Mi cuerpo te necesita

Mi espíritu no necesita de ti, pero mi piel, si. Con el tiempo descubrí que mi alma no se enamoró de ti sino que mi cuerpo de alguna forma se sintió atraído por ti. Te observo en una multitud de mujeres hermosas, pero mi carnalidad solamente se fascina por ti. Por eso no le tengo miedo a la muerte porque sé que dentro de mí, tengo algo que me hace ser inmortal, pero tengo temor de morir sin poder acariciarte. Tengo ese pánico irremediable por si llega el fin del mundo y no haya podido besarte. El mundo es un círculo diminuto en el universo y por eso, tal vez pude conocerte. Pero dudo que en la eternidad, pueda encontrarte. No me importa que por el envejecimiento vaya perdiendo fuerzas, ya que por dentro habrá una fuente poderosa de amor que se mantendrá activa por el tiempo que viva. El que no me pueda mover, no significará que te voy a dejar de amar. Tus cabellos blancos y tu piel desgastada, no será impedimento para que te deje de admirar. Mi intención sería que te enamores de mí porque tengo esa creencia de que sólo así, Dios hará un lugar para que estemos juntos cuando partamos de aquí. Si terminamos separados, quizás vayamos a lugares diferentes, donde estemos muy distantes. Y yo no quiero eso, mi voluntad es amarte sin límites. Tengo ese presentimiento de la existencia de un lugar donde las prosas de mis poesías se tornarán realidad. Debe haber algún sitio fantástico donde podamos disfrutar en total plenitud de la felicidad. Yo no le entiendo a mi cuerpo, habiendo tantas por ahí, solamente se estremece por ti. ¿Por qué mi piel se eriza justamente por alguien que ni siquiera se fija en mí? Ya no sé qué hacer, estoy desesperado, quisiera acercarme a ella y decirle que la amo. Que todos los días por ella exclamo. Que se ha vuelto una presencia por la que todas las noches reclamo. Mi voluntad es sencilla. Quiero que juntos a diario podamos observar la bella Luna para luego, quién sabe en un futuro poder habitar en ella…