🎶BÉSAME MUCHO MADRID🎶

🎶BÉSAME MUCHO MADRID🎶

Anto

18/01/2021


De un pequeño apartamento, en Madrid, sale el sonido de un fascinante bolero que en la quietud del confinamiento social el sonido viaja más allá.

Los residentes escuchan la misma canción todos los jueves en la noche, a la misma hora. Bésame Mucho se repite una y otra vez, con el tiempo algunos se cansaron del ruido y otros siguen disfrutando de la canción. Recuerdan con ese bolero la época de su juventud, era ese único momento que dejan de sentir preocupación por la realidad y angustia por el futuro. 

Don Aurelio un profesor jubilado, disfruta del bolero como el joven que alguna vez fue, cuando conquistaba chicas en los bares de Madrid e imagina que es una mujer la que escucha esa canción mientras acaricia la espalda desnuda de su amante. 

“Ella será rubia, morena o pelirroja, seguro debe ser una diosa como Afrodita para que le guste escuchar tanta poesía interpretada por «Los Panchos”. 

Aurelio espera con ansias los jueves en la noche, a veces preparado con una copa de vino tinto en las manos y un tabaco cubano humeando en la mesa.

Anita, la vecina, quiere lograr lo que los otros no pueden, escuchar la voz del hombre misterioso. Cree que es un galán como Julio Iglesias, Carlos Gardel o Luís Miguel. 

«Tiene que ser un tipazo, seguro es un hombre romántico de esos que ya no existen, ese hombre es el amante ejemplar”. 

En el edificio no logran saber quién vive allí, ¿quién sale de madrugada con tanta restricciones por el Covid-19?¿Quién hace la noche de los jueves un deleite para ellos? 

Dicen que es un amor prohibido, imaginan que los amantes llenan sus bocas de chocolate  para comerse a besos, crear escenas los mantiene ocupados. 

Transcurren los días y no se quejan de la vejez ni de la cuarentena.

***

Es de madrugada y en el silencio se escucha el sonido de un beso de despedida para quien está durmiendo en la pequeña cama. 

Cierra la puerta de la habitación con cuidado y en puntillas va hacia la sala, toma su bata blanca, la máscara, el tapabocas, el gel, su botellita de agua y su estetoscopio, el mismo que ha usado desde que empezó la pandemia, se lo regaló su padre cuando se graduó, piensa que ha sido su amuleto de la suerte. Mientras se pone sus zapatillas cómodas para aguantar la guardia en la sala de cuidados intensivos, respira y da gracias por un días más. 

Escribe una nota: 

“Te amo mi bebé, nos vemos el jueves a la misma hora”. 

Sale, entra al ascensor y se mira en el espejo. Ve sus ojos cansados, su cara marcada y piensa: “el jueves será mi día libre para disfrutar, otra vez, del baile con Lucianito, al son de nuestro bolero favorito que nos hace tener momentos felices.”

Imagina y canta:

Bésame, bésame mucho
Como si fuera esta la noche
La última vez / Bésame, bésame mucho
Que tengo miedo a perderte
Perderte después…

 «Bésame Mucho»

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