Agoniza tu nombre en mis labios cuando siento el roce tibio de los suyos
como una despedida acompasada, a cada tenue y sutil roce te sustituyo,
mi propio aroma a melón maduro, pomelo y brisa de mar me embarga,
mi olor que está impregnado en su piel ahora, cerca de su amplia mejilla,
reemplazando el ozonico, verde y foreste aroma tan característico tuyo,
va atrapando con su boca dulce, gruesa y grande mis labios, suavemente,
apasionadamente ,llenando con sus sabores y sus efluvios tibios, viscosos,
me acerca con seguridad y firmeza a su cuerpo tan bien proporcionado,
y va, silaba a silaba, letra a letra lento, borrando tu nombre de mi boca,
sembrando y despertando sensaciones increíbles, olvidadas y pospuestas,
mientras tu nombre va cayendo en picada, despedazándose muy lejos ,
cuando me aprieta hasta hacerme soltar un gemido ahogada , todo termina,
los retazos de tu nombre, se disgregan en granos infinitos por todo el suelo,
descuidada, voy pisando sin piedad borde de letras, pegándome más a él,
Su lengua va dibujando su nombre, que como una nueva flor ahora se abre,
instalándose y enredándose, hurgando ,entre los espacios, ocupándolo todo ,
pegándose indeleble y certero al interior sonrosado de mis aún húmedos labios,
entre los suspiros, colándose ,mezclándose, adhiriéndose inapelable a mis fluidos,
tu olor ya ha desaparecido, el mío comienza a desvanecerse también muy despacio,
dando paso a un aroma distinto, irresistible a ; café, agua fresca, limón jengibre y miel,
tu nombre se vuelve fina ceniza, se volatiliza y se escapa segmentado hacia lugares lejanos,
cierro fuerte los ojos, cuando el retazo de la última letra tiembla, colgando en mi comisura,
Agoniza tu nombre en mis labios, se desprende, esparce, estrella y por fin desaparece …
Cuando el destino pone a ese ser especial en tu camino y no importa el tiempo las circunstancias ni
los obstáculos, en algún minuto, en algún momento incluso en otra vida el encuentro es inevitable y
el fuego incandescente será liberado quemándote hasta los cimientes, pero llenándote de gozo y
plenitud. Nadie puede morir sin haber vivido una pasión que te agüe los huesos y te funda el
cerebro
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