Sé que soy frágil
Quizá eso sea lo que más odies de mi
¿Me odias?
Las noches que has interrumpido tienen mi cabeza mareada
Es aún difícil respirar
Escritos que divagan y no son claros inundan mi habitación
hoy los tire
Porque jamás creí necesitar pedirle a las estrellas que al menos tu rostro cambie de expresión si mi presencia es percibida por error ante tus ojos
Estoy desesperada, desde mis costillas nace el deseo de gritarte tanto, porque hay tanto que decirte,
Tengo un baúl de cosas que nunca te conté, ni lo haré
Porque mi alma está en el suelo, rogando compasión
Te dejaré, no me iré, sabes que no soy capaz
Pero castigaré cada latido que se atreva a susurrarte.
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