Laboratorios Wolen. Fase I: óbice en el amor.

Laboratorios Wolen. Fase I: óbice en el amor.

YipaNishugyura

22/02/2018

CAPITULO I

Son las 7 de la mañana, un suave y oloroso aroma a café invade la pequeña cafetería de la esquina, las personas entran, toman una taza de café y salen renovadas a sus lugares de trabajo.

En una de las mesas, está Tahiel junto con otras 3 personas; Loreana, Leandro y Corinna, los 4 hacen parte del grupo rescatista secreto A.L.C, su conversación se hace más amena gracias al buen sabor de su bebida.

Nos fue bien en la misión de hace días – expresa Tahiel con algo de entusiasmo.

– Si, rescatamos a todos esos animales y dejamos en claro que nuestro movimiento va a seguir presente – manifiesta Leandro mientras mira hacia los lados – creo que es hora de dar el paso mayor.

– Leandro!!! Una tienda de mascotas, no se compara con una compañía internacional – interrumpe Loreana.

– Lo sé, pero si queremos que la situación actual cambie un poco, debemos actuar en una empresa grande – Leandro

– No se les olvide que no era una simple tienda, era la mayor tienda de mascotas de la ciudad y una de las mayores del país, y eso trajo consecuencias en las sucursales que tiene en el resto del país – dice Corinna.

– Loreana trata de decir que debemos planear bien, antes de dar ese paso – Afirma Tahiel, expresando mi pensamiento.

Corinna bebe su taza de café y dice – Yo creo más bien que no quieres que demos ese paso del que hablas porque tu hermana trabaja allí, o ¿me equivoco?

– Te equivocas – Tahiel.

– Creo que Corinna tiene razón – dice Leandro revolviendo con un revolvedor su bebida – tu hermana es una científica muy importante y ocupa un alto rango en ese laboratorio.

– y ¿no piensas que ese sería un punto a nuestro favor? – dice Tahiel con una sonrisa en sus labios.

– Claro que no!!! Tu hermana nunca nos ayudaría, de hecho no sabe que estás aquí ahora mismo – con un rotundo detonante expresa Corinna.

La mirada de Tahiel se enfoca en Corinna.

– Estamos aquí porque somos un grupo unido y nuestras familias no deben ser punto de discordia, Tahiel es muy distinta a su hermana – Loreana defendiendo a su amiga.

– Tan distintas que ambas se inclinaron por la medicina – Leandro.

– Esta muy rica la taza de café pero no seguiré compartiéndola con ustedes dos – dice Tahiel y se levanta de la mesa.

– ¡Espera! No lo decimos con mala intención – Corinna en un intento de detenerla.

– Lo sé, solo quieren acabar con todo a su paso – responde Tahiel.

– Esta misión toma tiempo y debe ser bien pensada, en lugar de estar echándole todo el peso a Tahiel, debemos apoyarla y juntos destruir ese laboratorio – Loreana.

– Bien – Leandro suspirando – entonces Tahiel será nuestros ojos en esa compañía.

– Eso era lo que quería decir, que pasen buen día, dejo pago sus bebidas – Tahiel.

Tahiel llega a la caja registradora a cancelar la bebida de los 4. Loreana le sigue. Ambas salen de la cafetería.

Mientras caminan, conversan.

– Leandro y Corinna creen que somos sus subordinados – Loreana.

– Ese es su complejo, que sean felices mientras puedan – Tahiel.

– ¿Crees que podamos con el laboratorio Wolen? – dice Loreana tomando el brazo de Tahiel y deteniéndose.

– Claro que sí, solo que, tenemos que ser más inteligentes que ellos, este no es un blanco fácil y lo sabes – Tahiel.

– ¿Crees que tu hermana?… – Loreana.

– Taynara no hará nada que ponga en riesgo el laboratorio, es de los líderes en todo el planeta y produce millones de medicamentos – manifiesta Tahiel con certeza.

– Entonces no será nada sencillo…

– Por supuesto no.

– Espero que al final de esto, todo salga bien, tal cual como ha transcurrido hasta el momento.

– Yo también deseo lo mismo… ¿vamos a la veterinaria? – le dice Tahiel cambiando de tema.

– Si, vamos, me había olvidado que tenía las llaves.

Entre sonrisas se dirigen a la veterinaria la cual construyeron entre las dos y ha obtenido reconocimiento por su calidad desde su creación hace 2 años.

Al llegar allá encuentran a una señora con su gato entre brazos.

– ¿Qué le sucede? – dice Loreana refiriéndose a la mascota.

– Es mi gato, no ha querido comer hace 3 días y hoy ni fuerzas tenía para levantarse, he escuchado que esta es de las mejores veterinarias, por eso lo traje, no importa como tenga que conseguir el dinero, él es mi única compañía – Responde la Señora.

– No se preocupe, vamos a atenderlo de inmediato – Tahiel.

Al entrar al lugar Loreana toma su bata y sostiene al pequeño gato, la señora se mantiene sentada.

– Quédese aquí, ya vuelvo – Loreana.

Examina al animal y descubre que está desnutrido, con señas llama a Tahiel que se encuentra en recepción esperando a la asistente.

– Dime – dice Tahiel al abrir la puerta del consultorio.

– Desnutrición – Loreana

– Me lo imaginaba – Tahiel

– Bajo peso, cabeza inclinada, encías blancas – Loreana.

– Colócale destroza – Tahiel

– ¿tú hablas con la dueña? – interroga Loreana.

– Si, yo lo hago – responde Tahiel quien con pasos lentos se aproxima a la señora y sentándose al lado de ella le dice – Su gato, está algo desnutrido.

– Pero ¿se pondrá bien? – Señora.

– Siempre y cuando se alimente correctamente –

– Yo… – los ojos de la señora se enrojecen – lo alimento con lo que tengo.

– Usted ¿Dónde vive y de qué trabaja? – le pregunta Tahiel.

– Vivo al oeste de la ciudad, cerca del basurero y trabajo reciclando lo que otros botan – le responde la Señora mientras descarga un gran suspiro.

– Usted ¿Tiene hijos? – le pregunta Tahiel arriesgándose a conocer más de la Señora.

– Me embaracé 2 veces y en ambas ocasiones tuve un aborto –

– ah… lo siento mucho –

– ese gato es mi única compañía.

– Con respecto a su gato… debe quedarse, vamos a nutrirlo y es necesario que esté en tratamiento – se sincera Tahiel.

– eso me tranquiliza, ¿cuánto les debo? – La señora intenta buscar alguna moneda de sus bolsillos rotos.

– por la cuenta no se preocupe – Tahiel mira las manos polvorosas de la señora – los gastos los cubre la veterinaria.

– no me gustaría que me regalaran las cosas, dígame la suma total – insiste la señora pero Tahiel es decidida.

– Gracias.

– ¿Cómo?

– gracias por ayudar a esa pequeña criatura, ya le dije que no le cobraré nada y así será, su mascota estará internada por 1 semana para darle seguimiento pero puede venir a verla cuando guste.

Alguien abre la puerta, es la recepcionista, más atrás entran varias personas para consulta.

– esto se va a llenar, me tengo que ir pero se puede quedar con total confianza – menciona Tahiel con una sonrisa al tanto que se aleja de la señora, el día transcurre hasta anochecer.

En camino a su casa, Tahiel y Loreana pasan por hermosos paisajes, ellas no utilizan carro aunque no les falta el dinero para uno. Ambas viven en uno de los barrios más prestigiosos de la ciudad y no es peligroso caminar mientras cae el sol.

– me haré cargo del gato y cuando se recupere le llevaré alimento – Tahiel.

– ¿sabes dónde vive la señora? – Loreana.

– me comentó que cerca al basurero, es… al otro lado de la ciudad-

– ¿piensas ir?

– si, no conozco ese lugar.

– recomendaría que fueras con ropa muy casual – dice Loreana preocupándose por Tahiel.

– mi ropa es casual, pero entiendo tu comentario – dice Tahiel mientras suspira, al tanto de ver su casa.

– ¿tu hermana está en casa? – rompe un fugaz silencio Loreana.

– no lo sé, esperemos que no, últimamente está muy ocupada en su trabajo.

– le dedica mucho tiempo, ya casi ni la veo.

– llegará el día que no la reconozca – Sonrie Tahiel.

– no exageres – Loreana.

– no exagero, solo imagina que alguna bacteria o virus, contamine todo, y hasta una epidemia o pandemia de una enfermedad – Tahiel.

Loreana con risas de susto manifiesta – prefiero que las cosas sigan así, como van, te dejo…

Loreana sigue su camino, su casa está más allá de la de Tahiel, que sin pensar mucho entra a su casa. Al abrir la puerta sale a su recibimiento Divino, un perro de tamaño mediano el cual rescató y 2 gatos: Sr y Sra. Bujman como su apellido. Ella les habla con ternura.

– hola, babies, me hicieron mucha falta ¿me extrañaron? Espero que si… vamos – Tahiel.

Al entrar a la sala, se encuentra con su hermana desconcertada le pregunta – pensé que la casa estaba vacía por humanos.

– llegué temprano, quería hablar contigo – dice Taynara mientras está mirando por la ventana hacia el jardín.

– sobre… – Tahiel.

– escuche que las tiendas de mascotas están sufriendo robos por personas desconocidos – le responde Taynara voltea de cara a Tahiel.

– ah… si… lo mismo escuché – Tahiel con ironía.

– Tahiel!!! Solo espero que no estés involucrada en esto.

– y ¿si lo estoy? ¿Qué harías? Sería una deshonra que tu apellido se vea manchado por una situación tan grotesca para ti.

– sabes que eso no me interesa.

– a mí tampoco… hablas como si estuvieras de parte de esa gente.

– no estoy de lado de ninguno, solo que las cosas no se arreglan de esa manera y me causa mucha curiosidad que justo cuando sucedieron los hechos en otras ciudades, ni tú, ni Loreana estaban porque decidieron viajar misteriosamente.

– eso no es prueba de nada. ¿Para esta conversación dejaste tu trabajo?

– hay una segunda razón… el dueño y accionista mayor de los laboratorios Wolen llegará a la ciudad en dos semanas.

– y a mí eso que? – Tahiel sin interés.

– que tengo que estar presente con mi familia, y tú eres mi única familia.

– no estaré en esa reunión, ese señor no es de mi agrado – responde tajante Tahiel luego de pensar en su respuesta.

– estará su hijo también.

– y? … acaso me voy a casar con él, que tengo que conocerlo!

– él será el sucesor de su padre – Menciona Taynara y respira profundo.

– cuando este muera y según se dice goza de buena salud.

– correcto! Pero estarás allí, te guste o no. – Las palabras de Taynara retan a su hermana.

– de acuerdo, mi cuerpo hará presencia pero mi mente no. Me voy a mi cuarto – Tahiel relajada.

– baja en 10 minutos, compré algo para cenar.

Tahiel acierta con la cabeza, sube a su habitación se da un rápido baño y baja.

En el comedor hay 5 espacios: Tahiel y Taynara, se sientan mirándose entre sí y de lado las 3 mascotas.

– espero te guste… solíamos cenar esto con mamá y papá – Taynara.

– no quiero hablar de ese tema – dice Tahiel con la cara gacha.

– cómo pasa el tiempo, antes no dejabas de hablar de ellos.

– ellos ya no están, tú y yo sí.

Taynara guarda silencio.

– la cena se ve exquisita, muchas gracias, empezaré a comer antes que se enfríe… mejor cuéntame sobre el dueño de los laboratorios – Tahiel.

– el señor Omar? Es una buena persona – Taynara

– no lo creo.

– invierte millones en salvar vidas.

– Invierte en él mismo, no en los demás.

– viene acompañado de su hijo menor.

– y ¿será él quien herede todo? – dice Tahiel con total interés.

– así es – responde Taynara.

– ¿por qué razón? – insiste Tahiel, tratando de que su hermana converse más sobre el tema.

– tiene 2 hijos, el mayor está… – Taynara se detiene.

– ¿qué pasa con él? – Tahiel en un último intento.

– nada, no creo que sea el momento de hablar de eso… buen provecho. – concluye Taynara.

Taynara deja con curiosidad a Tahiel, quien luego de cenar busca información sobre la familia Wolenberg, encuentra una foto del señor Omar y se la envía de su computadora a su celular. En su mente giran muchas teorías, esta decidida a conocer esa familia y a descubrir los secretos del laboratorio Wolen.

Sinopsis.

Tahiel Bujman Vanini busca terminar los experimentos con animales en los laboratorios Wolen, uno de los más importantes a nivel mundial, a raíz de esto intenta una misión de rescate al lado del grupo rescatista A.L.C al cual pertenece.

Gracias a que su hermana es una de los médicos científicos más destacadas del laboratorio, Tahiel logra adentrarse al laboratorio pero su propósito final no será el cual ella desea, debido a que brotan sentimientos hacía Roger Wolenberg Dutra hijo del fundador de la compañía, los cuales la harán dudar entre la pasión o la razón.

Viéndose obligada a actuar precipitadamente a causa de una noticia inesperada, en la misión de rescate desata una infección masiva expandiéndose sin control fuera del laboratorio.

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