– Decidí amar, ¿pero cómo?
– Solo déjala, ámala, pero déjala.
– Quisiera pero está en todas partes, solo quiero amarla sacándome este Gamulan pesado que me ha regalado mi padre que ha heredado de su padre.
– ¿Crees que es amor sin la corbata y el ceño fruncido?, si puedes ve hasta su alcoba y dile que lo sientes, que nunca habías amado antes, eso siempre funciona, ya nadie lo cree, pero funciona.
– Recuerdo una historia de cuando era niño. Solía jugar al lado de una cerca, ese era mi mundo y no necesité ir más lejos por que allí era feliz, crecí y sentí mi mundo mas chico, decidí saltar la cerca y en el intento caí, nunca más me acerqué a ese lugar, muchos menos donde sentía que era feliz, sentí que ya no pertenecía ahí.
– Marcha entonces.
– Eso haré, ya no pertenezco aquí.
FIN.
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