Marco Ochil | Club de Escritura Fuentetaja

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Marco Ochil

La Habana - Cuba

Número de obras:22

Lecturas de sus textos:707

Votaciones recibidas:7

Obras que ha votado:14

MI BIO
PREFERENCIAS LITERARIAS

Todavía no nos ha contado nada

Nadie dijo que fuera fácil

Interesado por: Microrrelato, Cuento corto / relato breve, Novela corta / nouvelle, Poesía

Autores o libros favoritos: Jorge Luis Borges, Edgar Allan Poe y Franz Kafka

Obras independientes de Marco Ochil

Líder

Marco Ochil

― Con un jefe así, si se puede trabajar. ― No es un jefe, es un líder. ― Es que él empezó desde abajo, por eso nos apoya y trabaja a nuestro lado. Mientras tanto, Martín dormía en su despacho, junto a un bulto de papeles que pondría en los pendientes del mes siguiente. El...

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Gaviota

Marco Ochil

La gaviota herida de viento pandea su vuelo y se estrella en la costa. El humano herido de tiempo recorre sus recuerdos y se estrella contra sí mismo. La gaviota con sangre en las plumas y dolor en las alas, salta al vacío de nuevo. Morir no es caer, es perder el vuelo. Quizás solo...

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Sus versos

Marco Ochil

Estaban sus versos, que eran versos pensados o leídos que entrelazaban con su realidad y la hacían sentir mejor, o al menos más viva. Luego estaban mis versos, que eran sus versos porque probaban que ella había existido y era capaz de escribir con manos que no fueran las suyas. Pero cuando busqué sus versos...

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Huellas

Marco Ochil

Un día lluvioso de junio marqué con fuerza mi bota derecha a los 42 metros rumbo norte del árbol más alto de la Patagonia. Hoy, 3 meses después, ¿me pregunto cuántas lluvias habrán borrado mi huella?En 10 años preguntaré si mi árbol sigue siendo el más alto de la Patagonia.Y en 50 años, si la...

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Los ojos del espejo

Marco Ochil

El espejo tenía esa mirada firme, prepotente, destructora. La de los días grises que aún no amanecen y ya se están apagando. Pero hoy no me detuvo, le lancé una sonrisa que golpeo sus adentros. Esta vez le hice mirar a otro lado y avergonzarse. Quizás mañana no buscaré sus ojos por miedo a una...

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La furia de los poetas

Marco Ochil

Caiga sobre mí la furia de los poetas por el arte mancillado. Encenderán la hoguera y convertirán en cenizas mis líneas fracasadas. Se perdieron las rimas, los amores, las métricas, no queda más que ruido. Con mis ojos lagrimosos gritaré “¿Qué hago ahora con estas piezas sin corazón?”. A lo que contestarán “Olvidar y ser...

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Estatuas sin nombre

Marco Ochil

Se mudó a la senda de los vencidos, olvidó su nombre y su rostro. Cerró sus ojos, coció sus labios y bajó los brazos. Caminó hasta convertirse en el paso del tiempo, en estatua sin nombre. Ahora todo el que lo ve no ve en él más que piedras, pero tened cuidado. Aquellos que huyen...

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Irresponsablemente

Marco Ochil

– Lo siento no quiero una relación en este momento. – Está bien lo entiendo. Pero entonces no me busques no me celes no me mires con esos ojos. No dejes tus labios esperando mi olor en tus sabanas ni mi reflejo en tu ventana. No pienses en mis manos cuando estreches manos al cruzar...

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La cabaña en el bosque

Marco Ochil

Anochecía. Resonaban los árboles, la cabaña estaba alejada de la ciudad y el barullo. — Debo marcharme. — No, por favor quédate un poco más, tengo miedo. — Ya estás un poco mayor para esas cosas, sabes que no puedo quedarme — el monstruo salió por las sombras y se marchó a su escondite en...

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Al otro lado de la puerta

Marco Ochil

Está llegando el monstruo, se acerca pausadamente arrastrando las cadenas por el suelo. Abre la puerta y me destierra de casa, cierra dejándome al otro lado de la puerta. Luego expresa con voz suave: “Ya enseñé mientras mirabas en la rendija, ahora demuestra que tus ataduras se rompen y valen para algo”.

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Historias para el olvido

Marco Ochil

Las historias siempre surgen en un conflicto sin resolver, un objetivo en túnel imaginario, ¿pero qué viene después? Me aterra que esta felicidad, la que tanto ansío, de tenerte, se cumpla y pise el más allá, el de las historias sin título. Que estés a mi lado y al verme llorar te sientas insuficiente, ¿cómo...

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Roma

Marco Ochil

Entonces se le escuchó gritar “Callad”, y luego de un breve silencio “En vez de discutir, pensad” Toda la bondad del universo se alineo para dar un consejo, el menos saludable posible. Desde el desconocimiento de que todos los caminos del pensamiento conducen a la Roma de la existencia.

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El brillo de la luna

Marco Ochil

Muchos inviernos externos han pasado, he perdido la cuenta porque las estaciones se me han convertido en vacío ante este frío que no se calma. No se escucha tu risa, ni habitan tus pasos, pero mi sombra tiene ilusiones ópticas en las que te encuentra y escapas. Sigo viviendo y buscando mientras se difuminan mis...

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Manos

Marco Ochil

Nuestras manos unidas, casi coincidentes en espacio, anudadas y puenteadas para acercar de vez en cuando. Nuestras manos unidas por un nexo que llamaremos dedos por miedo a palabras con riesgo. Nuestras manos separándose, convirtiendo julio en invierno y los pasos distantes en un silencio eterno. Mis manos unidas envidiándose por lo que compartieron y...

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Improbables

Marco Ochil

Si somos instantes perdidos, improbables ante los infinitos del espacio y el tiempo, disfrutemos del error casual: Coincidir.

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Arte en estantería

Marco Ochil

Éramos la pareja perfecta, a ella le encantaba pintar mis rimas y a mi recitar sus contornos. Conocíamos todas las tonalidades, estilos, costumbres, métricas y filosofías del otro. Hasta que conoció al fotógrafo, que describía mejor que yo, enmarcaba los paisajes de un modo increíble. Ella se enamoró y… lo entiendo, pero desde que se...

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Cuestión de espacio

Marco Ochil

Cuando sonreía su hoyuelo izquierdo hacia ver pequeño al derecho. Tenía treinta y una canas pero le gustaban así, decía que era como el café con un poquito de azúcar. Cocinaba sin delantal para tener esa sensación de peligro. Se acostaba sobre un lado y despertaba siempre sobre el otro. Escuchaba los mismos artistas desde...

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Familia seria

Marco Ochil

Los Martínez son gente seria y honrada, un barbero alegre y una costurera con buen ojo para las telas, ya conocieron lo duro del bregar. Ambos intentaron enseñarle a su hijo los gajes del oficio, lo único que surgió es amor por el trabajo porque tenía una mano horrible para los dos, parece que no...

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Pensamientos impuros

Marco Ochil

— Bendígame Padre, porque he pecado — mientras realizaba la Señal de la Cruz —. Nunca he… — Juan — interrumpe el Padre — no le había tenido por aquí, como monaguillo debería saber que podríamos tener una comunicación más fluida sin la rejilla, pero bueno, tendrá sus razones, nunca me ha dado problemas así...

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Dejarse el casco y el bate

Marco Ochil

Ese chico era tan genial que todos en el arrabal le decían que era el súper héroe de los pobres con mostacho, su apodo era Luigi, lo que le impulsó a llamar Mario a su hijo. Es un niño cariñoso y tímido de siete años, bien sonriente como su padre. Juntos se les ve jugar...

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Los monstruos bajo la cama

Marco Ochil

Tu ausencia ha conseguido mezclar los días con las noches, las primaveras con los otoños y ahora este rincón donde la realidad se convierte en mi realidad. Las paredes se colorean en sangre, en los bajos de la cama sueño que habitan monstruos y me da miedo preguntar por su presencia. No por temor a...

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Picassa

Marco Ochil

Ella era como un cuadro de Picasso pero doblado hacia adentro, colgado de una nube y sin firma de autor. Llevaba colores que nunca conocí y sonidos de placer distintos para cada estirón de las mañanas. Yo vacilaba sus lunares y pensaba “Wow vaya cuerpos celestes”. Un día puso sus lentes en mí, dijo que...

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Despéinala

Marco Ochil

Viento que mueve las nubes, escoge el día más soleado que encuentres para pasar por su lado y despeinarla. Convierte su pelo en todos los chubascos que conozcas, déjate en casa los truenos. Que si ese día veo una lágrima corriendo por su rostro me llenaré de valor. Te prometo que todo cambiará y entonces...

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Ser otoñal

Marco Ochil

Somos otoños que buscan primaveras, octubre enamorado de abril, llorar interno que quiere sonreír. Si supieras que no serás suficiente, que mi vida pesaría sin la gravedad, que la sonrisa es solo una desconexión. Podrías vivir a mi lado aunque culpara al mundo de lágrimas que se nutren de mis latidos. Me avergüenzo de quererte...

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Primavera silvestre

Marco Ochil

Sonreías, dándole esperanzas a un abril entristecido que adoraba el brillo lunar. Amando imperfecciones te vi, con tus ojos que desafían lo tangible y lo esencial. Flor del caos en la llanura de la que desconocemos semilla, víctima de jardín en ausencia. Si eres primavera de los cerezos cómo te busco, sabiéndome acumulador de pétalos...

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Silencio sangriento

Marco Ochil

Todos lustraban el armamento, pero me habían permitido seguir practicando en el campo de tiro, el Capitán Ramírez cuidaba mucho de esto porque, según él, era el mejor tirador que había visto en años. Estaba solo en esa inmensa llanura frente a los maniquíes con los que ya había probado muchas veces, pero esta vez...

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Viaje

Marco Ochil

Primero la Luna y las estrellas porque no se escribir sin ellas. Luego el silencio que me da calma, junto a la música que revive el alma. Más arriba los colores que llenan mi mundo con opciones. Pondré un par de libros para leer en el camino, mejor llevo más que a veces nos lleva...

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El arcoíris de los niños

Marco Ochil

Todos hemos sido niños así que conocemos esa sensación de mirar al cielo cuando alguien dice “mira es un arcoíris”. El mundo se pierde en ese lapso de tiempo, es el instante en que este, el no observado, podría desaparecer sin notarlo. Tú vives en ese momento, en el que tu sonrisa de arcoíris choca...

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El Bosque Social

Marco Ochil

Rodeado de árboles empecé a sentirme a gusto con la protección de su sombra, el papel en el que escribía, esta casa hecha de sus troncos y ramas, el fruto que me alimentaba. Alzando mi voz mostré mis alegrías donde nadie responde, buscando cambios desahogue mis dolores pero solo reinaba la paz y el silencio...

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Aquel jardín de Amapolas

Marco Ochil

“Hagan la guerra y no el amor” frase que daba inicio a mi unidad con misión de infiltrar y explotar, armados con un fusil, dinamita y nuestras ganas de vencer al enemigo de turno inculcado. Una bala en mal lugar volaría a los reclutas en pedazos, separar y reagrupar era la estrategia, pero los tiros...

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Gracias por todo, amigo Papel

Marco Ochil

-¿Por qué escribes? -Porque es más fácil que hablar, las líneas rectas no juzgan ni el agua les ha de molestar, solo están para apoyar tu letra y moldearse contigo. -¿Entonces por qué empezaste a publicar, por qué rompiste el silencio con la traición? -El papel es un gran amigo que me enseñó a vivir...

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Petr/odio

Marco Ochil

Caía una gota de petróleo sobre la troposfera y esta vez éramos los humanos los que moríamos. El odio nos consumía, la incomprensión culpaba al vecino y la envidia carcomía los principios. ¿Por qué tu suelo vale más que el mío? Nos lanzábamos podredumbre hasta destruir los millones de años de historia en que no...

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Se marchó

Marco Ochil

Ella esperaba en la cama, su cuerpo gemía y la mente se perdía en el tiempo de soltarle para que se fuera sin decir adiós, sin haber encontrado la experiencia de en el sexo protegerse el corazón. Tantas espaldas en la puerta como olas en el mar, dejando el mismo sentir pero ninguna igual. Escondida...

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Luz

Marco Ochil

Que bellas esas personas que sin ayuda del sol brillan en la oscuridad, que no temen vestirse con la misma sonrisa en dos días seguidos, que pintan en el doloroso lienzo de soñar, que no saben porque los demás le tenemos miedo a la palabra “amar”, que al encontrarse en medio de la encrucijada deciden...

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El primer hombre libre

Marco Ochil

Esta ese hombre distinto que decidió salirse del esquema social, no pisar ni ser pisado por sus iguales, volar sin separar los pies del suelo y mirar la cara del cielo. Ese hombre incomprendido entre el látigo y lo absurdo, resuelto a no moverse de nuevo, no abrir sus ojos y dejar de sentir el...

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La mariposa y el fuego

Marco Ochil

Nos vimos de frente, enfrentados por la dualidad de colisionar nuestros cuerpos o mantener una paz provocadora. Yo, abrazándote y abrasándote con mis llamas, sintiendo tu piel corromperse mientras quemaba todo a mi paso, delirios de contacto. Tú, desapareciendo ante un fuego que solo arde porque tu existes, tu respiración siendo pilar de su fallecimiento...

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La esperanza en el final

Marco Ochil

Cuando asome los ojos al precipicio y decida mirar atrás… antes de que el empuje me recuerde el final del camino. Cuando mis poemas no sean suficientes para cargar los sentimientos que tiemblan sobre mi espalda. Cuando el pasado se detenga frente a mí y me enseñe las piedras que aplane en el recorrido de...

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El amor después de la palabra

Marco Ochil

Éramos jóvenes y creíamos que amar era ponerlo en palabras sin importar los sentimientos que se escondieran bajo la almohada. Las frases pensadas y expresadas eran solo pedazos de aceptación y complicidad, como si las mascotas cambiarán caricias por verbosidades. Nos hacían felices de la misma manera que un pintor y un esteta se miraban...

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Dueles

Marco Ochil

Aquel día en el recreo cuando el odio me acompaño pero el valor no, sobreviví a los golpes que no recibí y a la impotencia que cargue. Sobreviví cuando me pare frente a todos y no salieron mis palabras. Sobreviví cuando vi al amor de mi vida con otro y aunque eso ha pasado varias...

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Cerca de la orilla

Marco Ochil

Sentado en la arena mirando el mar, intentando comprender su inmensidad y los deseos que podría tener dentro de su gran poder. Siempre se acercaba con fuerza, nada lo movía de su ciclo inalterable porque de alguna forma no llegaba a su objetivo. Tal vez el mar solo quería tocar la orilla sin romperse, sin...

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La flor bajo la nieve

Marco Ochil

Esta carta no es una puerta entreabierta ni un escondite al corazón,no es para que te acuerdes de mi ni para guardarla en un cajón. Es la flor que cubierta de nieve en enero decide morir, marchitar sin saber si la primavera era solo un cuento de hadas o el regalo tardío de la navidad....

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Prisionero de tu ego

Marco Ochil

En este pedazo de mente somos acechados como presas solitarias en mitad de la sabana. Donde lo peor es que somos moscas con montones de espejos apuntando hacia adentro. Solo se de una persona especial en este pedazo de mente. Prisionera de unos ojos a los que seguramente no sabe ponerles color.

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Enamorado de una extraña

Marco Ochil

Estoy buscando que me busques mientras sueño que me sueñas, sabiendo que no sabes que quiero que me quieras. Estoy buscando… tu piel en todas las lunas tu olor en todas las flores y tu sonrisa en todos los niños. Estoy buscando que me busques queriendo que me quieras sabiendo que no sabes que te...

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Insomnio

Marco Ochil

No me deja dormir esta angustia, ese saber que está ahí… tan cerca de mi almohada pudiendo devorarme en la noche. Tal vez estoy un poco mayor para temerles a los monstruos, pero no puedo, no lo resisto, me abrumo solo de pensar en su existencia. Cuando me escapo de su hábitat soy libre y...

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