En mi Sola-Mente (Caso 2)

2. Despertar con preocupaciones.

Aquellos días en los que te despiertas, y tu primer pensamiento es: ¿cómo podré pagar la tarjeta este mes?, son una señal de que algo en tu vida no esta bien, y debes de decidir: 1) si te dejas ya de preocupar ante lo inevitable, esperando que alguna especie de milagro llegue antes de la fecha de pago, o 2) si sigues envenenando inútilmente tu cuerpo con preocupación, estrés y ansiedad, todos los días desde el amanecer.

Tal vez pudieran existir más opciones, como por ejemplo: un segundo trabajo, salir a vender comida, lavar coches a domicilio, etc., con el fin de obtener un ingreso extra que te permita liquidar tus deudas, o también podría ser opción el dejar de gastar, sin embargo, no siempre es posible llevarlas a cabo por diversos factores personales o familiares.

Al darse uno cuenta de ésto, se llega a un punto en el cual se tiene que decidir si vale la pena continuar preocupándose por aquello que por el momento no tiene solución, es decir, es inevitable el tener que seguir gastando dinero ya que de lo contrario, no habría comida y otros insumos en casa y por lo tanto, la deuda en la tarjeta de crédito continuará aumentando y no hay recursos disponibles para liquidarla, por lo que se tendrán que ir sobreviviendo de alguna manera, mediante préstamos u otros mecanismos, hasta que todo se vuelva a equilibrar. Pero durante este proceso, es necesario estar tranquilos y dejar de pensar de manera intensa en el tema, tal vez únicamente pensar en lo necesario para que la situación no se descontrole y sea vuelva un problema más grave de lo que ya es.

Nuestro cuerpo nos va a cobrar todo eso que sentimos cuando nos preocupamos en exceso, es muy importante tener en cuenta eso, si nos enfermamos, el poder sustentar a nuestras familias o a nosotros mismos será mucho más difícil y eso llevará a mayores preocupaciones, así que, preocupémonos lo menos posible o solo lo necesario, recemos, pidámosle a Dios o al Universo que nos ayude, que nos de fuerza, que nos de sabiduría para saber actuar y para poder resolver nuestros problemas en el momento indicado, sin tener que estarnos preocupando anticipadamente por días o semanas ante algo que, a pesar de ser frustrante, es algo que de alguna u otra manera se resolverá.

¿Y por qué nos pasa esto?, seguro cada persona tienen sus propias razones, la mía se debe a que es casi una costumbre el vivir con el agua hasta el cuello y de puntitas, es decir, con ingresos que apenas alcanzan a cubrir los gastos de cada quincena, y, ¿por qué no salgo de esta situación?, aún no lo se…