Me debes un beso, Liesel. (Besos de película)

Me debes un beso, Liesel. (Besos de película)

Amira K

27/01/2021

Sentí como dos personas tomaban mi débil cuerpo de entre los escombros y en unos cuantos pasos, la claridad me encegueció. Tuve miedo, mucho miedo. Podía ver la enorme destrucción que provocaron los bombardeos de la noche anterior y pensé en Saumensch, en mamá y en mis hermanos. 

Al dejarme en el suelo, los hombres se fueron y reconocí a Liesel acercándose a mí. Se veía hermosa, a pesar del polvo que la cubría y de las decenas de lágrimas que surcaban sus mejillas.

—Saumensch… Liesel… Necesito decirte…

—Shh, no hables.

—Necesito decirlo —intenté levantar la cabeza de los escombros y ella me ayudó poniendo su fría mano en mi nuca.— Te a…

La frase quedó suspendida en el aire, a medio decir… Fue mi último aliento antes de que mi espíritu de tan solo 14 años, abandonara mi ya inútil cuerpo físico.

Liesel intentaba con  todas sus fuerzas despertarme, diciendo mi nombre una y otra vez; incluso, en su desesperación, dijo «Rudy, bésame» y sin pensarlo dos veces se acercó y juntó nuestros labios en un delicado pero unilateral beso. Aquel beso que en tantas ocasiones le había pedido y siempre me lo negaba, ese que anhelé desde el día en que llegó a Molching. Y lamentablemente, ahora ya era muy tarde.

Nuestro beso duró el tiempo que me tomó desaparecer por completo. Y aunque me desvanecí entre el aliento de mi amada Saumensch, ahora tengo una larga vida en su memoria, en esa imagen mental de sus labios junto a los míos, con ese particular sabor amargo de la dolorosa despedida final.

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