Que difícil es amarnos porque cuando yo te quise tu estabas en otros brazos, aceptar aquello me destrozo en mil pedazos pero sabía que él tu corazón había conquistado.
Seguí el camino triste y desolado, sin embargo, cupido reconoció que se había equivocado y después de largos años te esta poniendo en mi manos, pero esta vez yo estaba mirando hacia otro lado.
Tantas indirectas que me dejaste flotando y yo sin entender continuaba caminando, hasta que en un anochecer expresaste «yo te seguiré esperando porque ahora a mi me toca aceptar que no puedo tomar tu mano y besarte cuando estamos caminando».
OPINIONES Y COMENTARIOS