Secretaria Ejecutiva

Secretaria Ejecutiva

Lourdes

16/06/2022


Lunes

Móvil, bolso a juego con los zapatos, tarjeta de metro, suelto para la máquina de vending, pintalabios, fiambrera… Sí. Y ahora, corre, porque vas tarde, mona. ¡Que asco de día! No sé por qué a los de arriba se les ocurre poner reuniones del Comité Ejecutivo en lunes y a primera hora de la mañana… Encima hay cola para pillarse un café… ¡Con la falta que me hace! Al menos me alegro la vista con el reponedor, que anda entretenido riéndole las gracias a Antonia y buceando entre su escote. Pero, mejor me subo ya al despacho y pongo la presentación de diapositivas en pantalla, antes de que el cascarrabias de mi jefe empiece a cacarearme algo parecido a una queja. A ver si veo a Lorena o a Rosario de camino y les pido que me traigan un cafecito antes de que empiece la reunión…

Martes

¡Ya están otra vez los de Recursos Humanos columpiándose! Final de mes y no me han ingresado la nómina… Luego me queda el saldo a cero y el banco me cobra la comisión por descubierto. «¡Es que tienes que ahorrar un poco y no vivir tanto al día, chiquilla!», me dicen mis padres. Pero ¿¡qué narices voy yo a ahorrar, si estoy con la hipoteca al cuello y cobrando poco menos de 1.300 euros al mes!? Tengo que proponérmelo y pedir un aumento de sueldo, que, con los años que llevo currando en esta empresa y la experiencia que tengo, bien podrían pensárselo… Porque ¿dónde ha quedado aquello de las famosas posibilidades de promoción?


Miércoles

¡Que haría yo sin mis compañeras de trabajo! Sobre todo, en esos días en los que se te cuelga el ordenador a medio dictar un informe, o mi jefe se entera de que uno de los proyectos en cartera se acaba de cancelar, o su amante le confirma que tiene a otro que le calienta la cama… Y hablando de eso, me preocupa Antonia. Últimamente anda con la cabeza en las nubes y la entrepierna húmeda cada vez que su jefe se encierra con ella en el despacho para dictarle informes urgentes de última hora. «¡Que sí, chicas! Que el señor Hidalgo es todo un caballero. Va a dejar a su mujer por mí bien prontito». Yo le digo que no se haga tantas ilusiones con ese «hidalgo» suyo, que de hidalgo solo tiene el apellido…

Jueves

Los tíos andan locos hoy por la oficina. Más de uno que ni me saluda se ha acercado al despacho del jefazo para preguntarme por la entrevista de selección de la nueva secretaria del Director Financiero. Entonces han empezado a llegar las chicas. ¡Madre mía! Algunas, parecía que iban vestidas para un desfile de modas… Recuerdo haber visto el anuncio que publicitamos. «Buena presencia, dominio de varios idiomas, paquete office, valorable experiencia en el sector y máster en contabilidad, resolutiva, discreta, acostumbrada a trabajar bajo presión…» Y he recordado el sueldo que ofrecen… Para más inri: ¿para qué necesita la candidata esa cantidad ingente de idiomas? ¡Si el Director Financiero es el primero que no dispara ni una en inglés! ¡Eso sí! Lo de «posibilidades de promoción según valía» es algo que no falta en ninguno de nuestros anuncios.

Viernes

Nada más poner un pie en el despacho me llama el Director de Marketing con cara de malas pulgas para que sustituya a Rosario en la presentación, ante los inversores japoneses. Accedo a la sala de reuniones y lo primero que me piden es que retire la bandeja con el servicio de café y de paso limpie el desaguisado que se ha armado, con toda la leche derramada. Entro en el baño y veo a Rosario hecha un mar de lágrimas. La abrazo y me doy cuenta de que le arde la frente. Me dice que le duele la cabeza y que la noche anterior se la pasó en vela porque su bebé está muy resfriado. «Como los viernes siempre entro a las diez, por eso de la reducción de jornada, el jefe me tomó desprevenida esta mañana, cuando me llamó para decirme que me presentara en sustitución de Lorena, que está enferma». El lunes que viene nos van a dar una charla sobre conciliación laboral… ¿¡Conciliación!? ¿De qué?


Sábado

Lo tengo decidido. Voy a buscarme un nuevo trabajo. Uno donde se me valore y se me ofrezcan posibilidades reales de promoción y, ¡por qué no reconocerlo!, uno en el que me paguen mejor sueldo. ¡Total!, ¡qué más da el tipo de empresa! Lo bueno de ser secretaria es que no importa el sector en el que una se desempeñe. Tengo la experiencia, los conocimientos, la formación y… cerca de cuarenta años. Mi marido me mira, incrédulo, mientras critica mi decisión. Que si «ya estás mayor para cambiarte», que «si lo dejas no vas a encontrar algo tan fácilmente», que «ahora las jovencitas están mucho más preparadas…» ¡Ah! ¡Y la dichosa hipoteca! Odio que me haga eso.

Domingo

Hoy me he apuntado a varias de esas páginas web de trabajo. Al principio estaba muy animada, pero luego me he ido deshinchando como un globo. Me doy cuenta de que mi pareja lleva algo de razón. ¡Si es que todos los anuncios parecen estar cortados por el mismo patrón! Yo critico a mi empresa, pero ¿qué hay del resto? Mucho prometer y a la hora de la verdad… Luego reviso mi currículum. Debería actualizarlo, modernizarlo. No sé… ¿Y si pongo aquella foto de hace cinco años de la boda de mi prima? Suspiro y miro el reloj. Las siete y media de la tarde. El aburrimiento me come entera, solo de pensar en las toneladas de trabajo y de estrés que me esperan mañana. Luego decido poner el despertador quince minutos antes para no encontrar tanta cola en la máquina de café.

Créditos musicales: Banda sonora original de la película «Nine to five»  del año 1980, compuesta por Charles Fox e interpretada por Dolly Parton.

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