Me desperté temprano como de costumbre y me di un baño placentero
Me senté en la sala a ver futbol, un partido de equipos de tabla media, ya tenía programado mi día, los domingos en la mañana los dedicó a practicar algún deporte, por lo menos en mi mente.
Ella baja de la habitación y me saluda, entra a la ducha sale fresca y hermoso olor, grato, que me enloquece — dame un beso amor, — no tengo ganas de besarte hoy quiero jugar futbol —por eso no me podés dar un beso?— tus sabes que si quiero salir no debería darte un beso!, —por qué dices eso?—no te hagas eso pasa todos los festivos déjame, déjame no quiero besarte, — solo uno pequeño dale— la bese y no pude dejar de hacerlo una y otra vez, no pude separar sus labios de los míos sus labios simplemente me atrapan, no necesita nada más en mi vida —vete que te llaman tus amigos, — bésame otra vez, —pero dijiste que querías ir con los muchachos a jugar futbol. — sabes que si me besas yo no voy a ningún lado, —decime un poema antes de irte—
—Porque tus besos son un manjar
Que me hacen sonrojar
Son un premio inmerecido
Que me han engrandecido
Son un sueño hecho realidad
Que me enseñaron a amar
Ni el futbol ni la TV ni los amigos
Superan el placer de un beso contigo
Ahora no me niegues tus besos
Que enciende las letras de mis versos—
- — ¿Todo eso sentís con mis besos?, – si nayi eso siento
- -Eres el amor de mi vida—
- —¿Tú eres parte de mi vida, no me beses en domingo que me vas a engordar — que hay de malo en engordar de amor? —
- — Después no me vas a querer si sigo engordando, —pero si yo no te quiero porque seas gordo o flaco, ¡al igual! Eres feo y te amo!, jajajaj —
- —No beses los domingos porque me engordo como tú – Me dijiste gorda? —, — no jajajja, robusta—.
- Hace muchos años no he podido jugar futbol, y cada año gano unos kilitos, que me hacen sentir el hombre más feliz del mundo, porque siempre acaricia mi pansa y dice que es sexi—
- Cada domingo hago el mismo procedimiento y ella la misma seducción, lo increíble es que siempre me atrapa con sus besitos inocentes, y termina envolviéndome como una boa trituradora que no permiten separarme de sus labios.
- Quizás ese ha sido el mejor gol de mi vida, lograr tener sus besos. La veo hoy a sus cuarenta años y es la misma mujer que conocí cuando tenía dieciséis, solo que ahora es más hermosa se llama Nayive, pero debería llamarse mi vida. Porque en realidad eso es para mí, parte de mi vida, nunca pensé que algún día dejaría de jugar futbol.
- Ahora no sé, si podría vivir sin sus besos.
Dedicado a mi esposa Nayive.
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