Verlo y amarlo fue una sola cosa. Nunca le había ocurrido con humanos; sí con pinturas, animales pequeños y atardeceres. Pero con humanos no. Él era producto de su imaginación. No había otra explicación. No podía ser posible que un ser tan maravillosamente perfecto anduviera así por el mundo, sin ataduras, sin un compromiso evidente,...
Seguir leyendo
45
2