Cansado de la rutina, del mismo pueblo, del trabajo, de todo lo cotidiano que le rodeaba, andaba pensando Mario en el porche de su amigo Lucas, dónde se habían reunido para celebrar que de su pandilla de amigos, Martín se casaba, Juana iba a ser mamá y sobre todo recordar a Santiago, quién que ya no estaba con nosotros porque enfrentó una batalla de salud que le había vencido esa guerra.
Pero no penséis que tenían tan mala fe, ni eran unos macabros para celebrar esto último, sino celebrando que por fin, su mejor amigo Mario se había atrevido a cambiar de vida, a vivir experiencias, a saborear nuevos sueños e ilusiones porque se lo había prometido a Santiago.
En cuestión de unas semanas, había dejado el trabajo, invertido los ahorrillos que tenía y conectado con Blablacar en distintos puntos de España para hacer una ruta completa de toda la geografía española.
La primera parada sería en Córdoba donde se despediría y cogería el primero coche, que resultó un vaivén de sensaciones, dónde se fijó y quedó embobado en los ojos verdes de la chica de al lado, en la conductora alocada que le iba a acompañar en media aventura porque tenía el mismo objetivo que él en este viaje y en la risa tristona del compañero de delante, que les iba contando una situación que le traía agotado, de la que sin darse cuenta todos iban aportando su opinión hasta que llegaron los cuatro a la solución de su problema. Tenía así la primera anécdota para su diario de esta aventura.
En los días siguiente, coincidió con Pedro un chico muy tímido que tenía que hacer un pequeño desvío desde Valencia hasta el Pueblo de Cofrentes para recoger a otro pasajero, tuvieron tan buena suerte que se les rompió el coche justo al llegar allí, y sí, digo buena suerte porque Raquel, la otra pasajera de este trayecto les invito a quedarse en su domicilio, su padre era mecánico y les echaría una mano a cambio de llevar a su hija gratis a su destino al día siguiente, así que tras el acuerdo, la muchacha les enseño los lugares más bonitos y emblemáticos de la zona, dónde comieron comida casera buenísima en cualquier bar de aquellas bonitas calles. Por lo que Mario no podía estar más ilusionado, ya que para no haberse dejado llevar nunca el destino le estaba demostrando que siempre hay que ver el lado bueno de las cosas.
Pasaron los días, las semanas, entre ciudades como Alcalá de Júcar, Valladolid, Don Benito, Zamora, Astorga, Ponferrada, Avilés, Bilbao, en cada lugar encontraba nuevas amistades, algunas se unieron en una comida y otras lo acompañaron unos días en el trayecto, pero el objetivo lo estaba cumpliendo con creces, adquirir experiencia, conocer gente gracias a las horas en coche, a las historias que aprendía gracias a ellos.
Finalmente decidió conocer bien Zaragoza, donde tras tener un pequeño percance en la puerta de la Basílica de la Virgen del Pilar, tuvo que acercarse a urgencia para que le vieran la muñeca que había frenado un golpe seco tras resbalarse. Para su sorpresa, allí estaba Marina, parecía estar en ese lugar para él, fue la médica que le atendió y fue tal el feeling que sintieron que quedaron para tomar algo esa misma noche tras el fin del turno de ella, una cena, un buen baile y una copa de vino fue el punto decisivo para que Marina aprovechara las vacaciones que comenzaba en dos días para seguir a Mario a su último destino, Barcelona, dónde alquilaron un apartamento, y el cual convirtieron en su lugar preferido.
Pasaron dos meses cuando nuestro viajero estrella volvía a escribir en su diario, el cuál le iba a mandar a los amigos que había dejado en su tierra para contarles que gracias a las aventuras que les había proporcionado Blablacar, había vivido la experiencia de su vida, conocido lugares y personas que estarían para siempre en su vida, algunas en sus redes sociales y otras más cerquita, que además había encontrado el amor, ella había pedido el traslado a la ciudad que los tenía cautivados y el había empezado un proyecto de interiorismo que tenía en el olvido desde su adolescencia por miedo a emprender, que finalmente era feliz y que estaba agradecido por todo los consejos y el apoyo que le habían dado para emprender esta locura compartiendo coche hasta el fin del mundo.
Interesado por: Me interesa la literatura en un sentido amplio, sin predilección de género, Novela de género (negra, histórica, ciencia ficción, entretenimiento…)
Autores o libros favoritos: El príncipe Harry, Lonely Heart, IKI, Paraguas de colores para días de lluvia