Fundido en negro y THE END en letras grandes en la televisión del
salón.


¡Qué película más bonita, por favor! . Hacía tiempo que no veía
una así; de las de antes, de un amor que parece imposible pero que
acaba triunfando con un beso en el último momento. Sin tiros, ni
zombies, ni fantasmas – le digo a mi hijo adolescente que creo que
en ningún momento de la película ha soltado el móvil de la mano y
que en cada escena con beso ponía cara de asco.

– No
pongas esas caras hijo mío – le digo.

Ahora
todavía te da vergüenza ver estas escenas conmigo , pero te queda
muy poco tiempo para descubrir el amor, los besos, … y espero que
tu primer beso sea precioso y que lo recuerdes para siempre como algo
especial.


Menudo rollo de película. Yo paso de películas de amor. Prefiero
las de acción y terror- Me contesta en el tono que usan los
adolescentes.


Los besos cariño, son la expresión de todo tipo de amor y si te
fijas incluso en esas películas que te gustan, casi siempre hay
alguno.

¿Cuántos
besos has buscado en mí cuando de niño no te encontrabas bien?
Muchos.

Hasta
en la sala de espera del Hospital Infantil recuerdo un poster pegado
en la pared con la frase “Los besos de mamá lo curan casi todo”.
¿Te acuerdas ? Yo sí, pero no lo curaban todo. Esa era mi gran
pena.

Cuando
eras pequeño tuvimos que ir muchas veces al hospital por tu
enfermedad y ahí estaba siempre enfrente un mural de Blancanieves y
los siete enanitos que cubría toda la pared de la sala de espera.
Horas estábamos mirándolo esperando nuestro turno, mientras te
acurrucabas y te dormías en mis brazos. Te gustaba mirarlo y yo te
contaba el cuento para que la espera fuera más corta. Y a cada
enfermero, o médico le poníamos el nombre de uno de los siete
enanitos; siempre el que más risa nos daba era elegir al “gruñón”
porque había más de uno. Y entre tanto ¡Cuántos besos te daba!

Seguro
que ni te acuerdas ya de la película, aunque la vimos muchas veces,
pero que sepas que ganó incluso un Oscar, porque cuando algo es
bonito, lo es y se valora, aunque sea de dibujos animados. Y ahora
que ya eres mayor y tienes tu enfermedad tan controlada, prefieres
como es lógico otro tipo de películas, porque cada edad es lo que
tiene

No
sabes cuántas veces en esa sala de espera del hospital, mirando ese
mural, en mi tristeza e impotencia, deseaba para ti con toda mi alma
un beso como el del final de Blancanieves. Ese beso de amor que era
mi esperanza de que los finales felices existen.

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