Me has apartado para preguntarme. Pero no basta lo que oyes, es porque esperas oír lo conveniente y no lo real.
Te respondo con otra pregunta, sé qué esperas una afirmación, ni una ni otra, solo la duda que escala.
– ¿Eres fuerte por fortaleza o por debilidad?
– No se puede ser fuerte y débil a la vez.
– ¿Es la debilidad el coraje y fortaleza la valentía?
– Si eres débil no tienes coraje ni valentía, te la han quitado antes.
– ¿Por qué eras fuerte, hoy eres débil?
– Si ayer fui fuerte y hoy débil, es porque una batalla libré… y perdí.
– ¿No es entonces, la debilidad compañera de la fortaleza?
– Los opuestos no se tocan.
– Los ayer, hoy y mañana, ¿No son acaso el hoy siempre?
– No puedo ser ayer, lo que seré mañana.
– Pero sin embargo, serás tú siempre en el hoy.
– Si.
– Entonces en el hoy eres fuerte y débil, porque el hoy es siempre hoy.
– …
Y él dijo; él, el poeta cítrico: “Solo lograremos ser nosotros mismos luego de alcanzar la negación íntima y radical de lo que han hecho de nosotros” J.P.S.
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