Gloria literaria.

Gloria literaria.

carlos zieve

14/05/2023

Último Tweet de Fernando Sánchez Dragó, diez minutos antes de morir de un infarto.

«El gato Nano me da los buenos días. Él sabe que en la cabeza está el secreto de casi todo».

Encendí un pitillo. Sabia que me hacía daño, pero inhalé el humo con voluptuosidad, hasta el fondo del alvéolo. «Me importan 80 dracmas contraer cáncer”, me dije a mi mismo. Ya he escrito la Gran Novela Americana. Valgo mas muerto que vivo. Estoy cabreado. Fernando ha encontrado a la Parca y ahora entra en el Parnaso Literario  y sus libros -de modo automático-  ya  valen mas que los míos, simplemente por el hecho de ser ya fritanga para forense. Lo considero injusto: siempre he escrito mejor que él. Siempre.

-» Y una polla como una olla», me contesta Fernando desde el Hades.

 Yo cosecho grandes ganancias y pierdo  átomos de salud cada día.  Polvo eres…y en polvo te convertirá…dije mientras desdeñosamente dejaba caer la ceniza sobre el pulimentado piso del linóleo del tanatorio para darle  el último adiós a  Dragó, envuelto ya  en un chaleco de madera.  “Que la tierra te sea leve”, musito.

Dragó   ya ha   cruzado  la Laguna Estigia,

y yo aquí, muerto de envidia tengo que seguir escribiendo para  vivir. 

Echaré de menos nuestras broncas literarias en el Café Gijón. Navajazos verbales. 

  Adiós enemigo literario: espero que tardemos mucho el volver a vernos.

Barajo palabras de ánimo a la viuda nipona. No funciona. Prefiero abrirme pronto y salir derrapando . No soporto las palabras de los Hombres Acicalados y las miristoloi (plañideras). Rumores sobre cánceres, virus y desdichas. Paso. Me abro.

Una chica desgarbada y demasiado alta llena de ojeras me impide decir unas palabras que fueron y vinieron, pero que no logré sacarlas de mi mueca hierática. Me fijé en sus zapatos bajos, sin tacón. Pensé en lanzar proyectada sobre mí y le bolas fáciles para que se explayara en su dolor, pero al final decidí ser fiel a mi fama de antisocial y salí a escape del Tanatorio. Imputaciones aseguradas sobre mi falta de sensibilidad. Pero vi una sombra de Muerte cercana- Paso y salto a mi buga. Pongo primera y salgo quemando llantas. En mis ojos llenos de lágrimas secas el amarillo malario se funde con el gris de hombre muerto. 
Por esas fechas yo tenía un Packard lleno de abolladuras de la última Nochevieja. Arranqué y salí quemando llanta del tanatorio, y sorbiéndome las lágrimas. Pensé en ir de fiesta en fiesta hasta que se me acabase el parné. Irme en una caravana de coches buscando priva y mujeres. Pero decidí irme a casa y no aumentar mi currículum de quebrantamientos de códigos.

Conduzco cautelosamente, sin pisar el acelerador, los veinte kilómetros hasta mi cubil. Soplaba viento de mar, y bajó la ventanilla a pesar de que amenazaba aguacero. Avanzo hacía el norte mientras empieza a caer la lluvia.  Esquivo con displicencia la Curva de la Muerte. Veo una linterna y una metralleta. Llámame Jack está dormitando en su buga patrulla, pero a ver mi aspecto desaliñado me da el alto. Torrente , el policía UGM:  Un Gordo de Mierda.

UGM se me acerca a toda prisa, bamboleando su grasa abdominal.

Multa por no llevar ITV, otra por fumar  costo afgano  y otra por zoofilia.

-“Tengo que decirte una cosa. No me interrumpas: Escribes mal». Me ha reconocido, el hijoputa.

Yo entrelazo las manos sobre el volante y  espero que escampe. Hay veredicto de culpabilidad .Deroga juiciosamente el Estado de Derecho, sonríe y con esa vocecilla de Torrente, regodeándose en las palabras: “Por pronto pago serán sólo 300”.

Lo considero una magnífica oportunidad para callarme y aceptar la culpa. Inútil el intento de entrelazar líneas narrativas de disculpa. Va a ser peor. Me palpitan los músculos de tanto apretar las mandíbulas. Pero me callo. Olfateo mi propio furor el enorme cuerpo del policía Local T-906 de la Gloriosa Policía Local de Elche , que se retira y  tarado con un cromosoma de más se despide con un toque de maldad llevándose la mano al quepis y deseándome buenas noches. Destila tufo a hijo de barragana.

Arranco el coche dejando atrás a ACAB. Reprimo un gesto obsceno dirigido a T -906, de la MADERO Local de Elche, sigo mi  itinerario , con 10 puntos menos en el carné. 

Llego sin más novedad a mi cubil. Llego a Castilfrío. Dragó me ha dado en herencia su casa.

Decido darle a la priva para olvidar. Bebo a morro. Cojo una botella de mezcal y me pego de un gran trago el gusano, mientras deseo que diez mil satanistas sodomicen  al  gordo   agente T 906 ( Elche)  , mientras le aporrean las costillas al ritmo de un timbal. Uno, dos, uno dos.

Vacío a morro la botella, pongo encopetada música de ópera y  converso con Dragó.

-«Es el karma, Carlos», me dice desde el Mas Allá. «Siempre escribí mejor que tú. Y lo sabes».

 A partir de ahora la noche me serenará. Estoy en un error.

Sueño con  fiestas  del Premio Planeta. 

Feudos de la felación, el salón está lleno de acaudalados levitas. Editores sin escrúpulos-

Los finalistas de este año son:

  • ‘Magdalena, la mirada del corazón’, de Ho Hanan 
  • ‘El amante ‘, de Gabriela Hausmann
  • ‘Siete mil kilómetros’, de Alma Browncross
  • ‘Las debilidades del Führer.  Esta es Mi novela. Una bella historia de amor desconocida entre Hitler y Marie Graaf von Below. 

El jurado de esta edición  está  integrado por José Manuel Blecua, Fernando Delgado, Juan Eslava Galán, Pere Gimferrer, Carmen Posadas y  Rosa Regàs.

 Lentejuelas, foxtrot, sonrisas y dientes. El Planeta paga un millón al ganador y 200.000 al segundo. Estoy en la Final. Los franceses se quedan con cara de paletos muertos, pero al final reaccionan. Y gana su candidato y me  hacen el número del monta cargas. Empoderamiento femenino y yo  a mamarla a Parla.

Entro en barrena psicológica. necesito tratamiento de choque. Necesito desapego emocional, catarsis y envolverme en el cloroformo de las fantasías para amordazar este dolor.

El mundo nunca sabrá la verdad.

Y yo no ganaré  el Premio Planeta.

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