Dejenme sentir

Y si dejo que este sentimiento se apodere de mi es porque al menos sé que puedo sentir algo, lo que sea, que estoy muriendo y queriendo vivir al mismo tiempo

Me entrego a este vacío, a esta melancolía, a estas ganas de nada para sentir, que estoy hecha un mar de sentimientos, quiero perderme en la inmensidad del vacío que habita en mi ser, quiero ser parte de la nada y que no haya un tiempo lógico.

Me entrego a este dolor porque es lo que tengo, está aquí acompañándome en cada paso que doy, me arrojo al vacío porque no hay nadie aquí que me sostenga ni con la mirada ni con la escucha

Siento un dolor ubicado en la garganta, algo que no se ha terminado de expresar, pero que está aquí luchando por salir…espero paciente en la madrugada y no hay más que el silencio de esta oscura y fría ciudad.

Que dolor es estar en mi piel, que aflicción recorre mi cuerpo, hay un sentimiento que me aplasta y me oprime, estruja mi ser, devora mis convicciones, aniquila esta esperanza, derriba mis sueños, carcome mi alma, quema mis ganas de vivir, aplasta mi amor, estoy arriba solo para caer.

Déjenme gritar, déjenme sufrir con las mismas ganas que alguien desea, pero mi deseo es este, poder llorarlo, poder nadar en sufrimiento, sin aprisionar mi espíritu incapaz de levantarme para ver un destello de luz, ¿es que hay algo más desgarrador que esto? Sufrir en silencio, llorar en silencio, morir en silencio, hay que vivirlo y expresarlo hasta que ya no pueda más este dolor, hasta que mi pecho se abra y sangre por todo lo que he vivido, quítenme el alma sufriente, saquen mis gritos de desesperación, quiero romper en llanto y que nadie me vea pero todos me escuchen.

Que pesar estar aquí, sola, inerte, muerta…pero aún puedo escribir mi dolor, mis lágrimas hechas letras, mis gritos fluyendo a través de mis dedos que escriben con rapidez y con rabia, casi golpeando el teclado de dolor, un dolor que intento describir, que mis tristezas sean al menos leídas, que alguien más pueda tomar mis textos y sentirse acompañado en el dolor, en la crudeza de la vida, en el mar de pesares, en el vacío existencial, en la desolación, en la cercanía a la muerte, que estas letras acompañen nuestro sufrimiento, no estoy ahí pero siento tu alma rota cual vidrio estrellado, deja que fluya este dolor en la inmensidad de unas lágrimas, en la inmensidad de esta soledad que invaden la madrugada, porque no hay un lugar digno para los que vivimos de esta manera, somos los desterrados, los heridos de la piel, los afligidos de la mente, los tristes de espíritu, los melancólicos ahogados en sentimientos de agonía, donde hasta la luna sufre con nosotros, nos mira con pena y nos envuelve en un manto blanco luminoso entre tinieblas.

Soy dolor, ando por la calle, entre la gente, pasando inadvertida, una alma en pena vagando por callejones desolados, perdida entre miradas ajenas a mi existencia, escuchando los gritos de mi dolor pero callados…callados por unos ojos que se inmutan ante tanta soledad, mira mis labios, sonríen, pero no tienen espíritu de felicidad, observa mis ojos y sólo verás un escalofriante y aterrador vacío, de ese que se mete en los poros de la piel y hace que surjan tus temores, me pierdo en un charco de veneno y todo parece desaparecer.