Trabajo bajo la lluvia,

soñando con tu belleza

canto canciones románticas

me sueño remando en Venecia.

Es la mujer de mi vida

que incansablemente me espera

para endulzar mi existencia

en sus brazos cual hoguera.

No me duele la dureza

de la vida que me encalla,

pues mis manos laboriosas

recibirán recompensa.

 

De alambrados y arados

forjarè mi buen nombre,

no temblarè un instante

ante el frió desesperante.

Al terminar la jornada

me embeberé en la gloria, 

con un paisaje me abrigo

brotando de tu suspiro.

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