¿Por qué Caín mató a Abel?
La biblia es un libro fabuloso que usted habrá leído en alguna ocasión de ociosidad, soledad, religiosidad o fastidio, eso lo sabe usted y no lo sabre yo, es evidente. Yo también he leído la biblia y me parece a mí que matar a alguien con una golpiza propinada por una quijada de burro es un acto de violencia. Para cometer este acto se requiere de demasiada ira acumulada como incentivo, caso contrario, se pudo planear mejor la matanza, pudo hacerlo con un palo, o quizá estuvo planeado; una quijada de burro no es algo que te encuentras a primera vista. No discutiremos si fue planeado o no lo fue, lo cierto es que hubo motivación; envidia, los buenos tratos del creador.
¿Cuál fue la causa de la envidia? ¿Acaso Abel era más rico que Caín?
No, por aquellos días la medición de riqueza no se hacía como hoy. Abel no tenía cinco autos de fórmula junto a su choza, cuentas de banco, ni acciones de Apple, ni mucho menos inversiones petrolíferas, ni tampoco era considerado inventor, científico u otra cosa, a lo sumo podrías destacar la sumisión. Nos gustaría decir que por aquellos días la riqueza de un hombre se medía por sus valores, pero el cuento indica que hombre o animal medía su riqueza por el amor y favor de Dios, es decir; cuanto Dios te tomaba en atención y queremos suponer que Dios si tomaba en consideración los valores de un hombre, pero mentiríamos. Los relatos fantabulosos hacen referencia a la obediencia como una de las mayores virtudes de los hombres de aquellos días, a lo mejor Dios estaba decepcionado de su primer hijo, ya saben porque, ahora tenía punto de comparación, ustedes saben, sabemos que algo es mejor o peor cuando podemos comparar.
¡Vamos! Como cuando el profesor tiene predilección por cierto alumno, y, por ende, todas sus respuestas, tareas y proyectos van por encima de los demás, algo así fue esto –Ojo, que por eso se da el bullying, pero eso ustedes ya lo saben–. Todo lo hecho por Abel era casi perfecto, sus ofrendas eran aceptadas como virtuosas, mientras que las de Caín desde los cielos de ajedrez se veían como basura y mira que cultivar el campo no es tarea fácil, digamos que no es lo mismo que ser pastor de ovejas. En fin, Dios sabrá por qué, pero desde ese momento sembró la predilección que tienen los padres por algunos hijos. Sí, Abel era más favorecido con el cariño de su padre y eso despierta la ira de cualquier hombre.
¿Qué tiene que ver?
Nada, pero seguramente tú querías algo para entretenerte y hoy en día está de moda blasfemar en contra de la biblia y Dios, así que para llamar tu atención hay que recurrir a estas bajezas, aunque muchos de ustedes le llaman crítica constructiva, solo os diré que para que así sea os quedan años de investigación. En realidad, el tema es fácil:
En este mundo en el que la familia como constructo social va quedando como mito, hay o suele haber muchos Caín y muchos Abel, las cosas como son. Muchos cometiendo fratricidio y otros a puertas de hacerlo, sin embargo, sabemos que en vuestros corazones se esconde esa ira, la rabia acumulada de años de favoritismo de vuestros padres, años de acusaciones en vuestra contra en las que probablemente vosotros ni enterados, todo aquello suma. Los resentimientos crecen a medida que nos hacemos viejos, lo ideal es que todas las riñas de la infancia y juventud desaparezcan con los años, pero os invito a buscar en el fondo de vuestras mentes, os puedo asegurar que aquellas trifulcas permanecen y que ante la menor oportunidad estallarían con violencia.
¿De quién es la culpa?
Acaso Dios podía querer menos a Abel, es posible que podía, pero con él se veía identificado, a diferencia de Adán este crío era un tanto más obediente. Lo mismo ocurre con vuestros padres y no lo podéis negar padres, ustedes tienen favoritismo por alguno de sus hijos, esto ocurre porque se sienten mayormente identificados con ellos, tienen destrezas que hubieran querido tener, son obedientes y de una u otra forma los terminan comparando con otros, hijos de amigos, familiares o sus otros hijos. Además el hecho de que cuando son varios, dos o cuatro hermanos en disputa, cada uno compite por adquirir mayor atención de sus progenitores; unos con comportamientos destacados y otros con ciertos actos poco atinados.
Conclusión de esta verborrea, la culpa de la ira acumulada en los hijos causada por favoritismo de sus hermanos, es culpa en primer grado de los padres, pero eso no dice en la biblia.
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