Recuerdos del Sótano Parte 2

TIEMPO ATRÁS

En esta vieja cabaña, Jairo Rodríguez y su esposa están al borde de la desesperación, corren por todo el lugar buscando unas llaves para poder salir, ya que la puerta de la cabaña esta con seguro, los dos están tan exsaltados que no les importa desordenar el lugar.

– ¿Donde están esas malditas llaves? – Dice Jairo gritando y con mucha rabia.

-Por favor no más – Contesta Rosa Rodríguez llorando, mientras agarra su cabello y se acurruca en un rincón de la casa.

– ¡Callate!- grita Jairo– esto es tu culpa, tu fuiste la que te negaste – Dice Jairo acusando a su esposa.

De repente Suena un estruendo, que hace temblar toda la cabaña, los dos miran de donde vino aquel sonido y ven que en aquel sótano hay unas sombras negras altas y delgadas que salen dirigiéndose hacia ellos.

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TIEMPO ACTUAL

Segundo Día de la aventura espeluznante.

Creo que llevo años aquí, no se porque siento que mi cuerpo esta encogido, no puedo ver nada, todo esta oscuro, ¿que es esto?

De las escaleras baja un niño delgado con una camisa de colores, un pantalón corto marrón, unos calcetines blancos que le llegan hasta la rodilla y unos zapatos marrones. Después de estar abajo, enciende la luz y empieza a buscar por todo el lugar.

-¿Donde lo deje? – dice el niño tranquilamente.

A lo lejos ve una pelota roja, la toma apaga la luz y se dispone a salir.

-¡Auxilio! – dice Julián con desespero.

El niño se detiene, baja nuevamente, enciende la luz, y se dirige sigilosamente hacia Julián, este emocionado porque el niño reacciono, empieza a sentir un miedo cuando ve que aquel niño es su padre de pequeño.

No puedo creerlo, esto no puede ser, que hace mi padre en este lugar, él nunca hablo de esto, siempre dijo que vivió en la ciudad y que no conocía esta cabaña, ¿esto paso realmente? o ¿es este maldito sótano que me hace pensar que es mi padre?

– ¡Carlos! ¡A comer!- Grita su madre desde la parte superior de la cabaña.

-No má, ahora que termine de jugar con Javi- Dice Carlos mientras apaga la luz y sube las escaleras.

No puedo con esto, siento nauseas, me siento incomodo, no puedo ver nada, porque tuve que venir a este lugar, ¿que diablos eres?

De las escaleras baja un hombre agarrando a una niña de unos 8 años, la ata a una silla, esta grita y patalea, detrás viene un sacerdote.

– ¡Por favor no! ¡ Quiero a mi mami! – dice la niña con lagrimas en los ojos.

– Sal demonio de esta inocente pequeña- dice el sacerdote mientras le echa agua bendita.

En la parte superior se escucha como cierran la puerta.

– Creo que ya se fueron- dice el hombre con picardía.

– Gracias Dios- dice el sacerdote con lujuria, empieza a quitarse los pantalones.

– ¡Espera!

– ¿Que sucede? – contesta el sacerdote agitado.

-¿Primero usted?

– Pues claro, yo soy el santísimo padre.

-Pero acordamos que yo le haría primero, porque debo estar con mi esposa a las 4 PM.

El sacerdote lo ignora y empieza a quitarle la ropa a la niña, esta grita mas fuerte, pero el hombre lo detiene.

– Basta yo lo haré primero.

– ¡De me permiso! – dice el sacerdote con un poco de ira.

– ¡No! , yo seré el primero.

El sacerdote lo ignora y prosigue bajándole los calzones a la niña, esta del susto empieza a orinarse mientras grita. El hombre saca un pistola de su pantalón y le apunta al sacerdote.

-Quieres quedarte con la mejor parte ¿no?- dice el hombre con furia.

El sacerdote lo mira y mira a la niña, saca su lengua saboreando mientras observa a la niña, mira al hombre, luego se lanza sin pensarlo hacia la niña, el hombre le dispara, el sacerdote cae al suelo.

– Bueno al fin al cabo no eres el santo que dices ser- dice el hombre sin remordimiento.

Aquel hombre observa a la niña, se baja los pantalones, el suelo empieza a temblar, la niña se desmaya, el hombre del susto trata de huir pero se cae apenas sube las escaleras, del suelo sale una sombra tan oscura que me dio terror al verla, esta sombra empezó a inhalar de una manera tan extraña, que se tambaleaba cuando lo hacia, apenas hiso eso del cuerpo del hombre empezó a salir una pequeña bola negra que flotaba, y se unió con la sombra, esta no se acercaba a la niña, mas bien le huía, pero arrastro los cuerpos del cura y del hombre hacia un rincón bastante oscuro, la bombilla del sótano se estalla quedando nuevamente en la oscuridad.

Estas sombras son castigadores del comportamiento humano, pero no entiendo que tiene que ver esto con mi padre, puede que mi padre halla cometido errores pero no como para que se lo lleven estas malditas sombras.

De las escaleras baja Carmenza su abuela y la madre de Carlos, con unas bolsas en sus manos.

– Que lugar tan desordenado.

Carmenza empieza a organizar todo el lugar, luego baja Javier llorando. 

-¿Que le paso? – dice carmenza un poco sorprendida.

-Carlos me golpeo porque yo quería jugar con la pelota y no me la quiso prestar. dijo Javier con lagrimas en sus ojos.

Carmenza sube afanada.

– Este muchacho si no- dice con enojo.

Javier al ver que su madre sube las escaleras, se seca las lagrimas y saca la pelota de su bolsillo hace una sonrisa de maldad y tira la pelota en un rincón de artefactos viejos con la intensión de perderla.

¿Que? ¿mi tío? pero según él se la llevaban muy bien.

CONTINUARÁ

BUENAS, ESPERO QUE LES GUSTE, ES CORTA LA HISTORIA. IRÉ ESCRIBIENDO LAS EXPERIENCIAS DE JULIÁN POCO A POCO, RECUERDEN QUE ÉL ESTA EN ESTE LUGAR UNA SEMANA ASÍ QUE VA A DESCUBRIR COSAS MUY INTERESANTES QUE CAMBIARAN LA FORMA DE VER SU MUNDO Y SUS RELACIONES.