Mas allá de este inmenso mar

Olas, las olas que en silencio se mecen contra el borde de esta sombría playa: marcan un ritmo melancólico, que me hacen recordar a mi patria.

El lejano horizonte, más allá de este inmenso mar, es donde he abandonado todo mi pasado, sin ninguna consideración.

He venido a buscar una vida, sin pensar que: en realidad mi vida, yace allá tan lejos de donde jamás se ha movido.

Veo las palmas de mis manos tan maltrechas y lastimadas, y levanto la mirada, para contemplar ese hermoso horizonte donde el mar se funde con el color del cielo de esta media noche. Y no puedo evitar soltar una lagrima cargada del recuerdo de mi pasado.

Quisiera, con todas mis fuerzas, regresar y volver a sentir el cálido abrazo de bienvenida de mi madre. Volver a oler el aroma del desayuno que preparaba por las mañanas, y platicar de las cosas más triviales del mundo con ella, simplemente, por el placer de volver a escuchar su dulce voz.

¿Dónde estarás ahora mamá. Aún estarás enfadada. Aún me recordarás. Aún esperarás mi regreso? Supongo que no podré saberlo, hasta que a mi también, me toque cerrar los ojos para siempre.

Quiero volver a ver esos enormes edificios que se alzan por encima de todo. Y volver a caminar por esas calles que se iluminan en tonos cálidos y anaranjados en los atardeceres. Mientras se escucha el sonido de la campana de la catedral, avisando el final de los deberes.

Ese aroma a mi tierra, después de un día de tormenta, lo añoro con desesperación. Ver caer la lluvia desde mi ventana y observar el follaje de los arboles mecerse con el vaivén del viento, que susurraba la inspiración de mis pensamientos.

Lo que daría por regresar a aquellos días tan soleados de mi juventud, donde entre: risas, juerga y alcohol; desperdiciaba felizmente la vida con mis amigos a plenitud.

Quisiera volver a ver a esa persona que abandoné sin decirle nada, al estar cegado por la vanidad y la ignorancia de la adolescencia que en ese entonces me rodeaba. Le pediría perdón como jamás se lo he rogado a nadie, y trataría de enmendar mi error por el resto de mi existencia.

También anhelo en encontrarme con esa persona que siempre he odiado, por todo el sufrimiento que me brindó. Quiero decirle que ya lo he perdonado, y que al final una vida, mas allá de este inmenso mar: vale mucho más, que la rabia, que le había guardado.

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