VIAJÉ A TRAVÉS DE MI PARA REENCONTRARTE A TI
Querido amigo mio:
De nuevo ante ti para desnudar mi alma que necesita consuelo, cansada de viajar por el sendero de los sentimientos sin llegar a entenderlos. Ante ti, mi amor del pasado, que eres el que está y el que se ha ido, mi eterno desconocido. Ante ti para, con tristeza recordar, que tu esencia y la mía no se llegaron a confundir en éste largo camino.
Tu, mi amigo, entiendes que se pueda reír en un día plomizo y triste de otoño o en primavera, cuando todo vuelve a la vida, sentir un vacío en el alma y llorar ¡ necesito ese llanto que arrastra consigo tantas cosas !Quizá comprendas también, que entre la niebla del tiempo y la distancia se puedan añorar presencias que provocan ansiedad. Tal vez has sentido ese nudo en el estómago cuando se recuerdan palabras que por algún motivo quedan presas en ti ¿y con la ausencia te ha dolido el corazón? es algo denso que se quiere apresar entre los dedos para que no desaparezca, y sin embargo es tan sencillo fingir que no importa.
Y tus cartas me hablan de ti, de tus silencios, de tus miedos, (que
algunos son también los míos) de tus angustias, de tus anhelos, del
vacío de tu existencia; Te leo, te rememoro y luego … llega la
soledad. La soledad del que no existe o del que tiene y no buscó. La
soledad del que quiere y no encuentra o la del que encuentra y lo
perdió. Me someto a ésta soledad que todo lo anega, lo invade
permanentemente para abrumar mi espíritu.
Querido mio, ya sé disfrutar del paso del tiempo, de la soledad que todo lo envuelve a pesar de estar rodeada de gente. Tu recuerdo me seduce, me inunda por entero, me desborda de sensaciones y me oprime el alma porque al igual que el frío vives inmerso en mi (espero que no emigres con la primavera, quédate en mi jardín ). Escucha mis pensamientos; El primero es el más válido, después se distorsiona y pierde la honestidad de su sentido. Éste
mi amor, que pudo ser sólo un instante entre la niebla de una amistad, se une al dolor que cohabita entre los susurros que mi mente imagina al recordarte y se expande a través de todo mi ser para inundarme de nostalgia. Pero aún así sé que no podría amar tu cuerpo si en él no estuviera tu alma y ésta no siempre se da. ¿Acaso habría sido fácil decirte entonces «te quiero»? Pero el miedo al rechazo me retenía muda ¿y la aceptación?
«En un rincón de mi alma
anida tu cuerpo, anida tu voz,
anidan mil suspiros y todos esos besos
que tu boca no me dio.
En un rincón de mi alma
viven enredados tu risa y mi dolor,
todas las caricias, todos los deseos
que tu cuerpo me negó.
En un rincón de mi alma,
que quiero inundar de calor,
ocultos entre mis recuerdos
escondí todos los momentos
que tú marcha no se llevó.
Y hay un rincón vacío,
que quiero llenar de olvido
donde descansan en silencio
todas esas lágrimas
vertidas con tu adiós»
Mercedes R. García Abajo 1998
No te puedo perder porque nunca te he tenido pero puedes viajar conmigo.
Mientras espero seguiré soñando. Soñé que la vida me llamaba: » ven, estoy aquí, soy tú, aprende a vivir en mi». No quiero soñar sola aunque así
me sienta y lo esté; Es un espacio intangible donde tan solo yo existo, donde los sueños son realidad y lo demás no importa. Sola con el tiempo, con el maldito tiempo que todo lo corta. ¡Vive!, vive sintiendo que todo en ésta vida se acaba, y como el tiempo es relativo, puede transcurrir excesivamente despacio para nuestra desesperación o demasiado rápido para poder atraparlo
desapareciendo entre nuestras manos; Y nos damos cuenta (¿Demasiado
tarde verdad?) que no se puede recuperar, que ha pasado ante nuestros
ojos sin darnos cuenta, ¿Cuándo fue que yo era joven? Fue ayer y
sin embargo ya no lo recuerdo !Transcurrió tan rápido!, se fue, el tiempo se va marchando !Ya! … es ayer y el mañana ahora mismo. El pasado queda atrás con los recuerdos, el futuro no existe, solo el presente, el ahora es lo único que nos pertenece y lo dejamos escapar con tanta facilidad. Nadie me advirtió que crecer es un poco morir ¿llorar consuela?
¿Alguna vez te has preguntado, querido amigo, si tal vez exista otra
dimensión? y en ella contemplemos cómo transcurrió nuestra existencia, ésta de ahora. Quizá entonces comprendamos por qué fuimos así, por qué nos comportamos de aquella manera, por qué expresamos determinados sentimientos y ocultamos otros; Por qué, en definitiva, fuimos de aquel modo. Tal vez, quizá … siempre es lo mismo.
Me atormentan mis ideas; Necesito que alguien confirme mi existencia,
porque yo ya no sé si realmente estoy viviendo o estoy dejando que
la vida pase arrastrándome con ella. Me resisto a llevar a cabo los
propósitos que fluyen en alguna parte de mi porque me agoto haciendo todo lo que no me apetece hacer. ¿Y tú? dime ¿Dónde estabas tú?Allí ni había nadie, nadie me vio llorar ni nadie me animó diciéndome que el tiempo lo cura todo, que en él se disipa el dolor que ahora es tan fuerte. En el presente quiero caminar despacio, sin miedo, caminar sin prisa.Tan solo te pido amor mio, a ti, que me amaste tanto, vuelve, ven, abrázame, necesito tanto un abrazo. Llévame entre tus alas y háblame de amor.
Posiblemente ésta carta no llegue nunca a tus manos, pero aún así recuerda que eternamente te recordaré, aunque en cada despedida pueda haber algo de olvido. Hasta siempre, ya nos encontraremos en uno de esos senderos que el futuro pueda depararnos.
Querido amigo, recuerda:
«En primavera,
cuando todo vuelve a la vida,
yo deberé morir y desaparecer»
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