I
Quieren que un cuento les cuente?
y que viajemos al pasado?
para la gente elocuente y para los enamorados,
pues me dejan muy honrado,
yo les tengo uno selecto que les quiero platicar,
de un monarca que fue electo con visión de comandar.
Este me lo dijo un hada cuando estuvo enamorada,
antes de ser condenada.
Con una dulce melodía de una triste princesa,
diez poemas hoy nos versa,
del que que todo lo tenía:
victorias, pueblos y diamantes,
también existe el arte,
un bohemio trovador,
la pastilla del amor,
y de aquel que fue su amante.
II
Dueño de perlas del mar, bellezas.
Solo sabe gobernar, tristezas.
Sus trompetas a cantar, proezas.
Y ahora les vengo a contar, sorpresas.
El rey todo lo tenía,
victoria, pueblos y diamantes,
dueño de la luz del día,
y de un ruiseñor cantante,
mil cuadros de sus conquistas,
cien ancianos sin sandalias,
maromeros y artistas,
vida de parafernalia…
III
Se cansó de las proezas,
de los pueblos a vencer,
lloraba de una tristeza,
que nadie logró entender.
El rey da su último intento,
el rey casi moribundo,
y en las alas que usa el viento,
consultaron otro mundo.
Cien maestros en su oficio,
llevan días sin dormir,
cien maestros sin un juicio,
acaso el rey se va morir?
Encerrados en la aldea,
una situación de crisis,
ayunaron para Isis,
poco más de cien mareas.
Isis dijo caballeros,
importante es la intención,
son maestros, son guerreros
con la coraza de acero
Y en el pecho un corazón.
Ese mismo sentimiento
se necesita pa-vivir,
dar todo por un momento,
hasta el borde de morir,
ahora tienen su respuesta,
arco iris de color,
coman y hagan una fiesta,
Dios bendiga su valor.
IV
El rey está muy cansado, triste, débil, desangrado,
Casi muerto de dolor, el evento convocado :
“ La pastilla del amor”
Cantantes y bailarinas con rojos labios de miel,
cubiertas de ropa fina y otras van a flor de piel.
A lo lejos de la vista, una caravana avanza,
Odin viene con artistas, sin espadas y sin lanzas,
El rey Odin ofreció, lo que la vista antojara,
solo en cambio le pidió, que la tregua hoy pactaran,
Odin bajó de su carruaje, con un leve y dulce tono,
Lleno de vagones de oro, y así presentó el linaje :
“ Mi Hijo, el heredero al trono, mis princesas, mis tesoros”
El rey lleno de alegría, el rey volvió a ser la ley
Y así dijo : “vida mía, cien mareas te soñé, Ágata por fin te hallé!
V
Se alistó pal matricidio, atención aquí les pido,
comienzan los carnavales con dos fiestas patronales,
dirás tú la vida es gloria? y en sonrisa artificiales,
llega el nudo de esta historia.
No te pierdas cada frase del cuento que se refleja,
pronto viene el desenlace, con todo y su moraleja.
VI
Libre por pocos momentos de su condena y mi cuento,
se alistó casual de lentes revoltosa entre la gente,
hizo coro con la barra aquel hombre elocuente,
quien con solo una guitarra la puso eriza de piel,
mientras canta una canción, así conocido aquel,
que incendió su corazón.
VII
Más babosa que la sábila, botaba la saliva.
lujuriosa y embebida de jalea de guayaba,
y el concierto de la playa, cumplió el dembow esperado,
y organizó la batalla, para hacer su show privado.
Conmigo crecen las plantas traigo lluvia pal desierto,
esta historia que te encanta te la canta Luis Alberto.
VIII
El rey desbordó paciencia y le dijo a su mujer,
traigo hoy una sentencia, llena de mucho placer.
Mis lacayos comentaron que te canta algún amigo
cuando tu no estas conmigo, que en las playas te encontraron
de aquel que fue mi enemigo.
Y ella dijo mi señor, tu ley bendice tu amor, pero…
conozco una alegre sonrisa, con una triste guitarra,
entre el canto de los bosques y el calor de una cigarra,
más allá de sus caricias, yo valoro sus palabras.
Con detalles me consiente que los talla con sus manos,
rudo roble entre su pecho, me acoraza un artesano,
tan corriente y elocuente, sin cubiertos y sin platos,
y me embriago entre sus labios con el vino más barato.
IXX
Por su orgullo y su desprecio y al que lo pueda encontrar,
ofrecía un alto precio vivo o muerto daba igual.
Y calló el caballero
en la punta del aguijón,
le clavaron el acero
tan cerca del corazón.
Entre dolores y sonrisas,
entre llantos y caricias,
los doctores le decían
puede conservar la vida
si aún respira por la herida.
Recordando su pasado,
débil y desorientado,
después que tanto sufrió,
el cantante les pidió :
que la ley se cumpliera,
Y que a él se le ofreciera,
tan sólo su último deseo
por ejecución o por reo,
por rival o por trofeo,
por salvaje o fariseo,
por coraje o por cantor
Y que alguien le escribiera
Su último verso de amor.
Cuando el artista moría,
casi sin respirar,
poco aliento tenía,
y entre sus versos decía,
casi intentando cantar…
Esta es la última canción
del amor que te he entregado,
hoy muero como un varón,
con el acero clavado
tan cerca del corazón.
Y mi canto es verdadero;
pues tu amor es mi fogata,
y tu eres como el acero
que mi cuerpo desbarata
¡si me lo quitas, me muero;
si me lo dejas, me mata!
XX
El Rey antes de buscar,
a su dulce y cruel amor,
se detuvo a meditar,
que el dinero no es valor.
Convocó a sus cien ancianos,
para promover el arte
y en el fondo de su pecho
Dijo : “Pronto iré a buscarte”
Contrató un cantautor,
fue a buscar un artesano,
aprendió a tocar el piano,
y algunos versos de amor.
La reina entre sus lamentos
sueña con ser la princesa
mientras acaricia y besa
al cantante de este cuento.
Nunca nadie supo de ella
se escapó de dos palacios,
se bebió quince botellas
y llegó hasta las estrella
con la sangre entre sus brazos.
El rey no volvió a besar,
y a nunca sentir pasión,
dicen que volvió enfermar,
y murio del corazon.
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