A los quince años decidí ser escritor. No recuerdo las razones, pero diez años después me recibí de arquitecto. Gané algunos concursos, diseñé y construí durante muchos años y aún lo sigo haciendo. A veces pienso en que tal vez no haya demasiada diferencia entre ambas profesiones, las palabras, que cuentan lo que no existe, comparten la osadía de las líneas que proyectan lo que tal vez existirá. La estructura, sí, la estructura es vital, sosteniendo el peso de los ladrillos o el de las palabras. La textura, los detalles y la observación como recolectora y la memoria como biblioteca. Sin embargo, se que hubo una pequeña traición a ese chico que asombrado leía “Rosaura a las diez”.
Hace diez años él y yo comenzamos a estudiar de nuevo, tuvimos buenos maestros, y estamos conformes. Quizás algún día, después de escribir o corregir algún texto, podamos hablar de los que nos pasó.
Nuestros maestros:
Diez años bajo el duro rigor del profesor Ariel Dilon – Endulzando poesía con Andi Nachon
Interesado por: Cuento corto / relato breve
Autores o libros favoritos: Jorge Luis Borges, Ray Bradbury, Stendhal
Obras independientes de Julio Mandelbaum
Actividad reciente de Julio Mandelbaum

