Relato infraordinario no. 1.
Tener un gato calicó que te levante temprano en la mañana para que le des de comer. Dirigirte a la cocina y servirle la comida en su plato. Asegurarte de que también tenga leche fresca. Desayunar y darte cuenta de que también tienes que limpiar su arenero. Irte a trabajar durante ocho horas para regresar a casa y que tu mascota te reciba cariñosamente. Le sirvas su comida nuevamente ya que se la comió toda, te sientes en el sofá a ver televisión y que tu gato se acomode sobre tus piernas para buscar un lugar calientito. Ir al baño pero sin cerrar la puerta porque al gato no le gusta. Entrar a tu habitación para dormir y que el gato se acomode en la esquina de la cama para dormir a tu lado. Apagar las luces y descanzar hasta la mañana siguiente. Despertarte nuevamente por el maullido y las mordidas de tu gato a la misma hora de siempre para que le des comida y repetir la misma rutina diariamente. Dándote cuenta que lo cuidas más que a un niño.
OPINIONES Y COMENTARIOS