Soy el símbolo de una generación llamada con frecuencia Millennials.
Retrato a una sociedad en la que muchos jóvenes cobran por su trabajo sueldos que no permiten despilfarros.
Soy una herramienta de ahorro y un arma de rebelión contra el consumo vacío de tiempo y de dinero.
Busco un mundo más solidario y sostenible, soy un modo de cuidar y compartir, un grito silencioso contra un sistema que empuja a las personas a necesitar y a correr.
Alto o bajo, grande o pequeño, cuadrado o redondo, de plástico o cristal, humilde y orgulloso, soy un táper.
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