Querido futuro, te escribo desde un rincón del alma que vive en uno de esos pueblos vaciados de gente, pero no de ilusiones que todavía pasean por estas calles empedradas de pasado.

Solo quiero recordarte que te sigo esperando, cómo tantas veces hemos hablado, pero parece que no te apetece venir a visitarme, cuando no estamos tan lejos y sabes que yo tengo mi vida aquí y no me gustaría marcharme y dejar secar las raíces que me hicieron crecer en este lugar.

Yo sé que viajas mucho y que todo el mundo intenta encontrarte, pero yo tan sólo te pido un momento para hablar de nosotros, paseando por esos campos sembrados de ilusión, donde jugábamos cuando éramos niños y nada nos importaba.

Cuando vengas, nos tomaremos algo en la avenida de la nostalgia, donde han abierto  un bar especializado en tapas del recuerdo y vinos del alma.

Bueno, sin más , me despido y espero tu respuesta inmediata con abrazo fuerte para tí, futuro, te echo de menos, mientras sigo paseando en esta tierra vaciada de humanos pero llena de humanidad.

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS