Envejecer enamorados

Envejecer enamorados

Hola, buenos días, tardes, o en el momento que leas esta carta. No se cómo comenzar, te quería hacer un regalo especial, aunque no me conozcas, ni aunque me hables, ni sepas de mi existencia, a pesar de todo si sé sobre la tuya, el único regalo que vi que era perfecto para ti era escribir algo sincero y desde el corazón, bueno aunque no todo el mundo aprecia las palabras del corazón si no de la boca para afuera, y espero que tú aprecies esto, he preguntado y sé un poco sobre ti.

No se cómo explicar cómo surgió esto que siento, en el segundo lapso te vi de repente, y no sé, sentí una gran atracción por ti, es muy difícil de explicar, solo te vi a los ojos, y vi algo que tenías muy diferente a todas las demás (aparte de tener los ojos muy lindos que me hacen soñar todos los días contigo), me siento en ese momento en que sientes que estás desperdiciando el tiempo, no sé si tienes novio, no se si te gusta alguien, solo quería decirte casi todo lo que siento, no es una leve atracción cualquiera que puede tener un hombre, es más profundo que eso. Te quiero contar una historia: una vez había un muchacho que sufría de una enfermedad terminal, y estaba en su etapa adolescente y quería ver la ciudad cercana en donde nunca había estado ya que su madre tenía miedo de perderlo antes de tiempo.

El chico recorre la ciudad impresionado y ve una tienda musical, a él le gustaba mucho la música, y ve fuera de la ventana a una chica muy hermosa (muy parecida a ti) y decide entrar, estuvo una hora metido ahí “viendo” discos, pero estaba ahí solo para verla a ella, se decide y compra un disco, y la chica le pregunta: ¿ te envuelvo el disco?, el chico le acierta agachando la cabeza solamente para verla todo el tiempo posible, y se lo da, llega a su casa y no lo abre, solamente lo lleva a su armario, y hace lo mismo 7 meses (los que le quedaban de vida) solo para verla compraba un disco todos los días. Y llega un día en el que decide dejarle una nota en el mostrador diciéndole que le gusta mucho y que lo llame. La chica emocionada llama a su casa, y la madre le contesta llorando, y le dice que su hijo se ha muerto, la chica llora y le dice que revise los discos que él todos los días compró. Cuando abre el armario caen todos los discos, y abre todo los embalajes que la chica hizo, ve una nota en cada disco que puso la chica y decían: eres lindo, llámame, ¿acaso soy fea?, ¿me ignoras?, me gustas un mundo. La moraleja de la historia: di todo lo que sientes hoy, porque después puede ser muy tarde, y yo todos los días cada vez que despertó pienso en eso, pero sé que perdería mi tiempo si te abordo, no sé si te entregare esta carta, no sé si la leerás, no sé si es demasiado cursi decirlo.

Lo que siento por ti es muy excepcional, y sé que te parecerá muy estúpido todo lo que escribo, porque no es de menos, todos piensan eso, que soy un estúpido, o mejor dicho, deprimido, por eso no me preocupa decirte nada, porque alguien como tú se fijaría en alguien como yo, tú debes tener a los chicos haciendo cola. Cada día que me levanto me viene tu imagen a mi mente, cada vez que me acuesto pasa lo mismo, y en el día muy ocasionalmente me acuerdo de ti, y paso horas tratando de pensar en otra cosa, pero no funciona, mi diario está lleno de tu nombre, y la mayoría de las cosas que escribo son sobre ti, y lo que hago el día a día, muchas veces me pongo triste porque ni me atrevo a hablarte, solo te observo todos los recesos y todas las salidas, porque es lo único que me queda, observarte y admirarte… me gustaría que esta carta quede entre nosotros dos, y no quiero que esto sea un motivo de burla, por favor, si sabes quién soy yo, te ruego que no le digas a nadie que te di esto, porque no quiero lastimarme más de lo que estoy.

Al fin y al cabo, me gustas, o mejor dicho, siento una enorme atracción por ti, y si te escribo esta carta es porque quiero desahogarme y quiero expresar casi todo. Porque el papel para mí es muy limitado y nunca puedo terminar de expresarme, no quiero que se me haga muy tarde para decir lo que siento, pero me temo que si se hará…

Quiero explicarte porque soy como soy: soy así, ya sea deprimido, o muy dramático, porque todos los insultos de la gente, discriminaciones y agresiones de las personas han hecho efecto en mí, voy a darte una metáfora: si agarras una piedra espesa y dejas caer gotitas de agua constantemente por 5 años, ¿qué crees que pasará? Que a la roca se le haga una fisura y entre el agua haciendo que el interior se humedezca. Ese agua son insultos, y esos insultos se adentraron en mí, y he tratado de quitarlos, y la mayoría ya los quite, solo quedan algunos malos, o sea, viene mi inseguridad y forma de pensar.

Por eso nunca me atrevo a hablarte, ¿sabes?, todos los recesos que tenemos me quedo sentado, solamente verte y pensar: que sería si…, que hubiera sido si…, te veo de lejos y pienso en ti, no sé si será cursi, pero eso es lo que siento realmente. No es un regalo de tres millones, ni es de valor, pero es lo más sincero que puedo dar, porque no importa lo que vale o cuanto gastaste, solo importa lo que significa y lo que sentí al hacerte esta carta, al hacerla sentí mil emociones, pero no me inmuté, solo he estado en mi ordenador escribiendo esto, y me hace sentir mejor, quiero conocerte, y quiero saber quién eres, pero no me atrevo ni a presentarme, porque sé que si lo hago mínimo me desmayo o me da un ataque de pánico, espero que hayas disfrutado leyendo mi carta, porque la hice con mucho cariño y amor… ¿sabes lo que es amor?, amor es despertar todos los días y pensar en ella, estar todo el día viéndola, y pasar toda la noche pensando en ella, rogando soñar con esa persona; es amor cuando al escuchar esa canción que te hace pensar en él (en este caso para mi seria alles gute- silbermond, que utilizo para escribir mi diario y pensar en… ti) al solo escucharla sonreír como un completo bobo; es amor cuando cada vez que viene esa chica te pones rojo como un tomate, así no le hables; es amor cuando te pones nervioso cruzando miradas accidentalmente; todo eso es lo que he sentido, como te explico, no sé cómo explicar lo que siento, fue algo como amor a primera vista, no sé si crees en el amor, pero me ocurrió a mí, espero que me creas y que no te lleves de los comentarios ajenos que te hagan creer que lo que digo es mentira. Siento amor por ti, y espero que logres comprenderlo; espero que esta carta te haya gustado, mi carta, no es lo más impresionante, pero fue lo que ha salido de mi corazón. Quiero que pases un excelente 14 de febrero y que sigas sonriendo de esa misma manera hermosa que sonríes, porque eso que me gustó tanto fueron dos cosas: tu sonrisa y tus ojos, si me puedes hacer un favor sería lo mejor que harías por mí: sonríe todo lo que puedas, todos los días, así podrás dibujar muchas más sonrisas de las que ya me has dibujado sin darte cuenta.

¿Puedo serte sincero? La carta la escribí el lunes, y cada vez que llego a mi casa le agrego más cosas y escribo más y más, pero ya no estoy seguro si te la daré y me lanzo al precipicio, tú ya debes saber quién soy yo.

Me gustaría imaginar que pienses: está hermosa la carta y muy tierna pero… no te conozco y no sé porque ya sientes eso. Parecen muy estúpidas mis palabras y pueden provocan vomitar arco iris pero que te puedo decir, es lo que siento, no te imaginas, cada vez que me pongo a hablar con alguien, me dicen: oye estas como perdido, ¿qué pasa?, y les digo: nada solo pienso en ti, y no te quito la mirada de encima, solamente cuando volteas repentina mente y siento que volteas a observar. ¿Sabes algo extraño?, esta no es la típica carta de: ay te amo ay no sé qué más, y bla bla bla y vomito arco iris falsos; para mí, esta carta ha sido muy diferente a todas.
No sé pero cada vez que comienzo a componer una canción o algún ritmo o algo por el estilo, mi mente ha adoptado tu imagen como mi musa, lo que uso para inspirar ideas, e inspirar letras (las cuales no tienen rima alguna pero salen y me gustan), me gustaría dedicarte una canción. Espero que no te aburra todo lo que escribo, ni te parezca raro, o te parezca un poco estúpido, porque lo escribo desde el fondo de mi alma. Te lo recordaré de nuevo: no le des esta carta a nadie, eso es lo único que te pediré. Después de entregarte esto posiblemente no me acerque a ti, ni te hable, la respuesta a la pregunta que te podrías hacer en este momento: ¿Por qué no te acercarás?, es que no quiero pasar más pena de la que ya he pasado; lo que si me sorprendería es que tú me hables, si lo vas a hacer avísame para comprar la urna, porque júralo que me dará un paro o un ataque al corazón y una bajada de tensión; pero a la vez me sentiría tan alegre en la vida, y tan desafortunado y tan triste, porque sé que en la vida me prestarás atención ( no sé, sigo con esa misma ridiculez pero bueno), quería que pasaras un rato muy diferente que lo de siempre, quería que sonrieras un rato y poder ver esa risa que posees, y si me quieres hacer un regalo el 14 por favor regálame tus ojos, con ese regalo me haría muy feliz (aparte de conocerte y… ya sabes, lo que viene después de amigo, pero eso será en una dimensión paralela y desconocida a esta).
Ahora me despido con un: quisiera verte sonreír, y con un abrazo enorme y el abrazo más fuerte del mundo al extremo de sacarte el aire, y con un adiós o un hasta pronto.

Con la despedida me refiero a eso que a veces, sin conocer de nada a alguien, tildamos como “feeling”, músculos y curvas aparte. Me refiero a las piezas de un puzzle cuando encajan. Al final comprendo que cuando esperas algo de alguien y ese alguien te da exactamente ese algo, es que has conectado a la perfección, aunque sea por un breve instante, con otra mente. Y puedo asegurar que no tiene precio. Cuando pasa eso, no quieres parar, eso, querida Ana, es rematadamente sexy, por eso basar una relación de amistad o amor en un aspecto físico significa firmar un contrato de caducidad; porque hemos dejado de hacer el amor con los sentimientos, con las mentes y hemos reducido la curiosidad a un montón de sábanas. Por eso creo que los extremos se atraen y que la única manera de encontrar el equilibrio es encontrar una mente maravillosa opuesta a la nuestra. Por ello hay mentes que encajan a la perfección.

Te invito, querida Ana, a que bailes con la mente, que esconde algo que no se comparte con cualquiera. Porque llegado el momento, te darás cuenta que ese tipo de mente es con el que nunca te cansarás de hacer el amor, o lo que sea que se hace ahora.

Por eso te invito a bailar, porque los tacones suenan diferentes, como si el suelo estuviese deseando que bailasen con él. La mejor noche, puede ser cualquier noche, pero las dos seguidas en aquel mes de mayo de 2014 que compartimos juntos fueron especiales, se convirtieron en una sucesión de minutos intensos, susceptibles de convertirse en el momento más emocionante de nuestras vidas. Nuestra ASIGNATURA PENDIENTE.

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