Me da lo mismo ser un libro sin argumento, sin saber si vengo o voy, perdido entre mis sueños.

Me da igual ser una foto en blanco y negro, alguien normal con pequeñas manías que hacen desesperar.

Me da lo mismo no saber dónde está mi lugar, si soy una especia en extinción por ser tan real como la vida.

Me da igual ser como un perro sin su dueño, como un barco sin un mar, como alma sin su cuerpo o como un océano de hielo.

No soy tu cenicienta ni la última pieza de tu puzzle sin armar. No soy quien has ideado. No soy mejor por reír más o peor por callar.

Éste soy yo. Antes asustado, ahora decidido. Y éste es mi momento, el mejor, porque ha llegado para quedarse y no pienso renunciar a él.

Quizá te equivocaste…

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