Era un día lluvioso cuando salí, me podía resfriar, eso lo sabia, pero el deseo de ver fue más fuerte. El cielo estaba mezclado entre rosa claro y azul, era una mezcla explosiva, como si se hubiera robado el sol, la lluvia incesante, camine cerca de los pinos, pequeñas gotas se habían quedado entre las ramas, el reloj dio las seis de la tarde y el sol salio reflejándose en las pequeñas gotas mostrando miles de colores, me recordó a las luces navideñas, impresionado ante tal belleza mire hasta que el ultimo rayo de luz las abandono, y con la noche se volvieron una con el pino.
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