Hubo una vez un perro que llamaban Callejero, porque nació y vivió en la calle. Durante el día, Callejero deambulaba de un sitio a otro buscando comida en la basura. En la noche en un rincón cualquiera dormía.
Una mañana al despertar, Callejero observó a mucho perros que a la montaña se dirigían. Celebrar el día de la amistad era la intención que tenían. Para dicha fiesta habían decidido preparar una comida y cada perro un insumo llevaría.
Callejero, decidió asistir a la fiesta y subir con ellos a la colina, Al llegar a la cima, cada perro entregaba el insumo acordado, pero Callejero nada había llevado.
El perro líder se dirigió a la manada
—Faltó el comino, —dijo el líder. —Sin condimento no hay celebración ni hay comida. Necesitamos un voluntario para ir en busca del insumo.
Todos los perros guardaron silencio, excepto Callejero, que aceptó ir en busca del comino.
Callejero descendió de la montaña y al pueblo en horas de la tarde llegó. Recorrió las calles y buscando en la basura el comino encontró. Subiendo la montaña, una fuerte tormenta se desató y la fuerza de las aguas lo arrastró. Para resguardar el condimento, dentro de la cola lo metió. Pasaron los días, meses y años y callejero nunca apareció. Desde ese día todos los perros cuando se encuentran, se olfatean la cola para encontrar el comino que se perdió.
Mensaje del perro callejero
En soledad sufro
y a escondidas lloro,
porque me siento morir
al verme en el abandono.
No te pido ayuda,
pero no me maltrates,
por favor te lo imploro.
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