Perfil público

Mi nombre es Eva, soy trabajadora social y vivo en las Islas Afortunadas, Canarias. Sin embargo, llevo sangre granadina, así que decidí conocer parte de mis orígenes mientras estudiaba mi carrera en Granada. Durante ese tiempo, usaba Blablacar con frecuencia para desplazarme por la península en general, y en especial el trayecto Málaga-Granada, ya que la línea aérea no era tan considerada con mi bolsillo como yo, por lo que me resultaba más económico viajar por carretera.
Soy amante de los deportes y el baile, motivo por el que viajo la mayoría de las veces para bailar salsa, bachata y kizomba, o realizar acroyoga o equitación, antiguamente. Adoro los animales, y por eso tengo a mi perra Gara desde hace seis años, cumpliendo ella este año, nueve, puesto que no la cogí tan cachorra (hagan las cuentas). Con ella he acudido a un centro penitenciario, institutos, colegios, residencias, centros para personas con discapacidad y a todas las casas de amigos que ellos mismos nos hayan permitido. Ella fue perra de intervenciones asistidas por lo que pasó tiempo conmigo en la oficina y en la acción, de lo cual me siento muy orgullosa.
Soy una persona muy inquieta, pero al mismo tiempo muy profunda. Escribir ordena mis pensamientos, me ayuda a traer orden y palabras a lo que en mi mente en muchas ocasiones es un caos. De pequeña comencé a redactar una novela de vampiros y hombres lobo (efectivamente fui una amante de la saga Crepúsculo) pero se me pasó la época de amor y fantasía, y aunque seguí leyendo muchas sagas relacionadas con mundo fantasiosos, mis escritos se enfocaron en únicamente amor, pero más mundano y real, a historias en aeropuertos y en las calles de bellas ciudades. Nunca terminé ninguna de estas historias, puesto que mi camino me llevo a profundizar en otras áreas, y mis escritos se los dedico más a las felicitaciones de hojas de varias caras de amigos y familias, cartas de amor y desamor o a la persona más importante, a mí misma, para darme voz y recordar todos los procesos por los que he pasado y que he superado, para plasmar mis momentos más felices y tristes.
Una muchacha dichosa.