Perfil público

“13 DÍAS DE OSCURIDAD, UN VIAJE AL CORAZÓN DE LA VIOLENCIA”
“Trece días” de José Agustín Machuca Urbina, publicada en 2009, nos sumerge en la cruda realidad de la violencia carcelaria a través de la mirada de un ex-preso político, basada en su propia experiencia. La novela nos transporta a los oscuros rincones de una prisión, donde la crueldad es pan de cada día, en el que la fragilidad humana se pone a prueba hasta sus límites.
La novela comienza describiendo que el penal era un mundo pequeño de crueldad, un lugar donde la violencia se manifestaba en su forma más despiadada.
El penal era un laberinto de celdas húmedas y oscuras. Los guardias, con sus rostros cubiertos por pasamontañas, los trataban como animales. Porfirio se dio cuenta de que la violencia no era solo un hecho aislado, sino un sistema que impregnaba todas las esferas de la sociedad. (Urbina, 2009, p. 08)
La novela inicia mostrando la cruda realidad de la violencia institucional dentro de un penal. Porfirio, el protagonista, es testigo de cómo los presos son tratados con brutalidad e injusticia, lo que evidencia la corrupción y la falta de humanidad en el sistema penitenciario. Esta violencia no solo afecta a los internos, sino que se convierte en una herramienta de control social con consecuencias a largo plazo. La escena revela la magnitud de esta problemática, que va más allá de las rejas y nos lleva a cuestionarnos: ¿Qué otras injusticias se cometen a diario dentro de estos centros?
Porfirio se sumergía en un océano de agonía, cada ola un nuevo golpe que lo arrastraba.

Cada golpe era un martillazo en su alma. Los guardias, con rostros desencajados por la ira o la indiferencia, descargaban su furia sobre su cuerpo indefenso. Porfirio, con los ojos cerrados, intentaba concentrarse en su respiración, pero era imposible. El dolor era tan intenso que nublaba su mente. Y, sin embargo, una chispa de rebeldía seguía viva en su interior. (Urbina, 2009, p. 33)

Nos describe la tortura como una forma de violencia destinada a quebrar la voluntad de una persona e imponerle una autoridad absoluta. Muestra el poder injusto de quienes torturan, la deshumanización de la víctima, los severos efectos psicológicos, físicos y la vulnerabilidad de quienes están privados de su libertad. Asimismo, hay un claro indicio de desprecio por la dignidad humana. La víctima en una herramienta para lograr un objetivo, transformándose en un objeto que puede ser utilizado para ejercer un poder desigual, resultando en crueldad y tristeza que derivan en una gratificación nociva hacia el sufrimiento de los demás. ¿Cómo podemos garantizar la justicia y la reparación para las víctimas?

El protagonista llegó a recordar su infancia, de la oscuridad de su hogar, había pasado a la tenebrosidad de la guerra, buscando una luz que nunca había conocido.
“…recordaba la mirada aterrorizada de su madre y el puño de su padre estrellándose contra la pared. La violencia había sido una constante en su hogar. Quizá por eso, cuando se unió a la lucha armada, había buscado una forma de darle un sentido a tanto sufrimiento” (Urbina, 2009, p. 79)
Este fragmento nos sumerge en la infancia traumática de la protagonista marcada por la violencia doméstica. Estas experiencias negativas han tenido un profundo impacto en su vida, influyendo en las decisiones que ha tomado buscando una razón para tanta angustia. Sin embargo, a pesar del sufrimiento, Porfirio muestra una capacidad de resiliencia y busca un sentido a su vida. Además, nos enseña cómo, incluso en medio del dolor, la empatía puede surgir al conectar nuestras propias experiencias con las de los demás.
Finalmente, Machuca se resigna a los años de lucha que le habían dejado una profunda huella en su alma, un cansancio que traspasaba los huesos.
¿Crees que valió la pena todo esto? — preguntó el otro preso, un hombre mayor con la mirada perdida. — Valió la pena luchar por un mundo más justo — respondió Porfirio, aunque en su interior albergaba dudas. — ¿Y qué hemos conseguido? Más muerte y destrucción. ¿Acaso no ves que hemos caído en la misma trampa que el enemigo?” (Urbina, 2009, p. 146)
Después de todo, Porfirio y otro preso revelan las profundas dudas que surgen al enfrentar las consecuencias de la violencia en nombre de una causa. Ambos cuestionan el alto costo personal y social de la lucha armada y reconocen que incluso los más comprometidos pueden sentir inseguridad. Sin embargo, Porfirio encuentra cierta satisfacción en la idea de haber contribuido a un futuro más justo. Esta experiencia nos muestra que la guerra deja heridas profundas, tanto físicas como emocionales, y que es importante expresar nuestros sentimientos para encontrar paz interior.

13 días de terror en Cajamarca nos sumerge en los abismos de la violencia, demostrando que el sufrimiento y la injusticia no son hechos aislados, sino heridas abiertas que atraviesan generaciones. A través de sus crudas narrativas, el autor nos invita a reflexionar sobre las causas profundas de estos conflictos y a exigir justicia para todas las víctimas, tanto las de la guerra interna como las de la violencia carcelaria. Su obra se convierte así en un llamado a la memoria y a la acción, para que los horrores del pasado no se repitan y para construir un futuro más justo y equitativo."

REFERENCIAS:

Guest. (s. f.). Trece Días - Agustín Machuca - PDFCOFFEE.COM. pdfcoffee.com. https://pdfcoffee.com/trece-dias-agustin-machuca-5-pdf-free.html