y Asnee sin decirnos nada fueron a pagar de nuestra comida, ya que los dos estábamos distraídos charlando sobre el casting.
—Chicos, tengo que irme, tuve un problema, nos vemos luego—exclamó Narong mientras sacaba del bolsillo su móvil para contestarlo.
—Ok…. Narong tus cosas están en mi casa—exclamé al verlo salir con algo de prisa.
—Iré a recogerlos más tarde—Narong salió del restaurante con el móvil pegado a su oreja.
Note que hacía mucho viento afuera, asumí que pronto llovería y tenía que regresar lo más pronto posible porque había dejado las ventanas de mi habitación abiertas porque me gustaba que entrara un poco de aire.
—Chicos, tengo que irme… Pronto lloverá y dejé las ventanas de mi habitación abiertas—me levanté de la mesa rápidamente mientras tomaba mi chaqueta y guardaba mi móvil en el bolsillo trasero de mi pantalón.
—Ok…. Yo también tengo que irme, mi mamá va a ir a mi departamento y recuerdo de que lo deje un desastre—Asnee exclamo mientras veía su reloj antes de salir corriendo del restaurante.
—Asnee espérame voy contigo…—salí tras de él casi tropezando-Ay chicos… No me dejen sola- exclamo mientras nos veía a los dos, pero su móvil sonó al cual contesto con la misma sonrisa de siempre.
—Vienes con nosotros Preeda?— pregunté al pararme en seco justo a centímetros de la puerta del restaurante.
—Espera un momento…— hizo una pausa corta para responderme.
—No vayan ustedes, tengo una reunión de reencuentro con mis antiguos compañeros de la secundaria—exclamo y continuo con su llamada, me despedí con la mano y salí del restaurante para dirigirme al auto de Asnee quien estaba esperándome algo inquieto.
—Sube rápido, tenemos que llegar al edificio en menos de una hora, tengo una hora para ordenar todo mi departamento antes que mi madre llegue o no me dejara vivir solo—Asnee ya estaba algo nervioso y con mucha prisa, me di prisa y subí al vehículo rápidamente.
Asnee condujo con algo de prisa mientras que yo intentaba no ponerme nervioso, casi siempre cuando él tiene prisa suele conducir casi como un maniaco, de hecho esa vez por poco atropella a un hombre extranjero de 24 años o eso parecía.
Lo golpeé fuerte en su brazo izquierdo mientras lo regañaba diciendo ASNEE… Maldita sea…. CONDUCE COMO UNA PERSONA DECENTE QUIERES!!… ¡AY!! Dios santo, El brazo de Asnee le dolía por alrededor de un minuto, pues se lo merecía él muy irresponsable y de manera inmediata hice que se disculpara con el chico de manera inmediata.
Después de unos minutos llegamos al edificio, Asnee fue rápidamente a su departamento, después de despedirnos en el ascensor del edificio, tras esperar unos pocos segundos más en el ascensor llegué a mi piso y fui a mi departamento rápidamente, entrando a mi habitación para cerrar la ventana, puesto que empezaban a caer gotas de lluvia a la par que el viento soplaba más fuerte.
El viento había desperdigado algunas hojas de papel por casi toda mi habitación, tuve que recogerlas para ponerlas de nuevo en el escritorio, apenas había terminado mi móvil, empezó a vibrar varias veces seguidas creyendo que alguien me estaba llamando, pero al verlas eran algunas notificaciones de mi red social favorita, Abrí las notificaciones y me di cuenta de que era una foto, pero fue muy grande mi sorpresa al ver una fotografía de Deán súper cerca de mí con su brazo en la pared en el espacio que había entre facultades.
Dicha foto tenía un cúmulo de comentarios y me gusta, estaba por leer los comentarios, pero Asnee me había marcado al móvil contestando sin dudarlo.
—Thomas… Viste lo que está pasando en Instagram??… Todo el mundo está hablando de eso… Hasta hay hashtags—Asnee hablo mientras que yo aún estaba sorprendido.
—Si ya lo vi Asnee…. ¡DIOS!! ¡Quien pudo haber capturado esa fotografía??… AHHH!!— me tiré a la cama y puse a Asnee en altavoz y empecé a golpear ligeramente el colchón
—Nadie sabe quién fue, la cuenta es privada y no tiene mucha información en su biografía, pero a juzgar por la excelente calidad de la fotografía creo que la tomaron con una cámara profesional y pudo haber sido cualquiera— Asnee parloteo rápidamente mientras que yo analizaba mi existencia y reputación expuesta a toda la universidad.
—AHH!!… QUE HARÉ AHORA ASNEE…. Una vez más quede expuesto ante toda la universidad—exclame casi gritando de la frustración que sentía porque no podía hacer nada.
—A estas alturas creo que Deán ya debió haberla visto…— con el simple hecho de escuchar el nombre de Deán más Frustrado me puse.
—Qué!??… MUÉRDETE LA LENGUA…. — me senté de golpe y puse mis manos en mi cabeza y, alborote mi cabello totalmente, repentinamente escuché alguien llamar a la puerta, el cual me tomo por sorpresa.
—Asnee alguien está llamando a mi puerta… Te llamaré luego adiós— después de exclamar esto rápidamente corte la llamada y fui a ver quién llamaba a la puerta a la que abrí y era Deán quien vestía de forma radiante como siempre.
Él usaba un atuendo algo causal y a la moda que a simple vista pareciera ser un supermodelo europeo perteneciente a la mejor casa de modas de Bangkok.
—Deán… Qué sorpresa- él me veía como si no me hubiera visto en mucho tiempo mientras que yo trataba de guardar mi móvil en el bolsillo trasero de mis jeans algo ajustados.
—Lamento haber venido aquí sin avisar — exclamo seriamente mientras ponía sus manos en señal de disculpas.
—No te preocupes Deán, fue una sorpresa de que vinieras— no había notado que Deán había traído una bolsa de supermercado con algunos víveres que él había comprado.
Deán extendió hacia mí la bolsa para que la tomara a lo que puse una cara de extrañeza.
— Eh?? Y esto? — exclamé mientras cogía la bolsa.
—Es para ti….me tomé la libertad de comprar algunos víveres para ti… Espero que no te moleste—una pequeña sonrisa se había dibujado en su rostro.
—Ah… Emm… No debiste hacerlo… Pero Gracias— al recibir la bolsa me había incomodado, pues no estaba acostumbrado a recibir regalos de alguien que apenas conocí hace casi tres semanas.
—¿Puedo pasar?— pregunto Deán de forma cortes. Me retiré del umbral de la puerta y dejé que Deán entrara a mí algo pequeño departamento.
Fui a dejar la bolsa en la cocina para poder sacar de ella los víveres y guardarlos, en especial los congelados porque no quería que se estropearan; Mientras guardaba los enlatados, un mensaje había llegado a mi móvil, el cual lo saque para observarlo rápidamente y era de Touya el cual contenía una fotografía de Papa con un hombre coreano que nunca había visto.
Deje el teléfono sobre el mesón y continúe guardando el resto de compras en la maldita alacena en la cual no llegaba a pesar de mí algo alta estatura, al abrir la alacena el frasco de jugo de mango que Narong había comprado ayer se derramó sobre el escurridor de la vajilla.
—Rayos…— solté un suspiro mientras maldecía internamente, tomé un pañuelo de tela y limpie los restos del jugo de la alacena lo más que pude.
—déjame ayudarte— Deán tomo el pañuelo húmedo de mis manos, me giré a verlo, el cual estaba relativamente cerca de mí, que pude sentir su respiración, además de percibir el aroma de su perfume, de lo cual siempre me embriaga.
Al mirarlo a los ojos mi corazón empezó a latir velozmente, como las otras veces en que él estaba muy cerca de mí, una sensación de euforia empezaba por empoderarse de mí, al igual que querer deslizar mis manos desde su grande pecho hasta sus hombros de lo cual estuve casi a punto de hacerlo.
—Listo… Ya está limpio…—Deán bajo su brazo y una vez más clavo su mirada en mí mientras ponía el pañuelo encima del mesón.
— Muchas gracias… Deán — dije mientras sentía como mis mejillas empezaban a calentarse, baje un poco mi cara mientras rascaba tímidamente mi nuca.
—De nada… Thomy— Deán puso su mano en mi barbilla y levanto mi rostro, algo manera delicada a la vez que aún se me hacía extraño que él me llamara de esa forma, aunque la termine aceptando.
—¿Recuerdas el momento cuando empecé a coquetear contigo?, ¿en ese espacio entre edificios de la facultad de artes?… pues alguien tomo una fotografía de los dos y la colgó en Instagram — genial Deán ya había visto la foto.
—Si lo recuerdo y ya la he visto …. Ay un montón de comentarios— exclamé rápidamente.
—pues no me importa lo que piensan los demás….de lo que a mí me concierne es que…— el sonido de la puerta había interrumpido a Deán, el cual tocaba incesantemente.
—Disculpa… Deán tengo que atender— exclame mientras me apartaba de él para ir a la puerta.
Abrí la puerta y Narong entro a mi departamento ignorando totalmente la presencia de Deán, quien tenía una expresión de sorprendido.
—Narong…… HEY¡— Narong fue a mi habitación y tomo su mochila en la cual estaba junto a la lámpara de pie de color blanco, el cual usaba cuando me sentaba en la silla de estilo vintage para leer.
—discúlpame Thomas, pero tengo algo de prisa…—exclamo mientras salía de mi habitación casi corriendo.
–Oh Deán, ¿que haces aquí?… como sea nos vemos el martes– Narong noto a Deán, quien tenía una expresión totalmente seria y con sus manos en su cintura. Narong se había marchado de mi apartamento mientras intentaba preguntarle que es lo que sucedió y el porqué no iría a clase el lunes.
—Thomas…—exclamo Deán mientras tomaba su chaqueta del sofá.
— Sí?? — exclamé mientras cerraba la puerta al momento que Narong salió.
—¿Puedo llevarte a un lugar? — Deán se había puesto su chaqueta mientras esbozaba una sonrisa en sus labios.
—¿Que clase de lugar ? — pregunte mientras daba unos pequeños pasos hasta el lavabo para tomar y escurrir el pañuelo empapado de jugo de mango, el cual ya empezaba a secarse y dejar una sensación pegajosa.
—Pues a un cine… ¿Quieres ir? — Deán se había acercado hasta mí silenciosamente mientras yo limpiaba el desastre, algo pegajoso del mesón.
—Espera, ¿me estás pidiendo una cita? — dejé por un momento el pañuelo en el lavabo y dirigí mi mirada hacia él.
—Eh…. Pues si, algo por el estilo— respondió nervioso mientras se tocaba la parte trasera de su cuello.
Al verlo nervioso por primera vez se me hizo muy tierno y extraño, pues ya estaba acostumbrado a verlo siempre serio y dar pequeñas sonrisas, pero creo que poco a poco se irá mostrando como en realidad es y me muero de ganas por saberlo cuanto antes, de forma inconsciente había sonreído al verlo que obviamente había notado mi amplia sonrisa.
—De acuerdo…. Voy a cambiarme— fui a mi habitación, a cambiarme de ropa porque lo que llevaba se había manchado con el jugo de mango.
Tras varios minutos salí de mi habitación, Deán se había sentado en el sofá mientras él leía el libreto que Narong, Asnee, Preeda habíamos escrito hace casi 2 meses.
—Ya estoy listo…—Deán cerro el libreto y lo puso encima de la mesilla de centro.
Deán me observo de arriba a abajo y luego camino hacia mí con una mirada algo decidida y con el brillo de sus ojos que se habían intensificado al verme.
Aún no entendía el porqué del extraño brillo en sus ojos hasta que recordé el momento en el que hacía una investigación sobre los síntomas y características de una persona enamorada porque era parte de un trabajo en grupo de mi clase de literatura en la cual teníamos que crear un pequeño libreto de temática romántica de la cual me hizo darme cuenta de que Deán estaba enamorado.
—Vaya…. Luces muy bien… Además de siempre oler muy bien— exclamo Deán mientras se levantaba del sofá y caminar hacia mí.
—Ammm… Gracias Deán— exclamé mientras le daba una cálida sonrisa a lo que el también sonrió un poco.
—Vámonos… La función pronto empezará— Deán había visto su reloj mientras hablaba.
Deán y yo salimos de mi departamento y nos dirigimos hacia el centro comercial Parangón que era uno de los más grandes, caro y exclusivo de Tailandia, además de tener un acuario.
Al llegar al Centro comercial, no podía dejar de maravillarme con el decorado tan lujoso de cada tienda e islotes de casi todo el centro comercial, Deán me veía casi todo el tiempo mientras soltaba una sonrisa de lado a la vez.
—Tom, ¿no has venido a este lugar, verdad? — pregunto mientras seguía caminando a mi lado, mientras que yo seguía embobado por el lugar.
—No, nunca he venido… Pero he escuchado mucho de este lugar por parte de Narong— exclamé al dirigir mi mirada en un hermoso saco azul de Prada.
—Además, ¿Qué cosa compraría aquí? Todo aquí es mucho más caro comparado con los otros supermercados… Porque la gente que viene aquí sí que tienen un montón de dinero en el cual no saben en qué gastar— comenté con un tono bastante bajo para no incomodar a la gente que tienen una muy buena situación económica.
—Lo entiendo Tom, pero yo también formo parte de esa clase social… Porque mi familia es dueña de tres importantes corporaciones, empresas y dos agencias de viajes— dijo Deán cuando estábamos cerca del cinema del centro comercial.
—Ahh… Lo siento si dije algo que te incomodo… De verdad me disculpo de antemano— mi comentario puso algo incómodo a Deán, de la cual no fue mi intención.
—No te preocupes Tommy… ¿Puedo llamarte Tommy verdad? — pregunto de manera educada y calmada a la vez de atenta.
—Ehh?… claro, aunque me costara acostumbrarme… Nadie me ha llamado de esa forma y siendo sincero eres la primera persona que lo hace– exclame mientras tocaba mi antebrazo tímidamente.
—Ok… Te llamaré Tommy…. Espera aquí iré por las entradas— Deán sonrió ampliamente, mostrándome por primera vez su encantadora y cálida sonrisa que no sabía que tenía, a la cual se había grabado en mi mente mientras lo veía acercarse al apartado de boletería.
—Listo… Vamos —Deán se había acercado después de 2 minutos con los boletos en su mano.
Asentí con la cabeza y nos dirigimos hasta la sala, justo en el momento en que empezaron a pasar los tráileres de las próximas películas que estaban por estrenarse, nos sentamos en nuestras butacas y esperamos a que la película inicie, Deán escogió con anterioridad la película y era de animación japonesa, no había visto una de esas en mucho tiempo.
Deán había escogido Your name, una película tan taquillera y una de las más hermosas que he visto porque tiene una animación y escenarios tan hermosos que me dejo totalmente deslumbrado, además de la historia me hizo sentir un abanico de intensas emociones de las cuales no pude reprimir dejándome al descubierto ante Deán como si de un libro abierto se tratara. Al terminar la película noté que mis mejillas se habían enrojecido tenuemente porque tenía una leve alergia cutánea a las lágrimas de las cuales ya me había acostumbrado desde pequeño.
— Tom…— exclamo él con un tono dulce, a lo que dirigí mi mirada hacia él sin decir nada.
— tus mejillas… Están rosadas y algo hinchadas —
— Oh… bueno… Pues es por una pequeña… Alergia… No es nada de que preocu…–
— Me gusta te vez… Muy tierno- exclamo él al interrumpirme mientras esbozaba una sonrisa cálida.
— Oh… Emmm— sin querer había derramado casi medio bote de las palomitas que estaba encima de mis piernas. Sin darnos cuenta, la sala ya se había vaciado dejándonos solo los dos. Deán se había acercado hacia mis labios tomándome por sorpresa.
—Deberíamos irnos ya… Pronto vendrán a sacarnos para limpiar la sala para la próxima función…—exclame mientras él seguía acercándose más y más a mis labios.
—Ehemm… Disculpen, pueden salir de la sala, por favor — una voz algo aguda de una mujer hizo parar en seco a Deán y apartarse rápidamente, mientras que la mujer avanzaba a pasos grandes llevando consigo una escoba y un tacho de basura.
— Enseguida salimos… Disculpé las molestias— exclamo Deán mientras se levantaba de su butaca y tomaba las bolsas que habíamos traído. Salimos de la sala sin decirle nada a Deán debido a lo que lo notaba, algo avergonzado por casi besarme sin pedírmelo o eso es lo que yo creía.
— Perdón por tratar de… Besarte en la sala de cine… Creo que no debí hacerlo, estoy yendo muy rápido, ¿no es así? — tras esas palabras me había quedado en blanco y si la verdad estaba yendo deprisa porque apenas lo conozco aproximadamente 4 meses desde el momento en él empezó a coquetearme ligeramente en los ensayos del club de teatro y durante ese tiempo no me he atrevido a invitarlo a salir debido a mi gran nivel de nerviosismo que se había tornado algo extremo hasta que él dio el primer paso en invitarme al cine, el cual no me lo esperaba.
—Ahhmm… Si la verdad siento que vas rápido, no como yo… Quiero decir, te conozco más o menos y ya trataste de robarme un beso…*suspira* siendo sincero, no me gustaría que sea de esa manera mi primer beso y si te disculpo por eso — exclame mientras pasábamos por lo que parecía ser una dulcería.
— Ah lo entiendo… Lo siento… De verdad, iré más lento — Deán bajo su mirada con una expresión seria, dándome a entender su arrepentimiento.
Después de mucho caminar por todo el centro comercial, mis pies ya me comenzaron a doler un poco, a más de ya haber anochecido, entonces le pedí a Deán que me llevara a casa porque el cansancio ya se me empezaba a notar gradualmente.
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