Santa Rita

Eterna paseante de tu asfalto aún cuando el sol ya no se reflejaba en los cristales de las antiguas ventanas, aún cuando la lluvia y el viento mecían los paraguas a través las estrecheces del gentío, aún cuando la soledad te invadía y la noche acechaba dejándose alumbrar por las farolas colgantes de las contiguas fachadas.

Creadora de tus recuerdos, alzando la vista al cielo contemplando esos tejadillos adornados con gorriones que despertaban la mañana y nos endulzaban el comienzo del día mientras a trompicones ibamos caminando a través de tus orillas.

Ensalzadora de tus galas, de tu calzada amenizada por esos pequeños parquecitos envueltos en sus arboledas, y que tras sus vallas hay tanto que recorrer… y tanto que recordar!!

Y tu.. sonriente ante mis idas y venidas, a sabiendas que eras el breve recorrido que me separaba de la vida, que a cada día vencido con el primer paso en tu sendero me abrazaba el calor del hogar. Ambiciosa de querer saber lo ocurrido dentro de las paredes de tus edificios, donde tantos sentimientos afloraban… donde se dejaba escuchar el sonido de las cacerolas, de los llantos de los niños y las notas musicales. Intranquila por las almas dispersadas que todavía no habían regresado y segura por las que permanecían en tu regazo.

Sombría en estos momentos porque tus ventanas ya no regalan alegría, porque el sol parece estar más alto cada día y porque estos meses te han cubierto de soledad. Has sido testigo del dolor y la ira que tus pocos paseantes sentían incluso cuando la temperatura subía y apenas se podía respirar. Has vivido el desasosiego de la pérdida cuando el manto del fenecimiento ha cubierto tus tristes aceras haciéndonos a todos desesperar. 

Con todo esto y lo que vendrá, ahí estas y estarás… altanera con tus bordillos de piedra que atravesar, con nombre de santa que te da notoriedad, con un amplio horizonte hacia la libertad de sabernos parte de tu historia , parte de tu verdad.