MUJER

Para ti, que animas mi desesperación, que haces renacer en cada frase un aliento de vida, la cual se escapa poco a poco entre mis manos.

Tu que en medio de las tinieblas eres sombra que cubre mi existencia y opaca mi tristeza, la que a veces despilfarro gota a gota entre mis dedos.

Aquella luz que brilla en la distancia es tu pensamiento, conjunto de ideas que son canciones de vida que al oírlas hacen renacer un poco las plantas marchitas que han estado latentes desde hace unos cuantos y lejanos días, y que ahora al sentir de nuevo tu rocío levantan sus hojas al firmamento agradeciendo al Dios del cielo y Dios del amor por tenerte cerca.

Los días frustrantes están pasando, y con ellos la carga de una lánguida existencia sin tu grata compañía. Mujer.

Gracias a tu entrega desinteresada, a tus frases cargadas de esperanza , al fresco manantial de vida que entregas por doquier, al mundo engalanado de tus cosas y al mágico mirar de tu existencia, vivo de nuevo la realidad, la enérgica alegría de sentir que el mundo gira y que los ideales utópicos existen y están cerca de la cima, pero para alcanzarlos se debe contar con tu eterna compañía, con tu mano indicándome el sendero, con tu voz corrigiéndome en mis equivocaciones y con tu vida como guía. Gracias por dejar que mi espíritu siga siendo libre, aunque mi vida siga atada a tu existencia.

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