Cuando vives en las calles aprendes a sobrevivir y crees que ese mundo no tiene fin pero hay algo que perpleja la humanidad y es la necesidad. Mi nombre es Andrés Villareal crecí en el rap pero tenía un sueño, y era jugar en los torneos internacionales del fútbol para ser el mejor deportista de todo los tiempos.
Además, tenía otras expectativas similares lograr pasos nuevos que ningún jugador conociera y convertir a Papá en un entrenador famoso, sin dejar a un lado otros sentimientos que nos hace humanos.
– Desde que llegue a este mundo, nos ha tocado trabajar arduamente para llevar el sustento a casa, vendiendo medias usadas puerta a puerta y cantando raps como los cantantes en cena. Pero Papá sentía que nuestro estilo de vida, no era muy afable para los demás. De pronto, percibía esa envidia por otra vida ¡claro eso no opacaba mis sueños de ser el más grande monumento!
Por otra parte, deje un poco los prejuicios y empecé los entrenos lo hacía de la siguiente manera:
– Primero, íbamos a un lugar de gran prestigio para elevar nuestra imaginación, de hecho, allá había un Tv inmenso si le digo como el tamaño de mi casa y ahí visualizaron el partido de la copa de oro.
En ese instante, sentí que mi imaginación voló a mil incluso Papá llevaba puesto unos tenis firmados por Falcado.
Creí estar en un mundo vehemente donde el orcus gira pero no se detiene. Uno de los presente apagó la luz y cuando eso sucedió cerré mis ojos tan profundos que empecé a vivir una vida inexplicable y en ese instante éramos Papá y yo contra todo lo que poseíamos.
De repente, percibí una emoción me deje llevar por ella pero alguien grito ¡Andrés el futbolista unánime! Corran. Sentí que mi sueño estaba vivo.
Esa multitud aguardaba mi espera; les plasmé mi grafía con tanta alusión que Papá me dijo – cálmate que te puedes desmayar “Este es mi momento deje que todo fluyera quizás soñar valga la pena.
Todos me hacían preguntas cuantiosas y Papá se escondió entre las rosas mientras más me aclamaban mi ego empezó a subir por momento pensé que pasaría si sigo solo, y dejo a Papá acá junto a estos nuevos jugadores. Pero después Mamá me reclamará ¿ Qué debo hacer? era la pregunta que redondeaba mi mente.
De repente, tome la guitarra y empecé componer versos donde el lector- oyente llegue con letras esplendidas a la cancha rapera.
– Bueno dijo: Papá deja de cantar observaba minuciosa la espera, pero verosímil nunca la terminaste porque abandonaste, la escritura por el fútbol dejando atrás todo lo bello del arte. Después de haber, cometido tantos crímenes. Incluso mi olvido causaste estas igual que Emmi Bandde solo me queda desearte qué seas muy feliz Andrés.
– Volvemos al presente a la realidad.
La máquina de los sueños dio un giro sorprendente en mil años luz. Llegó solo, ante un científico Preguntando ¿ Qué podemos cambiar? sobre cada error s latente acaso el tiempo no curaba las heridas. Su mujer un poco dudosa le preguntaba ¿Qué le pasaba? Pero las respuestas siempre sigilosas. Luego su hijo Marco se acercó y le dijo: Papá te he escribido un par de versos. Se titula Letras:
Me he perdido en las letras olvidando, todas aquellas ciencias que una vez aprendí. Viajando de un lugar a otro como añejo sin frenesí. Ahora las letras me han enseñado, el valor de la verdad donde prevalece la imaginación, de un mundo nuevo. Lleno de perpetuidad direccionada a la felicidad.
Muy bien le respondió Andrés a su hijo. Sabes posees un talento estupendo como el de tu Abuela.
– Sí. Papá
– Me gusta jugar fútbol. Pero también escribir es mi pasión con el reggaetón encendido.
– Bueno. Dijo: Andrés. Me voy acostar, estoy un poco cansado de tanto ajetreo. Luego platicamos. Hijo
– Está bien: respondió Marco
Después de esa conversación sigilosa Andrés se fue a la cama con un sueño ferviente. Sin embargo, sentía en el cual su fin llegaría. Su esposa lo llamo varias veces pero no respondía a ningún de los mensajes emitidos. Llamaron a un médico cercano para diagnosticar la salud de Andrés.
El médico lo reviso de cabeza a pies. No tenía pulso y además estaba frio como el hielo en época invernada.
Mientras esperaban en la sala. Bajo el doctor, comunicándole la muerte repentina del futbolista más famoso del mundo. Todos empezaron a sollozar de tristeza porque ese día Andrés veía al cielo con una palidez extenuada. Tal vez pensando que su día llegaría pronto. Marco no hizo gestos de tristeza. Solo comunicó a la prensa Deporty “Papá paso a mejor vida”. Haciéndoles saber la importancia de un ser humano del cual marco en diversos países con su gran talento del Rap y Fútbol. Respondió ante los periodistas Marco Villareal el primogénito millonario del fútbol Internacional, Local, Nacional.
En un breve instante, la noticia fue expuesta al mundo entero. Solo unas palabras con dolientes recitó Susi ante los reporteros:
“Hoy llegó el fin de un valioso ser humano dejando huellas sorprendentes en el deporte mi esposo viajo a través de una máquina de sueños para corregir aquellos que a veces son egoístas.
Ese era mi historia cuando desperté estaba junto a Papá viendo jugar a los deportista más famosos del universo.
– Regresamos a casa y mamá nos estaba esperando con una deliciosa colada.
– Luego llegamos al barrio a contarles la historia a los niños para que ellos puedan verificar cada paso en la vida, y así su imaginación sea lo mejor que los motive a luchar…
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