Anhelo

La pasión muere como los anhelos de seguir nuestro sueño cuando sucumbimos a la sociedad y a lo que nos está estipulado desde que nacemos, ganar dinero, para luego morir.

Y es que la vida es una flor de primavera, tan delicada y volátil que en un descuido se puede destruir. Para algunos la vida es una simple línea que hay que seguir, no miran a los lados para ver, tal vez, que hay más caminos a seguir que la línea que siempre siguieron. Yo, me arrepiento, me arrepiento de haber seguido esa línea por años, incluso décadas, que ahora considero un desperdicio de tiempo y experiencias. Quisiera haber podido darme cuenta antes, tal podría haber cambiado mi destino, pero fantasear es algo gratis y sin embargo te deja un peso en ti, un cargo en tu conciencia, un desgarro en el alma, y hace que te preguntes a ti mismo: “¿Podría haber hecho algo diferente?”.

Y es desgarrador pensar que nunca pudiste cumplir tu sueño aun sabiendo que era imposible. Hay gente que lo consigue y estoy tremendamente envidiosa de ellos, y si eso me hace egoísta, adelante, lo soy, y no me escondo, porque ya no merece la pena hacerlo. Porque con esta carta me despido del mundo, de todo lo que tenía que haberme hecho feliz, como las películas con un grato final, que siempre sugerían que todo iba a estar bien y de todas esas experiencias que se supone que me pierdo. Y es que la sociedad quiere que creamos que se nace, se estudia, se trabaja y se disfruta. Y ese supuesto disfrute que algunos pocos consiguen y que muchos otros mueren anhelando haber alcanzado es una mentira, a decir verdad, siempre lo supe, pero quise engañarme a mí misma pensando que tal vez y solo tal vez yo fuera la excepción a la regla.

Pero estoy cansada, sinceramente he vivido cansada toda la vida, y aunque le estoy agradecida a mi madre por haberme criado ella sola y a mi padre por no entrar en mi vida nunca y arruinarla como lo hizo con mi madre, rota cuando intentaba ocultar sus sollozos en medio de la noche con el volumen de la tele; yo no puedo más, sé que muchos dirán: “Eres joven, te queda mucho por vivir” o “Solo los cobardes se matan”, a mí no me importa, tal vez sea una cobarde y para muchos otros una valiente, pero lo que todos saben es que soy egoísta. Egoísta porque dejo en este mundo amigos, familia y el amor que algunos me dieron y no pude corresponder. Egoísta por querer la salvación y el descanso que no me merezco. Egoísta, por quitarme la vida y desear que mi alma viaje donde siempre perteneció, las estrellas.

Nadie podría disolver la idea ya arraigada en mi conciencia, y no lo lamento, no lamento dejar mi trabajo sin despedirme, ni lamento no despedirme de mis amigos, porque sé que ellos leerán esto, y no se me ocurre una mejor despedida que esta carta, un pequeño resquicio de lo que alguna vez fue mi sueño y nunca pude cumplir. Gracias Nuria, por reírte conmigo de todas las tonterías que hacíamos y acompañarme siempre hasta casa cuando salimos de fiesta; gracias Sara por ponerle un poco de madurez a este grupo que por pequeño que fuera nos lo pasábamos en grande; Fermín, gracias por aceptarme en vuestro grupo que tan hermosos recuerdos me ha dado y gracias por tener esas charlas que tan buenos ratos nos han dado; Y María, la que considero mi mejor amiga, que por poco que nos viéramos siempre nos tratábamos como hermanas y, siempre estábamos la una para la otra, por muy mala que fuera la situación, gracias. Y es por vosotras que me he mantenido viva, pero considero que ya es hora, es hora de volver donde siempre pertenecí. Solo hay una cosa que lamento, y es: dejar solo a mi gato, espero que encuentre un buen hogar, y que alguien lo ame como yo lo hice.

Y aunque lo he llamado “despedida” no lo es, solo es un “Hasta pronto”. Este es el final de mi sueño hecho pedazos, la muerte espera por mí y las pastillas gritan mi nombre esperando a que las trague con una clama desesperada. Adiós mis queridos amigos y adiós a mi quebrada vida que algún día amé.

Miriam Carrasco Vide

11 de febrero de 2023

De: Una persona cansada de la ignorancia. 

Etiquetas: carta relato suicidio

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