Eran las 02.00 horas de la madrugada, estábamos a la orilla del Mar y la brisa era tan fuerte que el frio llegaba hasta los huesos, temblábamos. Ellos, no solo eran compañeros, no éramos hermanos de sangre, pero el simple hecho de pasar cada minuto de sufrimiento, dolor, cansancio y la desesperación por que termine todo, era inevitable.
¡Quiero rendirme!, ¡tengo demasiado frio!, ¡¡joder!! pensé que alguien me oía, pero en realidad era mi mente que se estaba quebrando. No puedo, los problemas que tengo, mas esto que nunca termina, a la mierda todo, dijo mi hermano que estaba a mi costado, lo mire, pensé un momento y le dije.
En la vida, si te caes por algún tipo de problema, y crees tu no poder resolverlo, levántate, recuerda que solo la muerte no tiene solución. Tú no eres la única persona con problemas en el mundo, por mas oscura, tenebrosa y larga que sea la noche, siempre habrá un amanecer, el sol saldrá e iluminara tus días grises. No importa si eres el ultimo que sigue de pie, mantente fuerte, y jamás se te ocurra bajar la mirada ante nada, ni nadie.
Esto es duro, la vida dura, éramos y somos consientes que no seria fácil, no lo es hermano, ¡¡joder!!, vamos motívate un poco, entonces, una sonrisa se le dibujo en el rostro, hasta eso, las nubes negras se alejaban y el inmenso cielo comenzaba a aclararse, y sin darnos cuenta, íbamos a empalmar la noche con el día.
La alarma del instructor sonó, dijo que eran las 08:00 horas, nos mando a vestirnos, las prendas estaban húmedas y apenas nos movíamos, hasta que alguien dijo en vos fuerte, «Aquí nada es fácil, ayer lo fue y hoy no sabemos lo que nos espera», todos reíamos pero en el fondo sabíamos que esto recién empezaba, meses anteriores nos estábamos preparando para esta tormenta, » Supervivencia»…..
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