Tengo 36 años, soy madre de un maravilloso joven de 16 y, desde siempre, la educación ha sido una parte importante de mi vida. Me formé como maestra de educación primaria, una profesión que me permitió conectar con la enseñanza y el crecimiento personal, algo que siempre he valorado profundamente. Además, obtuve el título de bombera voluntaria, un logro que me permitió explorar otra faceta de mí misma, enfocada en el servicio a la comunidad y la valentía en situaciones de emergencia.
Hace algunos años, decidí emprender y abrí mi propio centro educativo, un espacio que gestioné durante tres años con mucha dedicación y pasión. Sin embargo, durante ese mismo tiempo, también enfrenté una dura batalla en mi vida personal. Llevaba una década de mi vida dentro de una relación de maltrato que, poco a poco, fue afectándome de formas profundas. Vivir esa realidad me hizo enfrentar retos emocionales que nunca imaginé y, finalmente, decidí dar el paso más importante: marcharme para comenzar una nueva vida.
Hace un año, dejé mi hogar para proteger mi bienestar y el de mi hijo. Desde entonces, me encuentro en un proceso de recuperación del trastorno de estrés postraumático (TEPT) que esa experiencia me dejó. Aunque no ha sido fácil, cada día doy un paso más hacia la reconstrucción de mi vida, redescubriendo mi fuerza interior y aprendiendo a encontrar paz y estabilidad en un nuevo camino.
Hoy en día, mi mayor propósito y pasión es poder ayudar a otras mujeres que están pasando o han pasado por situaciones similares a la que viví. Mi misión es apoyarlas en su proceso de recuperación, ayudándolas a superar el estrés y la ansiedad derivados de relaciones abusivas. A través de mis publicaciones, eventos presenciales, cursos, talleres y libros (actualmente estoy acabando mi primera novela), quiero ser una guía y una fuente de esperanza para todas ellas. Creo firmemente que, juntas, podemos salir adelante, recuperar nuestro poder y construir una vida llena de libertad, paz y amor propio.
Mi experiencia me ha enseñado que, aunque el camino de la recuperación es largo y a veces difícil, siempre es posible levantarse y avanzar hacia una vida mejor. Por eso, mi mensaje para todas las mujeres que están luchando contra las sombras del maltrato es claro: no están solas, y siempre hay luz al final del túnel. Cada paso cuenta, cada pequeño avance es una victoria, y estoy aquí para acompañarlas en su viaje hacia una vida que jamás han podido imaginar.
Interesado por: Microrrelato, Novela corta / nouvelle, Novela de género (negra, histórica, ciencia ficción, entretenimiento…)
Autores o libros favoritos: Megan Maxwell, Alice Kellen, Elísabeth Benavent