fue el aroma fresco y herbal que me convocó bajo el sauce , un poco mas allá las flores blancas símil cerámica del limonero , se habrían paso entre las hojas gruesas lustrosas y suaves,que destilaba en el aire aquel olocillo a jabón y frescura . una sombra tan agradable que me dormir en la silla poco después de instalada. No percibí cuando cayeron sobre mi , solo cuando vi que se arrastraban sobre el piso; gordas y verdes con las patas abiertas en un ejercito improvisado, salté de la silla y sentí el hormigueo en el cuello, el hombro . el pecho y la sien , como si de electricidad hubiese sido tocada , me retorcí golpeándome las zonas donde las sentía, con violencia y desesperación, corrí fuera de su sombra ,escapando despavorida de la lluvia de orugas que se desprendían de las largas ramas del sauce , abrillantadas a la luz del la tarde, obesas, y verdes , me doble en arcadas , tocándolas , sin poder desprenderlas todas de mi pelo, había en el piso una alfombra de rugosidades moviéndose torpemente , se retorcían y ondeaban, intentando avanzar unas sobre otras , la sensación de su caminada ,aferradas a mi blusa me tenía tan descompuesta que pensé incluso en sacarme la prenda , pero descubrí que en el patio del lado había personas atentas a cada uno de mis movimientos
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