Al final lució un suéter con fibras de saludos cordiales, gracias y un por favor que demostraban amabilidad. Los pantalones negros combinaban perfecto con el luto que significo dejar hábitos que no aportaban en su crecimiento personal y profesional.
Y aunque los zapatos estaban hasta lo más bajo de su altura, venían siendo las lecciones que aprendía a lo largo de la vida y cada paso, ya no era un paso en falso.
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