REFLEXIONES A MEDIDA NOCHE

Existe un anhelo por tener una vida feliz, creada a base de frases de algún señor maravilloso.

La madrugada inmensa se abre ante mi pecho.

No puedo dormir, los pensamientos que guardo en la cajita que está debajo de mi almohada implosionan.

La habitación se llena de polvo cósmico, mis emociones, pequeñas microparticulas en suspensión.

Puedo ver a simple vista la partícula de Dios.

Se crea un agujero negro.

Desaparezco.

Sin esperarlo me encuentro en una dimensión paralela en la que sin saberlo logro entender que es para mí la vida.

Joder, la vida, es el camino que recorres desde que naces, hasta que mueres.

Y en ese camino nos encontramos baches, zanjas incluso hay veces que agujeros negros, que nos quitan la luz y nos llevan a otras dimensiones.

También nos encontramos valles repletos de hierba y agua, lagos en calma e incluso estrellas sonriendo.

El camino es inesperado, y si, podemos tener las herramientas para poder decidir hacia donde dirigirlo, pero en las numerosas bifurcaciones que se dan, la certeza del acierto es una utopía.

Y estos pensamientos locos, me llevan de nuevo a mi cama.

Comienzo a sentir que disfruto de cada uno de los pasos que doy, que vivo con pasión.

Estos pensamientos, me permiten abrir los brazos a las oportunidades, y no tener miedo a que la decisión tomada salga mal.

Y, ¿Porqué no?,

amemos mucho, cuidemos mucho, y dejemos que nos amen y nos cuiden.

Que jamás falte el humor y que nunca haya que contenerse si quieres llorar.

Porque, pase lo que pase durante el camino,
el final es el mismo para todos.

Y en ese final yo querré recordar a los seres, que en mi vida, han aportado cosas bonitas

Todo lo demás habrá sido atrezzo.