Infraordinario: 

Surgió mi sentimiento de impotencia y me quedé boquiabierta, cuando el profesor me entregó una nota baja pensando en que yo era incapaz de hacer un trabajo tan correcto. ¿Quién te ha ayudado? Me preguntó. Por un lado me sentí orgullosa porque realmente fui capaz, sin embargo, la desconfianza ganó su terreno en mí. Lo pensé mucho, quizás demasiado. Llegué a la conclusión de que mi carácter tímido daba a entender algo de mí, que no aparentaba ser lo que yo misma sentía y quería demostrar. Supongo que al fin y al cabo, todos tendremos un sentimiento del que los demás piensen lo contrario de nuestra realidad. Sin embargo, no importa. Lo importante es que nosotros mismos decidamos qué es lo que nos debe ofender o afectar, y que tengamos claro hasta dónde podemos llegar.

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS