Ámbar despertó con una sensación dulce en el cuerpo, la que provoca recordar un buen sueño.
Pareció tan real, que podía jurar que había percibido el tacto de sus manos, sobre las suyas.
De un instante a otro la invadió la angustia, esa que deja el comprender que las fantasías sólo pasan por la mente.
Lo que la impulsó a tomar su celular y sin pensarlo le escribió:
«Soñé con vos, apareciste en mi inconsciente con tu imagen tan segura, e irreverente que fue imposible confundirte. Me vuelve loca no poder controlar mis sueños, encontrarte en ellos y desear no despertar. Quizás esto no tenga ningún sentido, pero no quiero quedarme con la incertidumbre de no decirte».
Los dos tildes de confirmación de entrega la hicieron experimentar una tranquilidad, que le resultó extraña.
Su ansiedad se dispersó, y sin importar si recibía una respuesta o no, se creyó valiente.
Acompañá este relato con buena música: Safe and sound – Capital Cities
OPINIONES Y COMENTARIOS