Dicen por ahí, que alguien nos observa. Que su ojo capta cada aliento sin dar lugar a la fuga.
Que su mirada nos absorbe, nos engulle, y nos aletarga, envolviéndonos entre sus fauces con suspiros de Morfeo y dulces cantos de sirena.
Somos suyos.
Como errantes gobernados por Caronte cedemos nuestra voluntad a su merced.
Silencio y nada más. Flotamos.
Y cuando asumimos esa quimera como nuestra, cuando ya no anhelamos más que inspirar su resuello… Nos zarandea, nos sacude y nos abandona. Desprovistos de estribos combatimos entre el oleaje, es su aliento o el nuestro.
Tratamos de volver, intentamos regresar ¡Ya, no hay vuelta atrás!
El cuerpo pesa y el aire falta. Exhaustos nos dejamos arrullar hacia el fondo. Nuestra mirada es casi suya, pero en el último instante nos concede ver, entre las notas de su nana, un último atardecer.
Aquel de la vida que nunca osamos tener, aquel de todo cuanto anhelamos y nunca supimos vivir.
Nos movemos, nos revolvemos, tratamos de alcanzarla. Y si lo logramos, sólo si lo logramos, en el aliento definitivo abrimos los ojos. Recuperamos la soberanía de nuestra mirada y frente a su pupila le desafiamos.
Él, conocedor de su derrota nos arroja sin reservas al mundo del que procedíamos sabiendo que esta vez, hay mucho nuevo por hacer.
Dicen por ahí que alguien os observa.
Dicen por ahí que alguien os susurra.
Te digo por aquí, a ti que me escuchas
¿Te atreves a venir?
Localización de fotografías por orden de aparición:
1. Entrada del metro Abando, Bilbao / 2. y 3. Puente del Guggenheim, Bilbao / 4. y 5. Playa de Campello, Alicante / 6. Plaza de la Virgen Blanca, Vitoria / 7. Calle Prado, Vitoria /8. Playa de Campello, Alicante / 9. Plaza de los fueros, Vitoria / 10. Avenida Urkijo, Bilbao / 11. Calle Independencia, Vitoria.
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